A dos meses de haber llegado a la Presidencia, Daniel Noboa ya ha tocado el espinoso tema de focalizar los subsidios a los combustibles para el sector automotor, que en 2023 le costaron USD 3.200 millones al Estado. Los USD 3.200 millones que ahora gasta el Estado en subsidios casi alcanzarían para pagar el abultado atraso del Estado con la seguridad social, los proveedores y los gobiernos seccionales, que cerraron en USD 3.584 millones en diciembre de 2023. Noboa dijo, el 24 de enero de 2024, que se podría ir a una focalización de subsidios a los combustibles que permita al Estado una reducción de al menos 25% de ese gasto anual. La medida no afectaría a taxistas ni al transporte público, dijo Noboa. El ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, ya había mencionado, desde diciembre de 2023, que la focalización de subsidios es una de las medidas que se están analizando dentro del plan económico del Gobierno. Vega mencionó a PRIMICIAS que se podría tener un ahorro de entre USD 1.500 millones y USD 2.000 millones con la focalización, sin mencionar cuál sería el esquema. El ministro adelantó que no se analiza tocar el subsidio al gas de uso doméstico y que si se llegara a eliminar el subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís, sería necesario que se implementen medidas de compensación.
Noboa es el tercer presidente, desde 2018, que intentará implementar una focalización, que en esencia consiste en delimitar el beneficio, que hoy se entrega de manera generalizada, solo a ciertos sectores. Además de los intentos de focalización de los subsidios a los combustibles, también se han implementado algunas medidas de recorte de este gasto desde 2018. Por ejemplo, en 2018 el gobierno de Lenín Moreno eliminó el subsidio a la gasolina Súper y en 2022, el gobierno de Guillermo Lasso eliminó el subsidio para los grandes camaroneros.
Compensación con tarjetas no despegó
En casi siete años, se han dado dos intentos concretos de focalizar el subsidio al diésel y a las gasolinas de bajo octanaje: Extra y Ecopaís.
La ocasión en la que Ecuador estuvo más cerca de la focalización fue en el gobierno de Moreno. Su entonces ministro de Finanzas, Richard Martínez, anunció en diciembre de 2018 que se reduciría el subsidio y el galón de las gasolinas Extra y Ecopaís pasaría de USD 1,48 a USD 1,85. Con esta medida, el Estado se ahorraría unos USD 400 millones. En ese momento, el plan del Gobierno para no afectar al sector de transporte público y comercial era entregar una compensación vía tarjetas. Para ello, incluso lanzó un plan piloto con los taxistas. Se propuso entregar una tarjeta prepago con la que los taxistas podrían comprar hasta 270 galones de gasolina al mes, a un precio subsidiado de USD 1,48. Los conductores iban a poder hacer recargas paulatinas en la tarjeta hasta alcanzar los USD 399,6 que equivalen al costo de los 270 galones. Pero no tuvo éxito.
El exministro de Finanzas, Fabián Carrillo, explica que uno de los problemas que impidió implementar la medida de compensación fue que no había suficientes recursos en la caja fiscal. “No es una excusa, pero es lo que impidió hacerlo”, reconoció Carrillo. Otro problema, dijo, es que no se pudo coordinar con las instituciones involucradas la creación de las bases de datos de los beneficiarios. Se requería un trabajo interinstitucional con el Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), los gobiernos locales y el SRI, porque sin bases de datos transparentes y completas, no se puede identificar a los beneficiarios, enfatizó. Y, por eso, más adelante, cuando el Gobierno de Moreno decidió eliminar de un plumazo el subsidio a estas gasolinas, en octubre de 2019, ya no se ofreció esa medida de compensación. Según Carrillo, la medida de compensación que el Gobierno implementó en ese momento fue la de incrementar el gasto en bonos sociales. Sin embargo, eso no impidió que transportistas, estudiantes y organizaciones indígenas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), organizaran protestas. Tras un paro nacional, Moreno echó abajo la medida. En su lugar, Moreno impuso un sistema de bandas o incrementos progresivos y mensuales de los precios de las gasolinas de bajo octanaje (en 5% mensual) y del diésel (en 3% mensual) hasta alcanzar el precio internacional del petróleo.
Mesas de diálogo tras el paro de 2022
Un segundo intento de focalizar los subsidios a las gasolinas ocurrió en 2022, durante el gobierno de Guillermo Lasso. El entonces presidente había decidido eliminar el sistema de bandas de precios de las gasolinas Extra, Ecopaís y el diésel automotriz. Mediante el decreto ejecutivo 231, el gobierno congeló los precios de las gasolinas Extra y Ecopaís en USD 2,55 por galón. Y el precio del diésel se congeló en USD 1,90 por galón.
Pero la Conaie y organizaciones sociales convocaron a un paro nacional de 13 días en junio de 2022 para presionar una disminución de los precios. Presionado por el malestar social, el Gobierno de Lasso optó por una reducción de los precios de los combustibles y estableció un precio fijo de USD 2,40 para el galón de la Extra y Ecopaís y de USD 1,75 para el galón de diésel, que rigen hasta la actualidad. Y se comprometió a abrir el diálogo para una focalización de los subsidios. Así, el 10 de agosto de 2022 se conformó una mesa de diálogo. Esas conversaciones finalizaron el 14 de octubre. Lasso prometió implementar la focalización en septiembre de 2023, pero su mandato terminó de forma anticipada tras la muerte cruzada. Uno de los principales avances de esta mesa fue que se definieron criterios para excluir del beneficio del subsidio a la población que no lo necesitaba, dice el exministro de Gobierno de Guillermo Lasso, Francisco Jiménez. “Fue un paso histórico que se hayan dado las mesas de diálogo para discutir este tema que históricamente ha tenido una carga política y por la que incluso se han caído gobiernos”, dijo el exministro.
¿Se puede retomar lo avanzado en las mesas?
Jiménez dijo que el Gobierno de Noboa debería retomar el trabajo de las mesas, porque solo está pendiente establecer las bases de datos con cruces de información pública, y hacer las inversiones en tecnología, para implementar la focalización con los criterios de exclusión ya definidos.
Quienes no accederían al subsidio, según lo propuesto en la mesa, eran:
- Las personas con autos de cilindraje mayor a 2.201 centímetros cúbicos (cc) no podrían comprar combustible con subsidio.
- Quienes posean camionetas de cilindraje mayor a 3.001 cc.
- Y dueños de los vehículos tipo SUV (utilitario) que tengan cilindraje mayor a 2.401 tampoco podrían comprar combustible subsidiado por el gobierno.
- Los propietarios de motos de cilindraje mayor a 301 cc también estarían fuera de los beneficios de la subvención.
Otro criterio de exclusión acordado fue que los dueños de los vehículos con un ingreso igual o superior a USD 41.603 al año no recibirían subsidio a los combustibles. Es decir, quienes tengan una remuneración de USD 3.466 o más al mes. Y las personas naturales o jurídicas que tengan tres o más vehículos tampoco podrían recibir gasolina con subsidio. Sin embargo, tras el cierre de la mesa de diálogo, “todo quedó en papel, porque no hubo voluntad política de parte del gobierno de Lasso”, dice Henry Llanes, entonces asesor de la Fenocin en ese diálogo. Llanes dijo desde octubre de 2022 no hubo nuevas reuniones para definir los mecanismos para poner en marcha la focalización. Además, Llanes dijo que las organizaciones sociales también quedaron inconformes porque el Gobierno no estuvo de acuerdo con otros pedidos claves que hicieron. Por ejemplo, las organizaciones pidieron un subsidio social adicional destinado a:
- Pequeños y medianos agricultores.
- Pequeños pescadores.
- Maquinarias y motores agrícolas, incluyendo maquinaria auxiliar para agricultura, transporte comunitario mototaxi y transporte fluvial a comunidades.
Para esos sectores, la Conaie planteaba que el costo del galón de diésel sea de USD 1,50 y el galón de Extra y Ecopaís de USD 2,10.
Fuente: Primicias