Científicos hallan señales biológicas del Síndrome de Fatiga Crónica

Vivir con el síndrome de fatiga crónica (SFC) o encefalomielitis miálgica ha sido, durante décadas, una lucha contra la incomprensión médica y social. Sin embargo, una investigación de vanguardia liderada por expertos de Australia e Indonesia ha logrado identificar marcadores biológicos específicos en el torrente sanguíneo, confirmando que este trastorno es una patología física real y medible.

El estudio publicado en Cell Reports Medicine demuestra que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad real y medible (Europa Press)

El estudio, publicado recientemente en la prestigiosa revista Cell Reports Medicine, representa un cambio de paradigma para millones de personas que sufren cansancio extremo y dolor muscular crónico. La investigación fue encabezada por Benjamin Heng junto a especialistas de la Universidad Macquarie, la Universidad de Nueva Gales del Sur y otras instituciones de alto nivel como el Instituto de Investigación Médica Hunter.

El fin de la «enfermedad invisible»

Los científicos de Australia e Indonesia identificaron marcadores biológicos que confirman la base física del síndrome de fatiga crónica (Freepik)

Hasta ahora, el diagnóstico de este síndrome era un proceso tortuoso de años debido a la falta de pruebas clínicas rápidas. Para romper esta barrera, los científicos utilizaron tecnología de alta precisión para analizar la energía celular, el sistema inmunitario y las proteínas sanguíneas en 61 pacientes diagnosticados y 61 personas sanas.

Las personas con síndrome de fatiga crónica presentan menor cantidad de células T efectoras, linfocitos NK y células dendríticas tipo 2 (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los resultados permitieron observar el cuadro clínico completo de la enfermedad, destacando que cerca del 20% de los afectados convive con algún grado de discapacidad derivado de este agotamiento persistente. Los investigadores se centraron en tres áreas críticas que presentan alteraciones significativas:

  • Energía Celular: Déficit en la producción de moléculas vitales.
  • Sistema Inmune: Defensas alteradas y menos eficaces.
  • Circulación Sanguínea: Presencia de proteínas vinculadas a la coagulación.

Crisis de energía a nivel molecular

El análisis integral de sangre reveló alteraciones en la energía celular y el sistema inmune de pacientes con fatiga crónica (Imagen Ilustrativa Infobae)

El hallazgo más relevante reside en la adenosina trifosfato (ATP), la molécula encargada de suministrar energía a las células. El estudio reveló que los pacientes con fatiga crónica poseen niveles inusualmente bajos de ATP en comparación con el ADP (adenosina difosfato). Esta carencia explica por qué el cansancio no desaparece ni siquiera tras largos periodos de descanso.

El modelo desarrollado por los investigadores distingue con un 91% de precisión a quienes padecen síndrome de fatiga crónica (Archivo Imagen Ilustrativa Infobae)

En el ámbito inmunológico, se detectó una reducción de células T de memoria y linfocitos NK (Natural Killer). Estas células son los «soldados» del cuerpo contra infecciones; su escasez sugiere que el sistema de defensa está comprometido, dejando a los pacientes más vulnerables ante nuevos patógenos.

Alteraciones detectadas en la sangre

El avance científico podría reducir los retrasos en el diagnóstico y mejorar la calidad de vida de los pacientes con fatiga crónica (Imagen Ilustrativa Infobae)

La investigación también arrojó datos sobre la salud vascular. Se encontraron niveles elevados de trombospondina 1 y el factor de von Willebrand, elementos que influyen en la coagulación. Esto sugiere que la sangre de quienes padecen SFC no fluye de manera óptima, afectando el bienestar general.

Indicador Analizado Estado en Pacientes con SFC
Niveles de ATP Significativamente reducidos
Células NK (Natural Killer) Disminuidas
Proteínas de Coagulación Elevadas
Precisión del Modelo 91%

Un dato revelador es que las mujeres presentaron cambios más profundos en la caída de energía y alteraciones de defensas, lo que abre una nueva línea de investigación sobre el papel de las hormonas en este trastorno.

Hacia un diagnóstico estándar en hospitales

Las mujeres con síndrome de fatiga crónica muestran una mayor disminución de energía celular y cambios inmunológicos más marcados (Freepik)

A pesar del éxito del modelo, que logra diferenciar a los enfermos con una precisión del 91%, el doctor Richard Schloeffel advierte que aún falta camino por recorrer. Antes de que esta prueba llegue a los hospitales de forma rutinaria, es necesario validar los resultados en grupos de población más diversos y en diferentes países.

El hallazgo ofrece la base para desarrollar una prueba que permita diagnosticar el síndrome de fatiga crónica en hospitales en el futuro (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este avance científico no solo promete diagnósticos más rápidos, sino que busca la aceptación total del síndrome dentro de la comunidad médica global, eliminando el estigma de que se trata de un problema puramente psicológico.

Perspectiva médica y futuro

El hallazgo de biomarcadores en sangre podría ayudar a desestigmatizar la enfermedad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Especialistas en neurología y psiquiatría coinciden en que este estudio aporta la evidencia objetiva necesaria para desmitificar la enfermedad. Al identificar una base biológica clara, se facilita el desarrollo de tratamientos específicos en lugar de solo tratar los síntomas de forma aislada, permitiendo una mejor clasificación de los pacientes y una atención más humana y eficaz.

Fuente: Infobae

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