Ataque en partido de ecuavoli dejó heridas a ocho personas en suburbio de Guayaquil

Un grupo de personas que compartían una jornada deportiva en el suburbio de Guayaquil vivió momentos de zozobra por un atentado criminal cometido en la zona.

Este caso ocurrió alrededor de las 18:00 de este sábado, 2 de septiembre, en la calle Nicolás Augusto González y la 33, en el suburbio.

Allí, dos sujetos armados con armas largas llegaron en un vehículo, tipo taxi, y dispararon hacia el espacio donde varias personas jugaban en la mitad de la vía y otros observaban y compartían bebidas alcohólicas en las aceras.

Cuando se dio el ataque, los presentes corrieron para ponerse a buen recaudo. Algunos se refugiaron en las casas y otros quedaron sobre las aceras.

Debido a las detonaciones, uniformados policiales que realizaban patrullaje en la zona se percataron de este suceso y fueron observados por los antisociales, quienes inmediatamente huyeron del lugar.

Tras ello, los policías iniciaron una persecución que se extendió hasta la 29 y Augusto González, pero en ese punto se les perdió el rastro a los antisociales.

En la escena del ataque, en la mitad de la vía González, un joven quedó con un disparo de bala en el pie derecho. En medio de la desesperación de sus familiares, él fue cargado a una tricimoto para buscar ayuda en una casa de salud cercana.

Asimismo, en una acera quedó un adulto mayor con un disparo a la altura de la cabeza.

 

Según datos preliminares de la Policía, al menos ocho personas quedaron heridas en este violento ataque, dijo Bryan Ortiz, jefe del circuito Portete.

Todos los afectados, que no registran antecedentes penales, permanecen en un hospital público del suburbio.

“No nos han reportado ningún deceso de los heridos”, dijo esta mañana el servidor policial, quien añadió que aún se indaga si el ataque iba dirigido hacia una persona que estaba en el sitio o que pasaba por la zona.

En el sitio del atentado se levantó al menos una veintena de indicios balísticos de un arma corta y otra larga.

 

Además se tomaron testimonios y levantaron registros de las cámaras de seguridad para obtener pistas de los antisociales, que utilizaban vestimentas para cubrir sus rostros.

Durante esta mañana, personal policial realizaba rondas en la zona y los vecinos aún estaban alarmados por el atentado. Varios se mantenían dentro de sus hogares y evitaron dar mayores detalles del evento.(I)

 

 

 

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