‘Ecuador si no toma decisiones estructurales en lo económico no va a poder superar las crisis’, dijo Otto Sonnenholzner

El exvicepresidente y excandidato presidencial, Otto Sonnenholzner, destaca el llamado a la Unidad Nacional hecho por el presidente Daniel Noboa, pero advierte que deben tomarse decisiones para corregir la crisis de sostenibilidad fiscal de Ecuador.

El exvicepresidente y excandidato presidencial, Otto Sonnenholzner, considera que Ecuador se encuentra en una encrucijada en la que deben tomarse decisiones y cambios estructurales para controlar las graves crisis que afectan al país.

Indica que la alianza legislativa lograda por el presidente de la República, Daniel Noboa, en estos primeros 60 días de gestión estará a prueba para la aprobación de la ley para incrementar el IVA, medida que, a su juicio, no debe ser temporal, debido a que es un cambio “estructural” que podría ayudar permitir recursos para controlar la “crisis fiscal” de la nación.

También celebra la nueva posición del presidente Noboa de no poner como prioridad la relección presidencial y deja claro que se necesita firmeza en el combate a la criminalidad y en la lucha contra la impunidad de los funcionarios que se han dejado corromper por las organizaciones criminales.

P. El país avanza entre una consulta popular y la inseguridad, mientras el presidente Daniel Noboa llama a la Unidad. ¿Cuáles acciones se deben tomar en este momento?

Todos los que participamos en la elección del año pasado teníamos consciencia o debíamos estar conscientes de la gravedad de la situación del país, de las múltiples crisis por las que atraviesa el Ecuador: la de seguridad, la económica, la social y la crisis de sostenibilidad fiscal. Estos son distintos aspectos que se deben enfrentar en simultáneo, porque todos son grandes y todos están atados el uno al otro. Me parece que existieron candidatos que no abordaron esta posición durante la campaña porque presenta un poco de pesimismo, cuando para ganar una elección se necesita optimismo. Cuando les decían que no hay que explotar el Yasuní decían que sí, pero más allá de lo que tú deseas como persona o tu visión, cuando gobiernas, la realidad te alcanza. Entonces, hoy en Ecuador vemos como el presidente no pudo prescindir del ISD, no lo eliminó, mantuvo el monto. No puede prescindir de la explotación petrolera, por más que quisiera realizar por razones ideológicas o ambientales, y con lo que tiene, con esos ingresos, sin restarlos, aún no le alcanza. Tú no puedes enfrentar un conflicto sin recursos. Los esfuerzos del presidente y del Gobierno tienen que estar en estos cuatro frentes: la solución del equilibrio fiscal, que creo que finalmente ha dado un paso al menos trascendente o estructural; más allá de si estás de acuerdo o no.

P. ¿La decisión del presidente Noboa de incrementar el IVA como la podemos definir?

Es un paso estructural el del IVA, el presidente tiene que enfocarse en la reactivación económica, pero para eso se necesitan recursos y seguridad, no va a haber reactivación económica sin seguridad. Es donde más énfasis está haciendo el Gobierno, la posición en seguridad ha sido clara y hasta ahora se ve gestión. Es un tema de largo aliento, no es un tema de inmediatez. Y me parece que hay que bajar un poco el triunfalismo y, más bien, mantener la solidaridad, el respaldo y el respeto a una decisión dura, que es la de convocar a conflicto interno.

P. ¿Cómo avanzar en la solución de la crisis social?

Hay una crisis social muy grave, con un Estado débil, porque el nuestro es un Estado débil, algunos dirán que es grande, obeso. Creo que lo que tenemos es un Estado débil, porque no tiene capacidad de sostener su operatividad; no de ahora, desde el 2014 cuando se acabó el boom petrolero. Quienes estaban en el poder en ese momento se encontraron con la insostenibilidad del modelo y empezaron ellos los recortes que se han venido dando, lamentablemente, sin posibilidad de estabilizar la situación fiscal. Ese es el escenario, creo que el Gobierno se ha tomado su tiempo en encontrar inclusive los ministros, las personas encargadas de lidiar con cada tema. Me parece que ya tiene el equipo mejor armado y ahora hay que ver qué proponen.

P. La consulta popular que ha sido planteada por el presidente, son 20 preguntas que han sido criticadas por distintos sectores, ¿Es pertinente?

 En este escenario, desde la campaña siempre ha sido mí posición que una consulta popular solo es deseable si es que se agotan las instancias por vía legislativa, la mayoría de los temas que él (Noboa) ha presentado; sobre todo ahora que sacó la pregunta de los casinos, la mayoría de los temas se pueden evacuar por vía legislativa. Y si es que el Legislativo le niega el paso a esas reformas en un plazo determinado para que no pase demasiado tiempo y las reformas son parte fundamental del proyecto del Gobierno, pues tienen que acudir a la consulta popular, a pesar del costo que eso tiene que ser más de 60 millones, si van a incurrir en ese gasto que sea porque el Legislativo se negó a procesar las reformas, si van a convocar la consulta, que sea entonces para que sea el ciudadano quien directamente legisle y no que esto tenga que volver al legislativo nuevamente porque se supone que si va a consulta es porque es una urgencia. Entonces, no tendría necesidad de regresar al Legislativo.

P. El mandatario ha convocado a la unidad contra los grupos criminales. Estamos de acuerdo. Ese apoyo es un cheque en blanco, ¿Qué tiene que exigir el país al presidente?

Primero, entender la profundidad de la crisis de inseguridad del Ecuador y estar conscientes de que no se resuelve ni en uno, ni en cuatro años, pero es importante empezar a cambiar el rumbo para bien y eso sí lo puede empezar a hacer ya. Segundo, quienes nos sentimos en la obligación de ofrecer ayuda, tenemos que hacerlo desde una posición de humildad, sin soberbia, entendiendo que en especial quienes participamos y perdimos la elección, quien ganó fue Daniel Noboa. Y yo lo que he hecho, en su momento, es ponerme públicamente y en privado a las órdenes y decir, en lo que yo pueda ayudar, más allá de que no busco ningún espacio en el Gobierno, por lo que yo puedo ayudar, estoy a las órdenes con la experiencia de quien ha tenido que enfrentar crisis graves en mi país. Por otro lado, entender que una cosa es el apoyo de la boca para afuera y otra es realmente que ese apoyo se aterrice, sobre todo en quienes tienen incidencia en los bloques legislativos. Aquí se tiene que aterrizar el respaldo a decisiones difíciles. El presidente está pidiendo respaldo a una decisión económica difícil, que no es políticamente rentable para nadie e inclusive, quienes decían ser sus aliados, parece que le están quitando el cuerpo. Es decir, el apoyo es mojándose el poncho, estando dispuesto a impulsar decisiones, por más difíciles que sean, cuando son necesarias y urgentes, y estar dispuestos a tomarlas. Queremos que las cosas cambien manteniendo las mismas políticas públicas, que no van a cambiar nada.

P. ¿Cómo valorar la actitud de los integrantes de la alianza legislativa?

 Mientras envió proyectos de ley que eran un poco suaves, en términos políticos, el apoyo fue unánime, pero el rato que envía algo un poco más polémico, como lo del IVA, veo que se le empiezan a bajar de la camioneta. Si quieren apoyar, apoyen de verdad en los temas de fondo, sobre todo, ahí es cuando se miden los apoyos. En lo personal, creo que este tipo de situaciones deben obligatoriamente convocar a la Unidad Nacional. Ya sufrí esta situación en la que, a pesar de ser una crisis grave, profunda, dolorosa, como fue la del COVID, existieron actores políticos que se dedicaron a desestabilizar, a crear noticias falsas, a generar incertidumbre, a ver cómo capitalizan políticamente esta situación o cómo debilitan al Gobierno y eso es doloroso, porque en este tipo de crisis se necesita el apoyo de todos y creo que el liderazgo quedó consolidando en este evento. El presidente Noboa debería de seguirlo aprovechando para impulsar reformas profundas.

P.- Pero, a pesar de las críticas que pueden hacer el PSC y la RC para no perder su electorado, al final terminan dejando pasar los proyectos.

Eso lo veremos en lo del IVA, allí es donde lo veremos. Porque claro, parece que nadie le quiere dar los votos, eso no significa que no dejen que pase por el Ministerio de la Ley. Lo veremos. Sería la forma políticamente menos costosa para ellos, un poco hipócrita, eso sí. Yo prefiero a la gente que dice de frente.

¿Hay que mantener esta política de pactos que dejan pasar las cosas o es el momento de una política más honesta con los ciudadanos?

Repito, veremos qué pasa con el IVA, si pasa por el Ministerio de la Ley, después de que todos han dicho que no le van a dar el voto, se confirmaría la teoría de que este es un acuerdo en donde dicen una cosa y hacen otra. Prefiero la verdad, la honestidad, así enfrenté y presenté mi campaña, quizás evidentemente no tiene los resultados políticos que uno espera, pero uno duerme tranquilo y la verdad es que el Ecuador, si no toma decisiones estructurales en lo económico, no va a poder lidiar acertadamente y oportunamente con ninguna de las crisis que está enfrentando. Y decisiones estructurales económicas implican: reducir gasto o aumentar ingresos, o las dos, idealmente. Y esto no es fácil de implementar, porque nunca es políticamente rentable reducir gastos, peor aumentar ingresos del Estado, entendiendo que los necesitas de forma inmediata y que, si no tomas esas decisiones, no vas a acceder a financiamiento. Y no pueden ser, como le están pidiendo al presidente, decisiones temporales.

P. ¿Por qué no pueden ser decisiones temporales?

 Tienen que ser decisiones permanentes porque el desequilibrio fiscal poco o nada tiene que ver con la situación de seguridad. El desequilibrio fiscal existe desde el año 2014. El mismo Rafael Correa recortó 3.000 millones en gasto público. Luego, durante la pandemia, otros 3.000 o 4.000 millones de dólares. Es una crisis de insostenibilidad fiscal que, si no se resuelve pronto, se agrava cada vez más y mientras más tiempo pasa, más difícil es resolverla. Y tiene consecuencias en la acción del Estado, desde no poder estar al día con los sueldos, con las universidades, con los GAD (Gobiernos Autónomos Descentralizados) y eso transmite la crisis fiscal al resto de la economía y se desacelera la economía, se reduce la capacidad de gestión y respuesta del Estado y se agravan todas las crisis del país.

P.- El presidente ha tratado de minimizar las críticas a su Gobierno y a quienes se le oponen o critican,  ¿Estamos ante un nuevo estilo de liderazgo, disfrazado en bromas y de mensajes a los millenials?

R.- Desconozco, quizás es un tema generacional, yo no podría decir si es una nueva forma de caudillismo. Lo que sí puedo decir es que en política uno escoge con quién estar y con quién no estar y la forma en la que tratas a unos y a otros, define también la situación y la posición. Él escogió ya a sus rivales políticos en el bloque de Construye y no creo que ellos (Construye) estaban buscando estar en esa posición, sino más bien estaban buscando estar lejos del correísmo, lo cuál es entendible y lógico, sobre todo cuando su candidato que los llevó a la Asamblea Nacional fue Fernando Villavicencio, quien dedicó sus últimos años en su carrera pública a combatir al Socialismo en el Siglo XXI. Lo mínimo era decirle al presidente con ellos no creemos que se pueda acordar nada. El presidente ha escogido quiénes son sus aliados y quiénes son sus rivales y, según cómo los trate, les dará la relevancia que puedan tener. Sí creo que la forma en la que ha tratado ese tema con Construye les ha dado más protagonismo.

P.- La falta de oportunidades es una de las causas del crecimiento de la inseguridad y la migración no controlada ¿Qué hay que hacer o cambiar para ver una nueva realidad en Ecuador?

Dos cosas. La primera: ya ni siquiera es un tema de falta de oportunidades, sino que las oportunidades existentes no son competitivas con lo que te ofrece el crimen organizado, en términos de dinero, de fama, de pertenencia a algo; que a veces en medio del abandono social pertenecer o sentirte parte de algo se vuelve atractivo. Adicionalmente, un tema que nadie está viendo, porque en nuestro país; por desgracia, como en toda la región, siempre ha existido pobreza e inequidad. De hecho, hoy la inequidad y la pobreza son menores que hace 20 años; sin embargo, la violencia es mayor. ¿Qué cambió? Creo que lo que cambió fue ese tema del microtráfico en las ciudades costeras del Ecuador, en donde empezaron a ser adictos a nuestros niños y a nuestros jóvenes por la modalidad de pago. Ecuador es, en términos generales, el operador logístico, un proveedor de servicios de las grandes mafias del narcotráfico de Europa o de México, de Colombia y esos servicios, que antes pagaban en dinero, hoy se pagan en gran parte con residuos de la producción de la droga, con lo que envenenan a nuestros niños por 25 o 50 centavos y tener una masa de potenciales reclutas por su adicción, capaces de cualquier locura, de cualquier barbaridad. Cuando ves los capturados, los más de 1.000 o 2.000 capturados estos días, te das cuenta que todos tienen en común: la juventud, pero también el comportamiento de un adicto. Yo creo que eso es parte importante del problema.

P.- ¿Cómo resolverlo?

No hay una solución inmediata, el que diga lo contrario, miente. Se necesita firmeza para combatir la delincuencia, un mensaje claro de lucha contra la impunidad, no solo de los delincuentes, también de quienes se dejan corromper. Y cuando tú ves el caso Metástasis, te das cuenta que la delincuencia organizada ha penetrado la Justicia, la fuerza pública, la política, los partidos, la contratación pública. Cuando te das cuenta de eso, ratificas que de este problema no salimos, si no combatimos también en impunidad a nivel de las instituciones y de quienes se han prestado para servir a los delincuentes. Tienen que quedar mensajes de firmeza en la calle en cuanto a no tolerar la violencia, pero también en las instituciones, en cuanto a no tolerar la corrupción. Y esos mensajes fuertes son urgentes, nos hacen falta. Creo que Metástasis es un gran paso en ese sentido y lamento creer que es solo la punta del iceberg, porque el tal Norero es uno de tantos delincuentes que muy probablemente hacen exactamente lo mismo.

P. ¿Qué otras acciones deben desarrollarse para recuperar las oportunidades en el país?

Si el Estado no recupera su capacidad de acción y de gestión y sigue luchando desde hace diez años ya, mes a mes, solo por tratar de cubrir sus cuentas, no habrá forma de resolver. Necesitamos un Estado no solo con capacidad de acción e inversión social en las zonas más críticas del país, en la Costa principalmente, sino además con capacidad de inversión pública en reactivación económica para generar las oportunidades que hoy los ecuatorianos están buscando fuera de su tierra.

P. Estamos a casi un año de un nuevo proceso electoral, ¿Qué debe pasar para que renazca un liderazgo con conexión con la ciudadanía, pero con un contenido en sus ideas?

Primero, el presidente dio unas declaraciones, celebro su nueva posición respecto a la reelección. La reelección no debe de ser una prioridad del mandatario, la prioridad debe ser resolver los problemas y que ojalá, pues si todo le va bien y la gente así lo considera, el fruto de esos resultados y esa gestión le permitan una reelección. Creo que él (Noboa) ha cambiado o ha explicado mejor su posición y lo celebro. Segundo, en el Ecuador, hace mucho tiempo las organizaciones políticas abandonaron la formación de liderazgos, la construcción de pensamiento. Al final del día, la obligación de las organizaciones políticas del país es pensar o diseñar soluciones a los problemas que enfrentamos; ese debe ser su rol, no solo activarse en campaña para decir cualquier cosa y ganar, porque luego ganas y no tienes un plan o una estructura hecha para resolver. Entonces, se ven atrapados entre la necesidad de tener un discurso atractivo para ganar una elección y la realidad de contar con un plan real para resolver los problemas del país. Normalmente, esos planes la gente no los quiere escuchar, quizás ese fue uno de los errores de mi campaña, yo me la pase hablando de los problemas que tenemos y de las formas en que hay que solucionarlo, sin mentir, diciendo la verdad y eso quizás no es atractivo, entonces no sirve de mucho, sí tienes claro qué hacer y diseñas un buen plan, pero no logras hacerlo atractivo comunicacionalmente, porque la gente tiene que votar y la gente vota por el que más le atrae.

P.- ¿Cómo hacer ese cambio, ya tiene la experiencia de haber participado en una elección, de haber sido frontal y que la gente no se conectara con sus planteamientos?

 Es algo que en lo personal sigo meditando y pensando, porque en lo personal y en varias ocasiones en la disyuntiva de escoger una forma de cómo comunicar en campaña y opté por la verdad y por la transparencia y lo volvería a hacer, porque la verdad es que al final del día uno queda solo con su almohada, y ahí es donde uno tiene que estar con la conciencia tranquila. Pero, eso es ya el tema de estudio, porque en general, no solo en Ecuador, sino en el mundo entero, las formas de comunicar ya están transversalmente afectando a la política y los tipos de políticos que ganan elecciones, en toda la región, son personas por llamar lo menos distintos. Mira Argentina con Milei, por ejemplo, la forma de comunicar es distinta, es muy distinta. Eso hay que analizarlo y ver que se puede tomar para incorporarlo a un plan serio y poder tener un buen plan de gobierno, sino una buena campaña.

P.- Ha hablado del liderazgo de Javier Milei en Argentina, pero en la región también está Nayib Bukele en El Salvador y en España aparece la figura de Santiago Abascal, ¿Podría irrumpir un líder en el mundo político del Ecuador ante la ausencia de un gran opositor?

Siempre es posible y creo que, si ves el caso del presidente Noboa, él logro irrumpir en una campaña en donde él mismo reconoce que al inicio no tenía mayores expectativas y lo logró, habría que decodificar la comunicación que él tuvo en campaña. Al final del día no habló mucho, pero conectó mejor que los demás, es algo para analizar. Y cuando tú mencionas a Bukele, a Milei o a Abascal, entre sí no se parecen, lo que tienen en común es que son distintos, pero no se parecen, ni lo que dicen, ni lo que hacen. De hecho, pocas ideas le he escuchado en común a los tres. Cada país tiene sus particularidades y sus circunstancias y va a conectarse con tipos de liderazgo distintos. Estos eventos de delincuencia o de crimen organizado afectan la forma en la que la gente percibe las cosas, te ponen una situación de más susceptibilidad, quizás buscarán un liderazgo muy fuerte, muy duro, que pueda comunicar con claridad las fortalezas que se necesitan para derrotar a la delincuencia, que hoy es el principal problema que nos aqueja.

P. La política en Ecuador ha caído en un “buenismo”, pocas críticas y todos somos buenos y amigos. ¿Es sano esto para el país?

Siempre he sido crítico de las cosas que considero que hay que criticar, siempre lo he hecho con altura, es un tema de estilo y siempre he definido también con quienes no me gustaría juntarme, no por no compartir ideología, sino por no compartir principios y valores. Creo que es lo único que a mí me separa de uno u otros actores políticos. Yo de ideología puedo hablar con todos, pero ya cuando no compartes valores; no hay nada que conversar, es al menos mi opinión. Efectivamente, el acuerdo amplio que alcanzó Noboa desde el principio, le compra tiempo, pero no creo que ninguno de ellos, en el fondo sean realmente amigos de él, y lo que debería es aprovechar este espacio que logró para impulsar reformas profundas y realmente estructurales, como dije hace un momento. Ojalá no se desaproveche porque apenas empiece la campaña, lo más probable es que ese acuerdo se empiece a quebrar. Y estoy hablando de la historia, lo más probable es que cuando empiece la campaña ese acuerdo se empiece a ver afectado por los intereses electorales de una u otra fuerza política. Hay otro tema que yo sumaría, creo que hay tanta violencia criminal que sumarle a esto la violencia política es fastidioso, en este entorno de sangre, de brutalidad. Lo que quisiera la ciudadanía es que por primera vez que los políticos se dejen de pelear y empiecen a articular soluciones.

P. ¿Sigue existiendo el miedo al retorno del correísmo al poder?

Han perdido dos elecciones seguidas, hay que reconocer que son quizás los más organizados y disciplinados en la forma de hacer política, no hay escándalo que los separe; de nadie. Una cosa increíble. No hay chat de Norero, ni declaración de corrupción, nada que les rompa la cohesión. Pero, sin duda, el Socialismo del Siglo XXI no sería positivo para el Ecuador y, en parte, lo que hemos hecho quienes hemos participado es tratar de brindar alternativas. El problema es que esas alternativas, al menos quienes han tenido la oportunidad, no han contado con gobiernos que la gente destaque. En general, quien gane en el Ecuador y no cuente con recursos, difícilmente podrá tener éxito.

P. ¿Es corto el tiempo para evaluar al presidente Daniel Noboa?

Decías que no atacan o critican a Noboa. Primero: cuando hay una convocatoria a un conflicto tan grave como él que ha convocado, tú tratas de mantener la unidad, es un objetivo de país, pero eso no lo vemos porque tiene 60 días en el poder. Entonces, vas a cuestionarle si estás de acuerdo o no con las preguntas o si estás de acuerdo o no con una u otra nominación. ¿de qué vas a culparle? Me explico, tiene 60 días en el cargo, es difícil. Y alguien dirá, pero 60 días en un Gobierno de un año y medio es un montón. Sí, es verdad, pero también en la realidad son solo 60 días. Es una situación extraordinaria, extraña, excepcional. (ILS)

Fuente: Diario La Hora

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