Cada 10 de septiembre el mundo hace un llamado para generar conciencia sobre esta problemática de la salud mental
Este domingo 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), una iniciativa respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organizada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP). Este acontecimiento anual busca centrar la atención global en la importante tarea de prevenir el suicidio.
Bajo el lema ‘Crear esperanza a través de la acción’, el DMPS 2023 destaca la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente de salud pública. Todos, desde familiares y amigos hasta líderes religiosos y gobiernos, tienen un papel fundamental en la prevención del suicidio.
El principal objetivo de este día es generar conciencia sobre esta problemática, esto implica promover la colaboración y el empoderamiento de todas las partes interesadas para abordar la autolesión y el suicidio mediante medidas preventivas. Es decir, que se deben fortalecer las capacidades de los profesionales de la salud y otros actores relevantes, como la difusión de mensajes positivos y educativos dirigidos a la población en general y a grupos de riesgo.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el suicidio a menudo presenta signos de advertencia, tanto verbales como conductuales. Reconocerlos es crucial para intervenir a tiempo y salvar vidas.
Entre los signos verbales se incluyen expresar el deseo de morir, sentirse una carga para quienes lo rodeen, experimentar una profunda culpa o vergüenza, y perder la esperanza o un sentido de propósito en la vida. Además, sentirse abrumado por la tristeza, ansiedad o ira, y padecer un dolor emocional o físico insoportable.
Los cambios de comportamiento también pueden ser indicativos. Estos incluyen la elaboración de planes suicidas, la investigación de métodos para quitarse la vida, el aislamiento social y despedidas inusuales. Comportamientos de alto riesgo, como conducir peligrosamente, cambios extremos de humor, alteraciones en el patrón de sueño o alimentación, y el aumento del consumo de sustancias, son señales que no deben pasarse por alto.
Según un informe del Ministerio de Salud Pública (MSP) expuesto en su portal web, a nivel mundial el suicidio ha cobrado una impactante estadística: una de cada 100 muertes es resultado de esta trágica decisión. Cada año, cerca de 700 mil personas ponen fin a sus vidas, situando al suicidio como la cuarta causa principal de muerte en jóvenes de 15 a 19 años.
Ecuador no está exento de esta problemática; más de 1.000 personas fallecen anualmente debido a heridas autoinfligidas, y se estima que, por cada suicidio registrado, existen aproximadamente 20 intentos no mortales.
Aunque a partir del año 2020 se ha observado una tendencia a la disminución de casos, con un registro de 1,089 casos, y en 2021 con 880, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la situación sigue siendo extremadamente preocupante.
En caso de estar pasando por esta situación, se encuentran disponibles los servicios de asistencia telefónica, como la línea 171 con la opción 6, que ofrece orientación psicológica por parte del MSP. Además, el Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia también pone a disposición la aplicación AnimaEc, una herramienta virtual que proporciona apoyo y orientación para fomentar el autocuidado de la salud mental.
Se espera que quienes estén lidiando con pensamientos suicidas se sientan seguros para compartir sus historias y buscar ayuda profesional. El Día Mundial de la Prevención del Suicidio es una oportunidad para unirnos como sociedad y tomar medidas concretas para prevenir esta problemática y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan.
Fuente: Diario EXPRESO