La Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavados de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft) de Uruguay advierte que en el país se registra un “aumento exponencial” de delitos vinculados al crimen organizado, además de la aparente presencia de un “primer cartel de drogas” y de un nuevo perfil de la delincuencia.
Estas conclusiones están presentes en un documento interno de esta oficina del Estado uruguayo, que fue informado por Búsqueda este jueves. Forman parte de la exposición de motivos de un borrador de proyecto de ley, que le designa nuevos funcionarios a esa secretaría, pero que todavía no ha sido dirigido al Parlamento por reparos jurídicos.
En el borrador, la Senaclaft asegura que dentro de las “principales vulnerabilidades” del sistema antilavado está que esa oficina “no cuenta aún con la estructura organizaciones, ni con los recursos humanos y materiales” necesarios para cumplir con sus funciones. Esta carencia dificulta el control y la colaboración con la Fiscalía de Lavado de Activos.
El texto agrega que estas vulnerabilidades “se han visto potenciadas por la presencia de lo que aparentemente es el primer cartel de drogas uruguayo y el aumento exponencial de los delitos vinculados a la criminalidad organizada”. “(Se) evidencia un cambio en la matriz delincuencial, lo que ha generado una fuerte presión sobre el sistema”, concluye la Senaclaft.
La academia, los especialistas y los organismos internacionales han reclamado en forma “constante” por “mayores controles” relacionados al lavado de activos y, principalmente, una “mayor represión” de este delito, para “contrarrestar el crecimiento del crimen organizado”.
La Senaclaft pide “robustecer el sistema preventivo” para detectar de forma temprana los delitos. “Nuestro país cuenta con un importante desafío en lo que respecta al número de los Reportes de Operaciones Sospechosas en el Sector no Financiero, que requiere de medidas en el corto plazo”, agrega el texto.
La Senaclaft también recuerda que Uruguay se comprometió ante organismos internacionales a tomar medidas para mejorar su desempeño en el combate al lavado de activos. Una acción necesaria para cumplir con esa promesa es darle una mayor estructura a esta secretaría.
La advertencia de una “posible presencia” de un cartel liderado por narcos uruguayos que operaría en la región se conoció inicialmente en julio de 2023, cuando la oficina publicó un informe que analizaba la situación uruguaya. El documento concluía que la situación del tráfico de drogas del país se había agravado respecto a una investigación anterior, de 2017.
La Secretaría Antilavado uruguaya indica que se fortaleció el accionar de organizaciones a nivel regional, entre las que se destacan los grupos de origen brasileño y argentino, principalmente de la zona de Rosario. Estas organizaciones utilizan la hidrovía Paraguay-Paraná para canalizar los envíos desde América del Sur a Europa.
“En ese marco, se ha constatado la utilización del puerto de Montevideo para envíos de cocaína, con numerosos casos detectados por las autoridades uruguayas y las de los puertos de destino”, dice el informe elaborado por el consultor internacional y asesor de la Senaclaft, Alejandro Montesdeoca.
“Uruguay ya no es solo un país de tránsito de drogas, sino que se ha podido constatar, por un lado, la producción de drogas sintéticas y, por el otro, un aumento en el consumo de drogas a nivel local, tales como la cocaína y las metanfetaminas.
El consultor afirma que, por el momento, los circuitos de acopio y exportación de drogas se encuentran diferencias de los dedicados a la distribución para el consumo interno y son controlados por “grupos pequeños”, formados por familias o vecinos de un barrio. “Existe un vínculo entre los grupos locales que se dedican al mercado interno y los grupos regionales que movilizan la droga en tránsito”, dice el informe.
El informe, publicado hace casi un año, afirmaba que había un “riesgo creciente” de que se produjeran cambios que potenciaran los problemas del narcotráfico en Uruguay.
Fuente: Infobae