Las calculadoras ya empiezan a echar humo en algunos países. Y si no que lo pregunten en Escocia, donde después de empatar contra Suiza ya hacen cábalas para ver de qué manera podrían meterse en los octavos de final de esta Eurocopa incluso como terceros de grupo.
El choque entre escoceses y suizos fue uno de los más discretos que se han podido presenciar hasta el momento en esta Eurocopa. Fue un juego de fallos, un partido de esos en los que durante minutos no sale nada y en los que quedó claro que Escocia es una selección con muchas limitaciones, y también que Suiza no iba a apretar el acelerador a fondo.
En realidad, a los helvéticos les valía con un empate para casi dejar visto para sentencia su pase a los octavos de final. No de forma matemática, pero casi lo tienen en la mano. A Suiza le bastó con igualar el gol inicial de su rival y luego jugar en el alambre en un final de partido que pudo caer de cualquier lado pero que no se decantó para ninguno.
Con información de El Español