La candidatura a la Presidencia de la República del Ecuador de Christian Zurita surgió de una gran desgracia: el asesinato de su amigo Fernando Villavicencio once días antes de los comicios cumplidos este 20 de agosto. No hubo tiempo a mayor meditación, Zurita aceptó reemplazar al exasambleísta en la carrera a Carondelet y en tiempo récord logró un tercer lugar.
Los resultados preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE) le daban el 16,47 % de los votos, después de Luisa González que alcanzaba el 33,13 % y Daniel Noboa, 23,94 %, hasta las 23:10 del domingo. A esa hora se había escrutado el 85,54 % de actas válidas en todo el país, de acuerdo con los resultados preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El maratónico esfuerzo de presentar la candidatura de Zurita el domingo 13, antes del debate presidencial del que no pudo participar porque los plazos no alcanzaban para su calificación, se convirtió en uno de sus primeros escollos: se le bloqueó el ingreso a la sede del encuentro con un argumento legal, mas, esto no limitó su exposición mediática esa noche porque utilizó las redes sociales y ofreció declaraciones en las que protestó por el impedimento junto con su candidata a la Vicepresidencia, Andrea González, quien se convirtió en su inseparable desde el anuncio de su postulación.
El representar los ideales de su amigo Fernando Villavicencio, haberlo acompañado en investigaciones periodísticas y contar con el apoyo de la madre de este y sus hijas mayores dio fortaleza a la cortísima campaña de Zurita, pero sobre todo apuntaló el voto pésame, o en memoria del asesinado postulante que posisionaron sus seguidores, especialmente en redes sociales.
Zurita apenas tuvo un día del periodo oficial de campaña. Su candidatura fue calificada la noche del 16 de agosto, luego de superar la apelación del correísmo.
El CNE desechó en la tarde de ese miércoles el argumento no probado de que Zurita estaba afiliado al movimiento RETO, por tanto no podía correr en la contienda por Construye-Gente Buena. El documento presentado por la Revolución Ciudadana resultó falso. No obstante, el organismo rector de la democracia dejó para la noche la calificación y solo restaba el 17 de agosto como último día de campaña de acuerdo con el calendario electoral.
Así no tuvo tiempo de recorrer el país, ni Mandrake (el mago) lo hubiera logrado en un día. Tampoco pudo hacer publicidad en medios de comunición. Su gran escudo en estrevistas y redes sociales fue Fernando Villavicencio, el rostro que también lo sostuvo en la papeleta donde no constó la foto de Christian.
A Zurita pueden no faltarle méritos, pero no reconocer el voto emocional, el que nació el del dolor y la impotencia de observar un asesinato que quedó grabado en videos, el que prosperó en la iniciativa de convertirse en un pésame en las urnas sería de una ceguera injustificada. De hecho, la noche del domingo 20 de agosto, tras reconocer los resultados, el postulante dijo en un efusivo discurso: “La voz de Fernando Villavicencio está vigente, es un orgullo haber representado su nombre, y es un orgullo estar en tercer puesto”,
Ver en la papeleta la foto de Fernando Villavicencio porque no podía ser reemplazada en tan corto tiempo sin duda movió la sensibilidad de muchos frente a la lámina de votación. Otros ya llegaron convencidos de que darle el voto a Construye-Gente Buena, la alianza que lo promocionaba, era la manera de rindirle tributo después de su muerte.
Los resultados preliminares para la Asamblea Nacional favorecen a Construye que podría convertirse en la segunda fuerza política del país. El voto péseme se expuso en la urnas, ahora corresponderá a quienes lideran el movimiento mantener el legado de Villavicencio.
Fuente: El Universo