El candidato libertario, que regresa mañana de su viaje relámpago a Estados Unidos, aún mantiene el misterio sobre su posible ministro de Economía. El martes retoma la campaña en La Plata
Más que a diseñar el segundo tramo de la campaña electoral, como candidato más votado, después de la PASO Milei se dedicó a sumar técnicos y dirigentes para su posible administración. Ante las críticas de las otras fuerzas de oposición, principalmente Juntos por el Cambio, y del oficialismo por la falta de un plan y de equipo para gobernar, reveló cuáles serían los ministerios que sostendría y cuáles degradaría a secretarías; armó un grupo tripartito de técnicos económicos con origen en el menemismo; reclutó al ex asesor político y judicial de Domingo Cavallo, Guillermo Francos, como eventual ministro del Interior; y dejó saber que el empresario Nicolás Posse, actualmente coordinador de sus asesores, sería nombrado como jefe de Gabinete, que la economista Diana Mondino iría a la Cancillería, y que la licenciada en Ciencias de la Familia, Sandra Petovello, se haría cargo de la cartera de Capital Humano.
Sin embargo, no estaba claro en quiénes pensaba Milei para encabezar las dos áreas más cercanas a la Jefatura de Estado: la Secretaría General de la Presidencia y la Secretaría de Legal y Técnica, que según relevaron fuentes del entorno más cercano del libertario, estarían a cargo respectivamente de su hermana, Karina Milei, relacionista pública; y del abogado Santiago Viola.
En llamativas declaraciones antes de transformarse en el candidato más votado en las PASO, Milei había dicho que su Primera Dama sería su hermana, Karina. Sin una pareja estable, y crítico de la naturaleza y los atributos de ese rol en el Estado, en ese momento no quedó claro lo decía en serio, o era una expresión burlona. Ahora, cuando aparece como el favorito en las encuestas -al menos, para entrar al balotaje- y sus chances de sentarse efectivamente en el sillón de Rivadavia son más firmes, en La Libertad Avanza dijeron que Karina Milei, en realidad, se perfila para el cargo operativo y político en el seno del Ejecutivo.
Karina Milei, según palabras del propio candidato presidencial, es la persona que más lo conoce y en la que tiene mayor confianza. Estudió escenografía y Relaciones Públicas; fue la encargada de diseñar los llamativos actos del “león”, como lo llaman en redes sociales; y de cuidar su imagen. Ve a su hermano o habla con él a diario, lo aconseja y negocia en su nombre. Y trabaja a diario con el estratega de campaña Carlos Kikuchi, a quien convocó para que la ayudara a ensamblar el frente e incorporar dirigentes en todo el territorio a la incipiente fuerza. Junto a él, fue la principal encargada de negociar con punteros, operadores y candidatos en el armado de listas en el interior, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
El despacho del secretario de la Presidencia suele estar ubicado en el primer piso de la Casa de Gobierno, contiguo a la oficina del Presidente, y oficialmente quien ostenta ese cargo se encarga de asistir al primer mandatario en el diseño de políticas públicas, de elaborar mensajes, hacer tareas de ceremonial y protocolo, y gestionar las relaciones con la sociedad civil. Pero en la práctica, cada jefe del Ejecutivo le da una impronta y tareas según su perfil y necesidades, y el rango de sus ocupaciones es amplio.
Hoy, el cargo está en manos de Julio Vitobello, abogado y amigo íntimo de Alberto Fernández, que lo escolta y aconseja desde 2019, le gestiona la agenda, arregla varias de sus reuniones políticas, establece contactos con otros dirigentes en su nombre, dispone sus viajes -al interior y al exterior- y luego viaja con él, coordina con la Casa Militar, y estructura cuestiones operativas de la Casa de Gobierno, desde la platación de flores en el Patio de las Palmeras a la organización del comedor para empleados. Este año, además, sumó la organización de las elecciones, cuando la Dirección Nacional Electoral (DINE) pasó a su órbita porque el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, consideró que era incompatible dirigirla como candidato a senador nacional.
En tanto, Milei piensa en nombrar como encargado de cuidar su firma en el joven abogado Santiago Viola, a quien designó este año, junto a su hermana, como apoderado de la alianza LLA ante la Justicia Electoral. Juntos se encargaron del armado y la oficialización de listas del frente, que está integrado por cinco partidos que le “prestaron” sus sellos al economista, que carecía de un partido político, para que pudiera competir a nivel nacional.
Viola, entre otras cosas, fue defensor del empresario kirchnerista Lázaro Báez y su hijo Leandro en la causa por lavado de dinero a cargo del juez Sebastián Casanello, por la que el amigo patagónico de Néstor Kirchner fue condenado a 10 años de cárcel. Como publicó Infobae, en 2016, durante el proceso judicial por la “ruta del dinero K”, Viola acusó al magistrado de intentar cerrar la causa sin que Baez “pudiera hablar”, supuestamente para evitar la investigación a funcionarios públicos, entre ellos Cristina Kirchner. Y después lo recusó, acusándolo por, supuestamente, haberse reunido con la ex presidenta en la quinta de Olivos. El juez, finalmente, fue confirmado por la Cámara Federal, que sostuvo que no había elementos que corroboraran que Casanello hubiera estado con la ex mandataria en la residencia presidencial, como había dicho Báez.
El secretario de Legal y Técnica se encarga de prestar asesoramiento jurídico sobre proyectos de mensaje, ley, decreto y decisión administrativa a la Jefatura de Gabinete de Ministros y a todos los organismos de las áreas de Presidencia de la Nación. Con despacho en la planta baja de la Casa Rosada, el responsable de ese área tiene una relación permanente con el Presidente, y su labor puede tener más o menos ribetes políticos, según el perfil del funcionario.
La actual titular del cargo es Vilma Ibarra, ex senadora nacional, que había pasado al ámbito privado tras dejar el Congreso y regresó a la función pública en 2019, también convocada por Alberto Fernández. Autora de los decretos que dictaron la cuarentena durante la pandemia y encargada de las negociaciones para importar vacunas contra el coronavirus, Ibarra eligió frecuentemente la reserva, aunque tuvo una participación central en ciertas iniciativas, como la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y militó la inclusión de mujeres en el Gobierno.
Milei, sin embargo, todavía mantiene bajo un manto de estricto misterio el nombre más importante de su potencial administración: la persona que piensa designar como ministro de Economía, el área sobre la cual reposan sus principales propuestas de campaña y donde ancla el grueso de sus críticas al Gobierno, en plena crisis. Hasta ahora, sólo dijo que considera que debe tener un perfil eminentemente técnico, más que político. Sin embargo, en su círculo de confianza cuentan que ya lo tiene decidido, hace tiempo, y que sólo unos pocos selectos entre sus colaboradores saben quién es. Pero Milei no tiene decidido el momento que elegirá para develarlo.
Mientras despeja variables de su futuro, posible organigrama, después de su regreso, mañana, a Buenos Aires, el candidato tiene previsto retomar el martes la campaña que suspendió durante el fin de semana para irse a Miami y a Nueva York, y que había reiniciado días atrás en Merlo y en La Matanza. Enfocado en sumar puntos en el territorio bonaerense cuando faltan 45 días para las Generales, irá a La Plata acompañado por Carolina Píparo, su candidata a gobernadora, a quien busca apuntalar para superar a Axel Kicillof. De una mejora en la performance de su espacio en el distrito más poblado del país, donde resultó tercero, dependerá si logra nombrar a los dirigentes, empresarios, abogados y parientes en los que piensa apoyarse para gobernar el país.
Fuente: Infobae