En entrevista con KCH FM Radio y KCH TV, dialogó el analista internacional y Consultor Político, Ab. Juan Falkonerth, sobre las elecciones presidenciales de Rusia que se desarrollaron del 15 al 17 de marzo de 2024 y su incidencia en América Latina y el Caribe.
«Definitivamente eso es una locura», dijo Falkonerth sobre la jornada electoral rusa, «aquí en Colombia hubo algunos delegados que acompañaron el proceso electoral en Rusia. Incluso lo aplaudieron y dijeron que era un sistema de admirar, lo cual es un grave error».
Para el analista, lo que se percibe de Rusia es que no hay la más mediana posibilidad de competir contra el presidente Vladimir Putin, que el sistema está diseñado para coartar cualquier expresión que piense diferente al actual gobierno y se ha visto cómo se ha minimizado cualquier movimiento de oposición que pueda, o quiera hacerle, frente al esquema político que funciona en este país.
Es un sistema que no solo no funciona, nos quieren mostrar un falso sistema electoral que evidentemente ha favorecido y seguirá favoreciendo al gobierno de turno y a los intereses que están ahí y lo sorprendente, es que delegados y observadores -como en Colombia el representante Alejandro Toro- lo muestren como un sistema a seguir; lo cual resulta muy cuestionable cuando, ante los ojos de todo el mundo, aquí lo que hay es un fraude sistemático para mantener un modelo político en el poder y que le empieza a gustar a las izquierdas progresistas de América Latina y el Caribe, lo cual resulta altamente cuestionado y peligroso.
«Yo sí creo que este es un punto de inflexión donde vale la pena empezar a considerar qué está pasando con estos sistemas y cómo se están perpetuando en el poder ciertas personas que le hacen mucho daño a la humanidad», reflexionó Falkonerth. Vladimir Putin ya habla de una tercera Guerra Mundial, utilizar armas nucleares y está en estos momentos afrontando una guerra que no tiene ningún tipo de justificación en Europa.
La izquierda progresista en América: Venezuela, Cuba y Nicaragua
En América Latina se requiere un compromiso internacional muy grande porque los organismos multilaterales han sido, de alguna manera, complacientes o, por lo menos, poco eficientes al momento de apoyar el restablecimiento de las democracias en algunos países de América Latina y el Caribe.
Bajo el punto de vista de Falkonerth, ejercer unas presiones mucho más fuertes a partir del escenario internacional ayudaría de alguna manera a que estos países empiecen a encontrar el norte democrático. También considera que hay que empezar a validar los movimientos de oposición, escucharlos y darles mayor protagonismo en el escenario internacional.
Los países de la región, por lo menos los que hacen parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA), sí deberían presionar y hacer efectiva la Carta Americana de Derechos para restablecer el orden democrático.
«El compromiso de los países que todavía conservan sistemas democráticos sí deberían ser muy consecuentes porque podríamos hacer tránsito a vivir una tragedia como la que se vive en Venezuela, Cuba y Nicaragua, donde los derechos, donde manifestar un pensamiento diferente se ha vuelto un delito y objeto de persecución», indicó el analista.
Sí hay que ser autocrítico y muy reflexivos frente a los procesos democráticos que se viven en América Latina y el Caribe, los procesos poco democráticos o cero democráticos, que empiezan a coger fuerza en la región, porque en Colombia ya se habla de una Asamblea Nacional Constituyente, y empieza a haber temor de que quieran perpetuarse en el poder.
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