¿Cuánto se recaudará al año por el ajuste de precios en gasolinas y gas como consecuencia de un IVA del 15%?

Desde el pasado 1 de abril de 2024, como consecuencia directa del aumento del IVA del 12% al 15%, el precio de venta final de la gasolina extra y ecopaís pasó de $2,40 a $2,465 por galón; mientras el precio del diésel pasó de $1,75 a $1,797 por galón. Asimismo, el gas de uso doméstico subió de $1,60 a $1,65 por cilindro.

Según estimaciones del exministro de Economía, Fausto Ortiz, este reajuste de precio por la subida del IVA generará alrededor de $150 millones adicionales al año.

Sin embargo, este 2024, debido a que la medida entró en vigencia desde el cuarto mes, la recaudación podría estar cercana a $112,5 millones.

Esos $112,5 millones representan el 10,5% de los $1.071 millones que se proyecta ingresar a la caja fiscal por el IVA al 15% durante este año.

El aumento en los precios finales del IVA ha generado reacciones entre molestia y resignación entre los ciudadanos.

Para Ortiz, la mejor manera de legitimar la medida es que el Gobierno de Daniel Noboa explique claramente a dónde irán los recursos extra.

«Es urgente que señalen el destino de los $150 millones anuales que generará el aumento de precio en diésel y gasolina extra con la finalidad de suavizar lectura negativa del incremento», dijo.

Entre los destinos que podría priorizarse están salud, educación, sector social y los atrasos.

Desde la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo del Ecuador (Camddepe), se asegura que el ajuste de precios por la subida del IVA no afectará el consumo de combustibles porque el impacto final en el costo de cada tanqueada es menor.

Otro escenario sería si el Gobierno concreta algún sistema de focalización de los subsidios a los combustibles. Actualmente, cada galón de gasolina extra tiene un subsidio de $0,435103 y cada galón de ecopaís tiene un subsidio de $0,598304. En el caso de diésel, el subsidio por galón llega a $1,299007.

Los distribuidores de combustibles están conscientes que en  la coyuntura reciente, con la consulta popular a puertas (21 de abril), ese tipo de decisiones, al igual que la revisión del margen de ganancia de las gasolineras, no tiene viabilidad política.

En junio 2016, cuando el expresidente Rafael Correa subió el IVA del 12% al 15%, se evitó el impacto en los precios a consumidor de los combustibles mediante una reducción, vía decreto, de los precios en terminal de las gasolinas y el diésel.

El problema con este enfoque es que el efecto recaudatorio es nulo y además se incrementa el subsidio a los combustibles

¿Cuánto podría encarecer los productos básicos con el mayor precio de los combustibles?

En 2021, cuando todavía estaba en vigencia el sistema de banda de precios para ir desmontando poco a poco el subsidio a los combustibles, desde la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) se calculó cuánto se encarecería los precios de los productos básicos si se elimina todo el subsidio al diésel (que es el combustible más importante en temas productivos y logísticos).

En ese momento, el diésel tenía un precio al consumidor de $1,90 y u subsidio de $0,4 por galón.

En este contexto, si el precio del combustible subía $0,40 (eliminado completamente el subsidio), el impacto hubiera sido de $0,01 en el costo de un litro de leche o de 1 kg de papa y de hasta $0,04 centavos en el caso de 1 kg de arroz.

Estos incrementos hubieran representado que el gasto mensual de los ecuatorianos en los productos analizados suba en alrededor de $0,35.

Si se analizaba el impacto en el costo de una canasta vital de 28 bienes básicos, el bolsillo del ecuatoriano promedio hubiera tenido que sacar $2,45 adicionales al mes. Esto al año representaría un presupuesto adicional de $29,4 solo en productos básicos.

Tomando como base estos cálculos, un aumento de $0,047 por galón de diésel actualmente tendría un impacto, sin tomar en cuenta temas como la especulación, de alrededor de entre $3 y $4 adicionales al año en el presupuesto destinado a productos básicos. Productos como la papa y el arroz tendría un impacto de menos de $0,01 por kg.

En marzo de 2024, según la última encuesta de Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), con corte a febrero de 2024, de una Canasta Familiar Vital de $555,82 mensuales, más del 43% ($241,38) se va en compra de alimentos y bebidas básicas.

En los últimos cinco años, a pesar de que se ha mantuvo fijo el IVA al 12%, la baja productividad y la ineficiencia en el agro ecuatoriano, entre otros factores, provocaron que la Canasta Familiar Vital pasara de $500,85 en febrero de 2019 a $555,82 en febrero de 2024.

Esto quiere decir un incremento total de $54,97 o un promedio de $10,94 por año.

En el caso de los alimentos, en febrero de 2019 se gastaba $209,81 (41,89% de la Canasta Familiar Vital). Eso permite sacar dos conclusiones importantes.

Por un lado, el presupuesto para alimentación, sobre todo de los sectores medios y pobres, se ha incrementado en hasta $31,57 anuales desde 2019.

Por otro lado, más del 57% del encarecimiento de la Canasta Familiar Vital durante los últimos cinco años se debe a los alimentos.

En este aspecto, se ve con más claridad que uno de los problemas de fondo del Ecuador es que se tienen planes para muchas cosas, pero nunca se prioriza el campo o la ruralidad en donde se podría generar un impacto enorme en los ingresos de los sectores más pobres y en el costo de los alimentos.

Ya en marzo de 2022 (hace dos años) se alerta sobre el golpe a la producción agrícola por los insumos caros y la especulación; pero ni el Gobierno de Guillermo Lasso ni el actual de Noboa han priorizado un plan para reactivar el campo. (JS)

Diario la Hora

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