En días pasados, la agencia calificadora Fitch le rebajó la calificación de deuda de Ecuador de B- a CCC+, una nota similar a países como Mozambique y El Salvador. El argumento, según la firma internacional, es que la situación fiscal se ha deteriorado, es decir, han caído los ingresos del Estado, como impuestos o provenientes del petróleo por menores precios y menor producción.
Otras calificadoras de riesgos también han advertido de la situación económica de Ecuador, sobre todo tras el triunfo de la consulta popular para dejar el petróleo bajo tierra en el Yasuní (provincia de Orellana) y la prohibición de explotación minera en el Chocó Andino (provincia de Pichincha). Por ejemplo, Moody’s ha señalado que esta situación puede deteriorar la situación creiditicia del país .
Mientras que la calificadora de riesgos Standard & Poor’s señaló también que puede rebajar la calificación de la deuda de Ecuador si hay un deterioro en las cuentas fiscales en este año. Pero, ¿qué es una calificación de riesgo de un país?
Cuando escuchamos sobre la calificación de deuda soberana de un país, puede sonar complicado, pero en realidad es un concepto importante y bastante comprensible. Imagine que usted es un prestamista y alguien le pide dinero prestado. ¿No querría saber si esa persona tiene historial de pagar sus deudas a tiempo? Lo mismo ocurre con los países. Las agencias de calificación de crédito son como los «jueces» que evalúan la capacidad de un país para pagar sus deudas. EXPRESO le explica qué es y sus implicaciones.
La calificación de deuda soberana es una evaluación que hacen agencias especializadas sobre la capacidad de un país para pagar sus deudas. Es como una puntuación que se le asigna a un país para indicar qué tan riesgoso es prestarle dinero. Esta puntuación se basa en varios factores que incluyen la economía del país, su estabilidad política, la cantidad de deuda que tiene y cómo maneja sus finanzas.
Las agencias de calificación de crédito son empresas que se dedican a analizar la situación financiera de los países y las empresas. Las tres agencias más conocidas son Standard & Poor’s (S&P), Moody’s y Fitch Ratings. Ellas emiten opiniones sobre la calidad crediticia de los países, expresadas en letras o símbolos. Estas opiniones influyen en la confianza de los inversionistas y pueden afectar la tasa de interés a la que un país puede pedir prestado dinero.
Las calificaciones de deuda soberana suelen utilizar letras para indicar diferentes niveles de riesgo: A, B o C. Santiago Mosquera, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA), señala que existen una línea divisoria muy clara en la calificación de riesgo crediticio y se da en los niveles de ‘BBB-‘. Toda aquella calificación por encima de ‘BBB-‘ se denomina “Grado de Inversión”, y son aquellos emisores cuya capacidad de pago y voluntad de pago son adecuadas. Toda calificación por debajo de ese nivel, es decir, de ‘BB+’ hacia abajo (en tonalidad roja) se denominan “Bonos Basura” o “Bonos de Grado Especulativo”, en lo que se encuentra Ecuador. El tener el añorado “Grado de Inversión”, señala el especialista, permite a los países emisores acceder a un universo de inversionistas mucho más amplio, lo que ayuda a que sus instrumentos sean mucho más líquidos y demandados.
La calificación de deuda soberana afecta la confianza en la economía de un país. Si un país tiene una calificación alta, los inversionistas confían en prestarle dinero a tasas de interés más bajas. Esto significa que el país puede financiarse de manera más económica. Por otro lado, si la calificación es baja, el país podría tener que pagar tasas de interés más altas para atraer a los inversionistas, lo que podría dificultar su situación financiera.
Para el decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA), el impacto directo para el país será cuando quiera volver a endeudarse. Esto implicará tasas de interés más elevadas.
Fuente: Diario EXPRESO