La policía localizó a la antigua integrante de la Fracción del Ejército Rojo gracias a una información recibida en noviembre y la detuvo hace diez días en Berlín. Se le imputan dos intentos de asesinato y el intento de detonación de material explosivo en los años 90.
La Fiscalía Federal alemana llevó este jueves ante el juez de instrucción del Tribunal Supremo para informarle de los cargos que se le imputan a la antigua terrorista de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) Daniela Klette, detenida el lunes de la semana pasada en Berlín tras 30 años en busca y captura.
Según el comunicado de la Fiscalía, se le imputan dos intentos de asesinato, así como del intento y de consumación en complicidad de la detonación de material explosivo.
El escrito de acusación establece que Klette pertenecía a la llamada tercera generación de RAF y participó en tres atentados de la organización terrorista entre febrero de 1990 y marzo de 1993.
Paralelamente, Klette está siendo investigada en el estado federado de Baja Sajonia por robos a vehículos de transporte de efectivo y a supermercados.
Tras su comparecencia ante el juez de instrucción del Supremo, Klette iba a ser conducida de nuevo a Baja Sajonia, donde se encuentra en prisión preventiva.
Detenida hace diez días
Tras décadas de incertidumbre sobre su paradero, la policía localizó a Klette, de 65 años, gracias a un soplo recibido el pasado noviembre y detuvo a la última mujer de la RAF en busca y captura hace diez días en Berlín.
La mujer, nacida en 1958 en Karlsruhe (sur), fue detenida gracias a una huella dactilar en el distrito berlinés de Kreuzberg. En su vivienda la Policía halló munición, según los medios locales.
La fugitiva vivía desde hace más de 15 años en el centro de la capital alemana bajo una identidad falsa y aparentemente estaba bien integrada en el barrio, donde ayudaba a sus vecinos y participaba en actividades de danza.
Los atentados
El trío formado por Klette y por sus compañeros Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg está acusado de intento de homicidio y de varios robos con violencia cometidos después de pasar a la clandestinidad tras la disolución de la RAF en 1998.
Desde entonces, la Justicia alemana nunca ha cejado en el intento de dar con el paradero de los conocidos entretanto como “pensionistas de la RAF”.
Klette está acusada junto con otros compañeros, con quienes integraba la “Unidad de combate Fede Elisabeth”, de intentar detonar material explosivo en el edificio administrativo del Deutsche Bank en Eschborn, la mañana del 25 de febrero de 1990.
Para ello, aparcaron un VW Golf con 45,05 kilogramos de explosivos en el maletero, en la zona de acceso al edificio, aunque la explosión no se produjo por un fallo en el detonador.
De haber explotado, la onda expansiva habría alcanzado el recinto de seguridad, donde en esos momentos se encontraba tres miembros del personal de seguridad de Deutsche Bank AG, que podrían haber muerto.
En la noche del 13 de febrero de 1991, Klette y otros miembros de la RAF llevaron a cabo como “Comando Vincenzo Spano” un ataque con armas de fuego contra la embajada estadounidense en Bonn-Bad Godesberg.
Los miembros del comando efectuaron al menos 250 disparos con armas largas automáticas contra el edificio de la embajada desde la orilla opuesta del Rin, de los cuales 65 impactaron en el edificio, en el que se encontraban al menos diez personas.
En la madrugada del 27 de marzo de 1993, el comando “Katharina Hammerschmidt” de la RAF llevó a cabo un ataque con explosivos contra la recién construida prisión de Weiterstadt, que todavía no contaba con reclusos.
Los miembros del comando escalaron el muro de la cárcel, sorprendieron al personal de seguridad y a algunos funcionarios de prisiones y se los llevaron en una furgoneta VW.
Posteriormente, el comando detonó varios artefactos explosivos en el centro penitenciario, que dejaron daños en el edificio administrativo y en cuatro edificios de celdas por un valor total de 123 millones de marcos alemanes (unos 63 millones de euros).
Formaban parte del comando, además de Klette, Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg, que siguen en busca y captura.
La hipótesis de los investigadores es que el trío vivió en Alemania al menos entre 1999 y 2016 con la ayuda de terceros y cometió en ese periodo varios atracos con violencia, no por motivos políticos sino para financiar su vida en la clandestinidad.
También conocido como la banda Baader-Meinhof, la RAF fue un grupo de corte marxista que propugnaba la lucha armada. Estuvo activo entre las décadas de 1970 y 1990 y se le imputan al menos 33 asesinatos, así como secuestros y atentados con explosivos.
Fuente: Infobae