Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, aplaude la decisión del Gobierno de dar el primer paso correcto para desmontar los subsidios de las gasolinas. La economía ecuatoriana necesita sincerarse y volver productiva.
P. ¿Ir desmontando los subsidios a los combustibles es un paso inevitable que debe tomar la sociedad ecuatoriana? ¿Desde la Cámara están de acuerdo con el esquema de reducción del subsidio de la extra y eco país?
Lo primero que creo que es importante decir es que eliminar los subsidios es el camino correcto. La Cámara de Comercio de Guayaquil desde hace mucho tiempo atrás ha venido hablando de eso, así que creemos que es positivo, es importante celebrarlo, reconocerlo y mencionarlo.
Los subsidios deben obviamente favorecer a quienes más lo necesitan y eso no había venido sucediendo en Ecuador.
Se habla que más del más del 85% de los de los subsidios va a donde no lo necesitan, entre contrabando y las personas con más recursos. Entonces, si queremos poner en orden las arcas fiscales, si queremos reducir el déficit fiscal, si queremos manejar las cosas de la manera correcta, ir eliminando los subsidios es fundamental en un país que no tiene los recursos necesarios para todos sus gastos.
Si bien es cierto debemos eliminar los subsidios, se lo debe hacer de una manera programada y consciente, pensando en las personas más afectadas en el corto plazo. Entonces, que exista un mecanismo de compensación también es positivo para evitar, problemas o conflictos políticos que no permitan que la decisión se tome.
P. ¿Es suficiente con la reducción del subsidio de las gasolinas o se debe ir a la eliminación total? ¿Cuánto deben durar las compensaciones?
Me parece que está bien las compensaciones, pero deben ser temporales y hay que definirles una fecha de terminación. No puede ser para toda la vida.
La idea es llegar a la eliminación total de los subsidios y que la economía pueda funcionar sin ellos.
Al final, lo importante es sincerar la economía y que los precios se vayan dando de acuerdo con la realidad y que los recursos se vayan distribuyendo de acuerdo con lo que nos conviene a todos los ecuatorianos.
Es aconsejable tener un cronograma claro y dar certidumbre sobre cuánto tiempo durarán las compensaciones para que los diferentes actores se vayan preparando para la eliminación total de los subsidios. La comunicación y la claridad de los mensajes es vital para el éxito.
El mecanismo de bandas de precios es positivo porque ayuda a amortiguar el golpe inicial, pero la meta final debe ser la liberalización completa.
Es una decisión valiente, pero igual todavía una parte se seguirá subsidiando. El tema de los subsidios ha sido siempre un tema álgido, pero se tenía que tomar la decisión en algún momento.
No solo se debe eliminar el subsidio de la extra y eco país, sino también de otros combustibles. Todavía hay un camino largo que trabajar.
P. ¿Cómo se puede hacer sostenible la decisión tomada por el Gobierno de Noboa? ¿Cómo evitar que después de un tiempo y de presiones de todo tipo se revierta como ya ha pasado en Ecuador?
Por un lado, para darle sostenibilidad a la medida a corto plazo son importantes las compensaciones, que he escuchado que han sido bien recibidas por los sectores beneficiarios.
Por otro lado, se necesita la toma de conciencia de la sociedad. Que entendamos que los subsidios deben ir a quienes realmente lo necesitan y lo que ha pasado en el Ecuador es que han ido a los que más tienen y al contrabando, que es lo más grave. Hay tantas necesidades en el país, pero los que se están beneficiando son los contrabandistas. Eso el país no lo puede permitir.
Hay que tomar decisiones, aunque sean duras y comunicarlas adecuadamente y todos los actores de la sociedad tenemos que explicar y apoyar.
P. ¿Qué responder a las críticas que dicen que la decisión de reducir los subsidios de los combustibles se toma por una imposición del FMI?
Las medidas que se están tomando son históricas y tenían que hacerse.
A veces se dice que esto es una imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI). No, es una decisión que se debe tomar así lo pida el FMI o no lo pida el FMI. Es una decisión técnica, es una decisión correcta para un país que quiere funcionar en orden.
P. ¿Cómo evitar que el ahorro por la reducción del subsidio caiga en el saco roto de un Estado ineficiente?
Se va a tener un ahorro de alrededor de $500 millones anuales. Esos fondos deben usarse con transparencia y manejarse con toda la seriedad y el tecnicismo para que ayuden a corregir los problemas fiscales y para que se prioricen los gastos.
A la par, se debe seguir en el camino de poner las cuentas en orden. Nadie puede funcionar con cuentas desordenadas o con déficit constante.
Hay que hacer cambios estructurales. El tema de los subsidios es uno, pero también está la lucha contra la corrupción, el aumento de la productividad, la reducción de la ineficiencia, la reducción del tamaño del Estado, la eliminación de la evasión tributaria.
La corrupción en las compras públicas se debe eliminar o disminuir casi a cero. Un Estado con bolsillos con huecos es insostenible. En esta situación no nos podemos dar el lujo de ineficiencias estatales.
No podemos tener un estado que sí crece y una economía que no crece. Es importante que las cuentas se manejen de la manera correcta, se sigan dando cambios estructurales y se controle el déficit para que en un futuro no nos vuelvan a subir impuestos.
P. ¿Cómo desactivar los discursos en contra y que ya anunciaron paros para que no se tomen las medidas anunciadas?
Muchas cosas pasan en el país por desconocimiento, por temores infundados. Ya lo vimos con las preguntas del trabajo por horas y el arbitraje internacional en la consulta popular.
Todos debemos salir a explicar por qué es necesario eliminar subsidios ineficientes, desmontar que se haga como una imposición del FMI. El ahorro se debe usar con transparencia.
Además, también hay que desmontar que van a subir los precios. No, los precios no van a subir porque el sector productivo funciona principalmente con diésel, no con extra y eco país.
A mediano y largo plazo también se debe eliminar el subsidio al diésel, pero de la mano de una agenda de competitividad.
P. ¿ El sector productivo está dispuesto a afrontar una eliminación completa de subsidios, inclusive del diésel?
Los sectores productivos tenemos que ir trabajando en desmontar los subsidios, inclusive el diésel. Es cierto que en algunos casos esa decisión (establecer subsidios) la han tomado los gobiernos para sostener el empleo.
Nosotros siempre hemos pensamos que se deben desmontar los subsidios, pero de una manera programada y en paralelo es sumamente importante trabajar competitividad porque también es cierto que nuestro país no tiene todas las condiciones de competitividad y hace que sea más caro producir.
Entonces no tenemos buenas condiciones para la competitividad y es por esa razón que los gobiernos han destinado recursos para subsidiar ciertas actividades.
Eso debe cambiar. Se tiene que trabajar en competitividad para que ciertos sectores que generan empleo no tengan que depender de los subsidios.
P. ¿Los subsidios, al igual que los beneficios tributarios, han funcionado como compensación por producir en una economía con muchas trabas?
Sí, concuerdo con el análisis que ha hecho Francisco Briones (exdirector de SRI). Ecuador no es un país competitivo. Tiene muchas trabas, muchos obstáculos, muchas cosas que no funcionan bien y que obstaculizan la competitividad de los sectores económicos.
El reto es trabajar en eliminar o minimizar esas trabas y que bajen los costos de producción, con el objetivo de que ya no sean necesarias compensaciones como los subsidios.
El sector productivo, en conjunto con las autoridades y la sociedad, no tenemos que poner de acuerdo en una meta a cinco o diez años de ir desmontando hasta eliminar los subsidios.
Debe ser una meta de Estado, independientemente del Gobierno de turno.
Hay que caminar hacia la eliminación de los subsidios, pero tampoco se puede dejar desprotegidos a ciertos sectores y para eso hay que analizar caso a caso.
Hay que conversar con cada sector para ver cuáles son las correcciones que hay que hacer en la economía para que puedan funcionar sin los subsidios, pero las cosas hay que hacerlas con análisis y planificación.
P. ¿No es cierto esa percepción que apunta a que el sector productivo solo busca defender sus intereses y prebendas?
No, en el tema de los subsidios se debe definir una ruta clara y establecer un tiempo para la eliminación de todos. Luego analizar sector por sector para ver qué distorsiones se puede solucionar para que sea más fácil invertir y generar empleo.
Nosotros siempre hemos dicho que no se pide ni privilegios ni subsidios ni prebendas ni favores, simplemente que no se obstaculice la natural dinámica del sector productivo, del sector empresarial,
P. ¿Cree que es tiempo de pasar de una agenda solo enfocada en el ajuste y dar el paso hacia una agenda que busque el crecimiento económico del Ecuador?
Un país sin crecimiento económico no crea empleo. A veces, por ejemplo, se habla mucho de la creación de empleo, los políticos hablan de que van a generar empleo, pero sin un crecimiento económico fruto de la inversión, no hay empleo aquí ni en ninguna parte del mundo.
Cuando alguien dice que va a crear empleo, se le debe preguntar cuánta inversión vamos a tener en el país para generar empleo porque generar empleo es una inversión y cuesta dinero. Alguien tiene que poner dinero para contratar personas.
Aquí y en cualquier parte del mundo, solamente existen dos maneras de crear empleo. O las empresas actuales crecen y así van contratando gente o tienen perspectivas de crecimiento e invierten para crecer porque ven que hay oportunidades. O la otra vía o sea es cuando se crean nuevas empresas, nuevas actividades productivas o nuevos negocios y ahí se contrata gente.
Lo que tenemos que lograr es que Ecuador sea atractivo a cualquier tipo de inversión: grandes, medianas, pequeñas.
Que se proyecte que vamos a crecer a menos del 1% este 2024 es algo bastante crítico para el país.
P. Cuando llegan al poder, ¿Por qué los políticos se olvidan del crecimiento económico y se enfocan en cómo sacar más dinero para el fisco?
Cuando los gobiernos están en funciones piensan en la economía del estado, en poner en orden las arcas fiscales. Y eso está bien. Si el Estado que nos representa no se pone en orden, eso provoca un efecto dominó que va complicando muchas otras cosas.
Pero, no nos podemos olvidar del crecimiento económico, o, dicho de otra manera, del déficit no fiscal, del déficit de empleo, del déficit de desarrollo. No todo son las cuentas fiscales, sino que también debemos preocuparnos de las cuentas privadas, de las cuentas empresariales, de las cuentas ciudadanas, que son las que miden cómo está un país
Debemos buscar cómo recaudar más haciendo más fácil invertir y producir en Ecuador, y no porque se suben los impuestos.
Los políticos siempre tienen más incentivos de corto plazo que los alejan de las decisiones estructurales; pero para eso debe existir una sociedad civil unida que le marque la cancha de lo que hay que hacer.
El consenso debe ir en la línea del crecimiento económico. Los países que pasaron en pocos años (entre 20 y 30 años) del tercer al primer mundo, lo lograron enfocándose en el crecimiento.
P. ¿Cuánta inversión necesitaría atraer Ecuador para darle empleo de calidad a los actuales informales y desempleados?
Son seis millones de personas que no tienen un empleo adecuado en el país. Un empleo de calidad cuesta, con salario básico, cuesta $7.000 al año.
Entonces, para saber cuánto habría que invertir para acabar con el desempleo, multiplique 6 millones por $7.000. Estamos hablando de al menos $42.000 millones, sin contar con inversiones adicionales en infraestructura, capital de trabajo, maquinaria de comercialización, mercadeo, etc.
Tenemos que buscar cómo hacemos que lleguen grandes cantidades de inversiones al Ecuador. No hay otra manera. (JS)
Fuente: La Hora