A febrero de 2024, los depósitos en los bancos privados totalizaron $45.895 millones, un crecimiento anual de 5,3%, de acuerdo con los últimos datos reportados por la Superintendencia de Bancos. Esto significa $2.326 millones más frente a febrero de 2023.
Del total de captaciones, $20.441 millones corresponden a depósitos a plazo, lo que representa un crecimiento del 12,7% en comparación con febrero de 2023. De ese total, el 47% son depósitos con un plazo de hasta 90 días, mientras que el 53% son captaciones mayores a 90 días.
Mientras que los depósitos de ahorro llegaron a $11.485 millones y los depósitos monetarios, a $11.681 millones. Es decir, el 70% de las captaciones de los bancos correspondió a depósitos de ahorro y a plazo. En tanto, el 25%, a los depósitos monetarios en cuentas corrientes y un 5% corresponde a otros depósitos.
Así, productos financieros como los depósitos a plazo están creciendo dos veces más que otro tipo de depósitos. Esto se debe a que los bancos, desde hace algún tiempo, están ofreciendo tasas de interés más altas para tratar de obtener liquidez extra porque otras fuentes de financiamiento como los créditos externos se han vuelto mucho más caros.
Actualmente, por depósitos de 91 a más de 365 días se está pagando una tasa de entre el 4% y más de 10%.
Estos esfuerzos por atraer más liquidez al sistema financieros, sin embargo, no han evitado que se ralentice la concesión de créditos.
Los créditos crecen menos y se siente el golpe de más impuestos
La cartera de crédito a febrero de 2024 alcanzó los $42.289 millones, un crecimiento de 8,3% ($3.242 millones adicionales) en comparación con febrero de 2023. En aquel momento, es decir, a febrero de 2023, se había registrado un crecimiento anual del 13,6%, lo que revela que ha existido una desaceleración en el ritmo de crecimiento de 5,3 puntos porcentuales.
La desaceleración obedece a los efectos del contexto coyuntural, como la inseguridad que incide en las actividades productivas y de consumo; el temporal invernal y la liquidez de la economía, en un año con muchos desafíos, sobre todo, en lo económico.
La Asociación de Bancos Privados (Asobanca) prevé que la desaceleración continúe en 2024 por los factores antes señalados, así como por el efecto en la liquidez por las tres reformas tributarias aprobadas a inicios de año.
Del total del crédito otorgado hasta febrero de 2024, el 52% de esta se destinó a sectores productivos (comercial, microcrédito y vivienda).
Es así como la cartera de microcrédito se ubicó en $3.381 millones, un incremento anual de 5,3%. En tanto, la cartera de crédito comercial alcanzó los $18.512 millones, esto es, un incremento anual de 5%. Mientras que la cartera del crédito de consumo alcanzó los $17.536 millones, con un crecimiento anual del 13,6%.
La Asobanca asegura que se hacen todos los esfuerzos para seguir siendo aliados clave para entregar financiamiento -de manera prudente, técnica y responsable- a los hogares, empresas y negocios y, así contribuir a reactivar la economía en su conjunto.
«Ante los desafíos antes descritos, los ecuatorianos están buscando incrementar sus ahorros. Y encuentran en las entidades bancarias privadas un refugio seguro, debido a la solidez, estabilidad y seguridad que brindan a la hora de resguardar sus recursos», dijo el gremio bancario.
Los bancos está sólidos
Los bancos han realizado grandes esfuerzos para mantener indicadores de cobertura adecuados. De hecho, a febrero de 2024, la cobertura es de 200%, lo que significa que las provisiones son 2 veces superiores a los niveles de cartera improductiva (cartera en mora), y muestra el manejo responsable que aplican los bancos en este entorno.
De esta forma, las entidades financieras cuentan con el “colchón” para enfrentar potenciales riesgos de recuperación, y de esa forma mantener el enfoque en resguardar el dinero de sus depositantes.
El reporte revela que los bancos están solventes, aunque la liquidez ha caído. De hecho, a enero 2024 -última información disponible- la solvencia llegó a 13,9%, superando el requerimiento legal mínimo del 9%, mientras que la liquidez de los bancos privados cerró en 22,4% a febrero de 2024, un decrecimiento anual de 4,7 puntos porcentuales.
En definitiva, los bancos están sólidos y comprometidos en seguir haciendo esfuerzos por mantener el financiamiento a empresas y familias, para que pueda ser destinado a actividades productivas, así como a la compra de bienes y servicios. (JS)
Fuente: Diario La Hora