Fernando Ballesteros Guillén, considerado uno de los más buscados de la provincia de El Oro, fue capturado este viernes 15 de diciembre, en un operativo ejecutado en el cantón Pasaje.
El hombre, quien en la actualidad es tetrapléjico, fue uno de los cinco sentenciados a 16 años de cárcel por el delito de robo con resultado de muerte del cabo segundo de la Policía Nacional Diego Armendáriz Pacheco, hecho registrado en Machala, el 13 de junio de 2011.
Una fuente policial indicó que al tener una orden vigente de captura, iniciaron labores investigativas por parte del Bloque de Búsqueda de la Policía Judicial, que los llevaron a ubicarlo y posteriormente apresarlo, para llevarlo a órdenes de la autoridad competente.
Aquel día, el agente Armendáriz Pacheco, quien pertenencia al Grupo de Operaciones Motorizados (GOM), estaba disfrutando de su día libre, por lo que alrededor de las 11:30 estaba conversando con un amigo.
Ahí se percató que en la calle 10 de Agosto, entre Bolívar y Pichincha, sujetos armados robaban al estilo sacapintas a personas en una camioneta.
Tres de los delincuentes huyeron en una moto, pero al realizar una maniobra cayeron al piso. El cabo Armendáriz actuó de manera inmediata, neutralizó a uno mientras los otros dos salieron corriendo.
Lo que nunca imaginaron es que los delincuentes retornaron por su compañero, disparando contra Armendáriz, quien quedó tirado en el piso.
Durante la persecución se produjo un enfrentamiento armado y captura de los antisociales. Fernando Ballesteros Guillén resultó herido. Una bala afecto su columna y quedó tetrapléjico.
Una mujer, conviviente de uno de los apresados, llegó al hospital, y fue detenida, ya que fue sorprendida llevándose el pantalón donde tenían guardado 2.430 dólares.
En enero de 2013 se emitió la sentencia condenatoria de 16 años de reclusión para los antisociales, entre esos Ballesteros.
Por la actuación de ofrendar su vida en el cumplimiento de su deber, la Policía Nacional otorgó a Armendáriz Pacheco el título de Héroe Nacional, por su valentía y ejemplo de vida.
La institución destacó que él no necesitó estar armado para luchar contra el crimen y su último día de vida lo dedicó a batallar por la justicia y el cumplimiento del legado policial. (I)
Fuente: El Universo
