Venezuela: Navidad anticipada y el bloqueo petrolero de Trump

En un escenario surrealista, la Navidad en Venezuela comenzó oficialmente el pasado 1 de octubre por orden directa de Nicolás Maduro. Mientras los árboles de plástico y el oropel decoran las plazas de Caracas bajo el intenso sol tropical, la medida es vista por empresarios y analistas como una táctica de distracción ante la profunda crisis política tras las cuestionadas elecciones presidenciales. “No decorar se interpretaba como un acto de rebeldía”, comentan fuentes locales sobre la presión ejercida en instituciones públicas y comercios.

El cerco de Washington y la Operación Lanza del Sur

A pesar de la propaganda oficial, la realidad económica se vuelve cada vez más asfixiante. La administración de Donald Trump ha intensificado la presión mediante la Cuarta Flota de la Armada de EE. UU., liderada por el portaaviones USS Gerald R. Ford. Bajo la denominada «Operación Lanza del Sur», se ha desplegado un operativo naval que busca interrumpir el flujo de ingresos del régimen, vinculando el comercio de crudo con actividades de narcotráfico.

La presión no es solo retórica; se ha traducido en acciones directas en alta mar contra la denominada «flota fantasma» que burla las sanciones de PDVSA. En las últimas semanas, se han ejecutado incautaciones estratégicas:

Buque Incautado Carga Estimada Destino Sugerido
Skipper 1,8 millones de barriles Costa del Golfo (EE. UU.)
Centuries 1,8 millones de barriles Refinerías en China

Estas operaciones, valoradas en unos 160 millones de dólares, están provocando un cuello de botella logístico en Venezuela. Los informes indican que los tanques de almacenamiento de crudo están llegando a su capacidad máxima, lo que obligaría a paralizar la extracción si las exportaciones no se reanudan.

Un país entre el miedo y la hiperinflación

El panorama para el ciudadano común sigue siendo sombrío. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la inflación podría dispararse a un increíble 629% para el año 2026. Mientras tanto, el control social se mantiene férreo mediante la cooptación de las fuerzas armadas y los tribunales.

“Quiero un cambio, pero tengo demasiado miedo para salir a protestar. Solo espero que un día la noticia simplemente sea que esto terminó”, relata una joven emprendedora de Caracas.

Pese a que ocho de cada diez venezolanos consideran urgente un cambio de gobierno, la parálisis política domina las calles. La líder opositora María Corina Machado ha declarado recientemente que “el régimen tiene los días contados”, confiando en que el bloqueo económico forzará una ruptura interna o un acuerdo de salida, especialmente con la recompensa de 50 millones de dólares que pesa sobre Maduro.

Por ahora, la estrategia del régimen consiste en resistir mediante el pago anticipado de exportaciones en criptomonedas y la esperanza de que la fatiga social mantenga a la población inerte ante las maniobras geopolíticas que se libran en el Caribe.

Fuente: Infobae

COMPARTIR ESTA NOTICIA

Facebook
Twitter

FACEBOOK

TWITTER