Lo responsabiliza por dejar trascender parte del contenido de diálogos en la reunión de gabinete; todavía no hubo comunicación oficial, pero el gobierno evalúa degradar la cartera a secretaría y ponerla bajo la órbita de “Toto” Caputo.
El presidente Javier Milei resolvió desplazar anoche al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, por considerarlo responsable de una serie de filtraciones “maliciosas” que se dieron luego de las reuniones de gabinete que se realizan dos veces por semana, según confirmaron a LA NACION altas fuentes de Casa Rosada.
Sin embargo, todavía no hubo comunicación oficial con la medida, ni tampoco Ferraro habría respondido a las comunicaciones que se le hicieron desde el Gobierno, de acuerdo a lo que pudo reconstruir este diario.
Además de que se le atribuye el haber filtrado información de las reuniones de Gabinete, también había descontento por el ritmo que llevaba el Ministerio y tenía problemas con el jefe de ministros, Nicolás Posse.
Tras la decisión, la cartera pasaría a tener rango de secretaría y sería absorbida por el actual titular de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien goza de la confianza total del mandatario y con los cambios acumula más poder bajo su órbita.
Ferraro, que durante la campaña electoral se encargó de la fiscalización de La Libertad Avanza (LLA), es el primer ministro en ser desplazado del Gabinete y su salida se concreta a 45 días del comienzo de la administración libertaria.
Formado como contador y economista, tiene pasado en el peronismo y trabajó, entre otras, en las administraciones provinciales de Antonio Cafiero y Eduardo Duhalde. Tras varios puestos y años en el peronismo saltó al Pro de Mauricio Macri, en el que ocupó un lugar en la gestión de la Ciudad de Buenos Aires. Su llegada al cargo había estado precedida por una anuncio por parte del propio mandatario en un evento organizado por la UTHGRA de Luis Barrionuevo.
Días atrás Ferraro se presentó en la Cámara de Diputados, en el marco del debate en plenario de comisiones por la ley ómnibus para defender lo referente a su área. “Un tiempo debido a que escasean las divisas, un tiempo debido a que la confianza hay que volver a ganársela, para que justamente el sector privado se convenza de volver a ocupar ese rol de iniciador, de emprendedor, de organizador, de creador, y que el Estado al mismo tiempo, y esta es nuestra vocación, se retire de todo lo que pueda hacer el sector privado y ocupe un rol orientador, animador, y por supuesto retirar todos los obstáculos para que pueda funcionar correctamente esa creatividad del sector”, aseguró.
En algunas de sus primeras declaraciones públicas, cuando ya estaba designado para el cargo en la era Milei, Ferraro aseguró: “El enfoque que tenemos es que el Estado tiene que reducir su participación en la economía para dar lugar al sector privado. Vamos a orientar e incentivar al sector privado para su inversión”.
Según pudo reconstruir diario La Nación, parte de lo que al mandatario y su círculo de mayor confianza le molestó es que este jueves trascendiera parte del contenido de su reunión con los ministros y que se conociera una frase que le atribuyeron en relación con los gobernadores. Supuestamente allí dijo que iba a “dejar sin un peso” a los mandatarios provinciales si no apoyaban la aprobación de la ley ómnibus en el Congreso, a través de sus diputados.
Sin embargo, según pudo reconstruir este diario, esa filtración no fue la primera y habría habido otras que molestaron aún más internamente. Desde hace semanas, luego de cada encuentro de ministros, que se reúnen dos veces por semana encabezados por el propio mandatario, venían habiendo distintas filtraciones que hicieron que se empezara a prestar atención a lo que sucedía. De allí, empezaron a surgir variables de quiénes podrían ser los que dieran a conocer la información, hasta que ayer finalmente confirmaron quién era y ahí se habría llegado a tomar la decisión.
“Se filtró contenido malicioso”, dijeron fuentes inobjetables de Casa Rosada, que completaron que la información que se daba no era completamente cierta y en algunos casos, detallaban, incluso estaba en muchos casos distorsionada. Milei encabeza personalmente las reuniones de ministros que se realizan todas las mañanas de los martes y jueves, luego de las cuales es que se conocían los comentarios que comenzaron a llamar la atención internamente.
Se trata de la primera salida de peso en el gabinete, a 45 días de la asunción presidencial. Hasta ahora los recambios se habían dado esencialmente en el área de la Secretaría de Medios, en Capital Humano y en Salud, pero a nivel de secretarios o subsecretarios. El de este jueves, aunque el más fuerte, no es el primer revés para Ferraro. En diciembre pasado, a horas de asumir, por decreto se decidió que la estratégica área de Energía no quedaría bajo su órbita, como inicialmente estaba pensado, sino bajo la responsabilidad de Caputo en Economía, donde ahora radicará la cartera completa.
Fuente: La Nación