La Corte Suprema de Brasil descriminalizó este martes el porte, cultivo y consumo de marihuana para uso personal, con lo que será considerado como un acto ilícito de naturaleza administrativa.
“Se forma mayoría” para decidir “que el porte para consumo personal (de marihuana) constituye una acción ilícita sin naturaleza penal”, resumió el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Luis Roberto Barroso.
La mayoría se alcanzó tras anunciarse el voto favorable del juez José Antonio Dias Toffoli. Al final, 8 de un total de 11 magistrados del STF se pronunciaron a favor y tres en contra de la despenalización.
Barroso especificó, no obstante, que se mantiene “la prohibición del consumo en lugares públicos”.
La legislación actual, que data de 2006, castiga a quien “adquiera, guarde, transporte o lleve consigo para uso personal drogas sin autorización”, incluida la marihuana.
Si bien las penas son leves para los consumidores -prestar servicios comunitarios o participar en un programa educativo-, la ley deja a criterio de los jueces determinar si el portador es usuario o traficante. Este último debe hacer frente a duras penas de prisión.
La diferencia entre consumidor y traficante
Los jueces debatieron, asimismo, en este proceso qué cantidad de marihuana debe fijarse para diferenciar al usuario del traficante.
Aunque la mayoría de los magistrados votó a favor de definir un límite para los usuarios, existieron divergencias sobre las cantidades, con propuestas de 25 gramos y 60 gramos. Esta decisión, según dijo Barroso, se anunciará el miércoles.
El año pasado al explicar su voto a favor, el juez Alexandre de Moraes había condenado duramente la ley antidrogas existente, que habilita el castigo sobre todo de “los jóvenes, especialmente los negros sin educación, que son tratados como traficantes de drogas por poseer pequeñas cantidades”.
Una vez concluya este proceso, todas las instancias judiciales deberán seguir la solución adoptada por el STF cuando juzguen casos sobre la tenencia de marihuana.
El juicio responde a un recurso presentado por la defensa de un preso condenado por esconder en su celda tres gramos de marihuana.
El desafío del Congreso
El asunto es muy controvertido en Brasil, donde organizaciones conservadoras se oponen fervientemente a despenalizar las drogas y una iniciativa contraria a la decisión del Supremo avanza paralelamente en el Congreso.
El Senado, de mayoría conservadora, aprobó en abril un proyecto que introduce en la Constitución el delito de posesión de drogas sin importar la cantidad.
La enmienda debe ir ahora a debate en la Cámara de Diputados.
Tras la votación de la corte, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, criticó una “invasión de competencias”.
“Una despenalización solo puede darse a través del proceso legislativo y no por una decisión judicial”, dijo a periodistas.
Miles de personas marcharon este mes en Sao Paulo contra ese proyecto y a favor de la despenalización del cannabis.
La legalización en el mundo
La legalización de la marihuana con fines recreativos continúa siendo una excepción en el mundo.
En la Unión Europea, Malta fue el primer país en legalizar el cannabis en 2021, seguido por Luxemburgo en 2023 y, recientemente, Alemania.
En el resto del mundo, solo Uruguay en 2013 y Canadá en 2018 legalizaron la marihuana.
Sin embargo, la autorización del uso de esta planta psicotrópica con fines medicinales es mucho más común y rige en unos 50 países.
En Brasil, la marihuana para uso médico también sigue siendo un tema delicado y muchos pacientes han tenido que acudir a los tribunales para obtener el derecho a utilizar el ingrediente activo cannabidiol, o CBD, para el tratamiento de enfermedades como la epilepsia.
Fuente: France 24