La detención del hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, Francisco Barreiro, en el denominado caso Nene, generó un nuevo enfrentamiento con el Gobierno Nacional. Tras el arresto de su hijo, el pasado 21 de marzo, la vicepresidenta Verónica Abad apuntó al presidente Daniel Noboa como responsable de lo que considera una “persecución” contra ella. En una entrevista con una radio de Costa Rica, Abad aseveró que la intención del gobierno es “quitársela del camino” para que no asuma la Presidencia de la República cuando Noboa deba pedir licencia para la campaña por la reelección.
La respuesta del Gobierno
“Ningún embajador puede hacer declaraciones en contra del Gobierno (…) y será el Ministerio de Relaciones Exteriores el que tome las medidas pertinentes”, expresó el secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, en una entrevista con Teleamazonas el 2 de abril. Así respondió el funcionario a la pregunta de si existirá una sanción contra Abad o si el presidente Noboa prevé pedirle la renuncia. Además de su cargo como vicepresidenta de la República, Abad ejerce como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Ecuador en Israel. El entrevistador consultó a Izurieta si el primer mandatario está molesto con las declaraciones de Abad, a lo que el secretario de Comunicación respondió:
El distanciamiento entre la vicepresidenta y el primer mandatario es notorio desde la campaña electoral. Abad ha cuestionado a Noboa en varias ocasiones, incluso en enero pasado, dijo que él no la escucha y que se ha alejado de su plan inicial de Gobierno tras pactar con otros partidos, como la Revolución Ciudadana.
Fuente: Primicias
