Los superávits gemelos que muestran los datos oficiales para los dos primeros meses del año actúan como dos columnas vertebrales para el programa económico del gobierno libertario, a costa de una marcada recesión que se profundizó: un desplome de las importaciones y un ajuste sobre partidas presupuestarias clave como jubilaciones y obra pública prepararon el terreno para esos dos resultados favorables, en el frente local y el externo, y contractivos en la economía real.
Más allá de las causas que explican cómo hizo el equipo económico para poder mostrar en los dos primeros meses esos dos superávits, la pregunta que aparece ya desde temprano en el año es si esa situación será sostenible o, en todo caso, cuál será el costo que la actividad económica deberá pagar para mantener ese estatus.
En el Ministerio de Economía reconocen que el ritmo recesivo empeoró en los últimos meses, pero habrá un “piso” entre marzo y abril y que los motores podrían empezar a encenderse más cerca de mitad de año para alcanzar una potencia considerable más cerca del cambio de año. Mientras tanto, celebran, por lo bajo, la respuesta financiera, con subas en las paridades de los bonos del Tesoro y baja en el índice de riesgo país.
Esa tendencia alcista del mercado, según la lectura en los pasillos del principal Ministerio del gobierno, está explicada precisamente por ese doble superávit y por la mejora en el balance del Banco Central. Javier Milei y Luis Caputo suelen asegurar en privado que el mercado es un buen anticipo de los meses que vienen porque intentan adelantar sus decisiones de inversión a un escenario positivo. Por el momento, la economía real marcha con desplomes en números como el consumo, la industria o la construcción.
Con todo, el superávit externo y el fiscal implica por definición un escenario favorable para la economía, pero los matices llegan al analizarcómo se llegó a esa situación. Y también a luz de experiencias anteriores. El ejemplo histórico más citado suele ser el excedente fiscal y de balanza comercial que tuvo la Argentina pocos años después de la salida de la convertibilidad, durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Un informe de Abeceb analizó cómo llegó el Poder Ejecutivo a superávit externo en el inicio del mandato libertario y cómo leer los próximos meses en esa clave.
“Por fuera de las expectativas para cada mes en particular, los últimos dos meses pueden dar un pantallazo de cómo se desempeñaría el sector externo en 2024. Las exportaciones se recuperarían significativamente en todos los rubros, aunque con heterogeneidades por sector: serían protagonistas el agro, debido a la reversión del efecto sequía, así como la minería, el petróleo, y el gas natural, gracias a la culminación de inversiones realizadas en los últimos años. Las dinámicas de precios internacionales, que por el momento se anticipan a la baja, podrán amortiguar parcialmente esta tracción”, mencionó.
“En cuanto a las importaciones, las cantidades demandadas traccionarán a la baja debido a la debilidad de la demanda interna y la contracción del sector industrial y de la construcción, así como por la mayor competitividad real del peso – aunque el fin de las restricciones permitirán una recuperación cuando se termine la fase recesiva, según se estima en el segundo trimestre. Este efecto será modesto, y no revertirá el superávit comercial, que se anticipa en torno a USD 15.000 millones para todo el año”, planteó la consultora fundada por Dante Sica.
En el frente fiscal, 15 de los 16 gastos bajaron interanualmente en términos reales, resultando una baja real del 38%, estimó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). “La excepción fue el PAMI. Los gastos de mayor caída: transferencias de capital a provincias (98,4%), inversión real directa (82,2%), Transferencias corrientes a provincias (76,7%), subsidios a la energía (61,6%). Entre los de menor caída se destacan salarios y programas sociales con el 20%”, enumeró.
La magnitud del ajuste tiene dimensiones históricas. Para Iaraf se trata de “la mayor variación interanual real negativa de los últimos 30 añospara un bimestre”.
Uno de los consultores más escuchados por el círculo rojo planteaba esta semana ante Infobae que, en base a datos recopilados del Fondo Monetario Internacional en términos de velocidad y tamaño, el ajuste que planea el Poder Ejecutivo para este año sería, de concretarse, el más grande de la historia a nivel global.
El ajuste que planea el Poder Ejecutivo para este año sería, de concretarse, el más grande de la historia a nivel global (consultor muy escuchado por el círculo rojo)
¿Qué tan sostenible es un superávit doble en este contexto? Infobaeplanteó la pregunta a dos economistas. “El superávit fiscal se generó básicamente por una fuerte licuación del gasto previsional y social, que eso explica, diría un 40%-42% del ajuste, y el resto por la paralización de transferencias corrientes a provincias, de obra pública, y algo de licuación también de los salarios públicos”, respondió en primer lugar Ricardo Delgado, de Analytica.
Y sobre el superávit externo, el economista marcó como dato más relevante “las Importaciones de USD 4.000 millones son muy bajas para un nivel de actividad económica decente. Ergo, para tener esos niveles hay que tener una recesión profunda, como la que se indujo vía devaluación y aumento de salarios, aumento de precios, tarifas, combustibles, como arrancó el programa”, planteó.
Pedro Martínez Gerber, economista jefe de PxQ, replicó que los superávit gemelos son “por el momento, una muestra de la intención del gobierno de hacia dónde quiere que vaya su programa económico. Eso es lo que nosotros leemos como que el Gobierno le quiere mostrar al mercado como una señal de cuáles son los pilares de su programa y que va a intentar mantenerlo. Ahora bien, por el momento es solamente una señal transitoria porque necesita de que pasen un par de cosas para que esto se vuelva sostenible en el tiempo”.
Entre esos elementos enumeró Martínez Gerber: “La fórmula de ajuste jubilatorio ahora en marzo ya va a tener un aumento, se está discutiendo una nueva fórmula de actualización; a Cammesa no se puede no pagarle nunca, lo que tienen que hacer es lograr aumentar tarifas para que caigan los subsidios de una forma genuina. Y en el lado de los ingresos, que una serie de medidas se aprueben, que era lo que estaba en el paquete fiscal que se envió con la Ley de Bases. Si ese conjunto de cosas pasa, la búsqueda del superávit fiscal es sostenible, y ahí podemos ver una señal clara de que esto se va a sostener en el tiempo”.
La tendencia alcista del mercado, según la lectura en los pasillos del principal ministerio del gobierno, está explicada precisamente por ese doble superávit y por la mejora en el balance del Banco Central
Y en el plano externo y de acumulación de reservas, mencionó Martínez Gerber que “la acumulación de divisas del Banco Central está casi en su totalidad explicada por el nuevo esquema de pago de importaciones. Es algo transitorio que le sirvió al Banco Central para hacer un colchón de divisas durante los primeros meses y que ahora se tiene que transformar en algo sostenible vía la liquidación de divisas del agro, que eso sí puede ser el diferencial para 2024 y para que el gobierno logre una acumulación de divisas que fortalezca el balance del Banco Central y le permita salir del cepo”, concluyó el economista de PxQ.
Con una mirada histórica, Ricardo Delgado comparó aquellos superávit gemelos de principios de este siglo con la tendencia nueva actual. “La única experiencia reciente es la de Duhalde-Kirchner con RobertoLavagna de ministro. El gobierno de Kirchner fue el único que mantuvo a los superávit gemelos durante sus cuatro años de gestión. Después se empezó a pulverizar durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y nunca más se recuperó. Pero las condiciones eran otras”, analizó.
“Hubo una violenta devaluación, que sobre todo licuó, que fue mucho más fuerte el salto de la salida de la convertibilidad del 1 a 1. Eso permitió licuar muchísimo el gasto en la época de Jorge Remes Lenicov, fundamentalmente, donde hubo un ajuste violento en las jubilaciones, en la obra pública también, que se paralizó por el cambio de reglas de juego. Y eso te generó, por el lado de los ingresos, se incrementaron fuertes los ingresos por retenciones, por derechos de exportación, porque los exportadores, con el nuevo tipo de cambio, pudieron empezar a ganar rentabilidad, con precios, además, que eran mejores, sensiblemente mejores, ya se empezaban a recuperar en 2002-2003″, rememoró el director de Analytica.
La duda es “si estas condiciones actuales de congelamiento de gasto y de niveles de importaciones tan bajos se pueden sostener (Delgado)
“No fue todavía el boom de los precios internacionales de las materias primas, pero ya se empezaban a recuperar de los niveles muy bajos que tenían en los años previos. Entonces, obviamente, eso te permitió, por un lado, tener una actividad económica que se desplomó, ya venía muy fría en los últimos años de Menem, obviamente, el gobierno de la Alianza, se profundizó en el 2002, una fuerte caída de la actividad, que permitió, también, ajustar importaciones. Después, eso se mantuvo, porque básicamente tuviste buenos precios de exportación, retenciones, un gasto público licuado y, en consecuencia, lo pudieron mantener”, aseguró Delgado.
Como una pregunta hacia adelante, Ricardo Delgado concluyó que la duda es “si estas condiciones actuales de congelamiento de gasto y de niveles de importaciones tan bajos se pueden sostener o si va a haber una necesidad de mayor actividad económica. Sin actividad económica va a ser muy difícil que el ajuste pueda subsistir en el tiempo”.
Fuente: Infobae