Un reciente consenso científico impulsado por cuatro prestigiosas sociedades médicas de la región ha arrojado luz sobre la efectividad de la vacuna tetravalente TAK-003 contra el dengue. Tras una exhaustiva revisión de la evidencia clínica acumulada a nivel internacional, los expertos confirmaron que la inmunización se mantiene como una herramienta clave para frenar el impacto de esta enfermedad en la salud pública.
El documento técnico contó con el aval de especialistas en infectología, pediatría y epidemiología, quienes analizaron los resultados de seguridad y eficacia de la vacuna disponible actualmente. Los datos son contundentes respecto a la protección que ofrece el esquema de vacunación:
- 61,2% de eficacia general en la prevención del dengue confirmado por laboratorio.
- 84,1% de reducción en el riesgo de hospitalizaciones tras un seguimiento de 4,5 años.
Un panorama epidemiológico crítico
La urgencia de estas medidas preventivas responde a un incremento alarmante de los contagios. Según el informe, la temporada 2023–2024 fue particularmente devastadora, registrando más de 580.000 casos y 419 fallecimientos. Este escenario resalta que el virus ya no se limita a zonas tropicales específicas, sino que ha mostrado una expansión geográfica progresiva hacia áreas que antes se consideraban libres de riesgo.
| Indicador de Protección | Resultado del Estudio |
|---|---|
| Prevención de casos clínicos | 61,2% |
| Prevención de cuadros graves (Hospitalización) | 84,1% |
| Protección en personas que nunca tuvieron dengue | 53,5% |
La vacuna TAK-003, desarrollada por el laboratorio Takeda, es actualmente la única opción aprobada para su uso general en diversos países de la región. Su aplicación está autorizada para personas mayores de cuatro años, sin que sea requisito haber padecido la enfermedad previamente.
Esquema de aplicación y cobertura
Para lograr la protección deseada, se requiere de la administración de dos dosis con un intervalo de tres meses entre cada una. Los especialistas advierten sobre la importancia de completar el esquema, ya que las estadísticas muestran que menos del 50% de los vacunados han acudido por su segunda dosis, lo que limita la efectividad a largo plazo de la inmunización.
La doctora Analía Urueña, especialista en vacunología, destacó que el objetivo principal es «brindar una guía rigurosa que permita a los equipos de salud tomar decisiones basadas en ciencia para reducir la carga de la enfermedad en la población».
¿Qué sucede con los adultos mayores y quienes no han tenido dengue?
Una de las dudas más frecuentes es la seguridad en personas mayores de 60 años. Aunque los datos clínicos son más abundantes en poblaciones jóvenes, los expertos señalan que no se han detectado señales de alerta o riesgos emergentes en adultos mayores. No obstante, se recomienda que en este grupo la vacunación sea una decisión compartida con su médico de cabecera, evaluando cada caso de forma individual.
Para quienes nunca han tenido la infección (seronegativos), los resultados también son positivos:
- 53,5% de eficacia contra la infección confirmada.
- 79,3% de efectividad para evitar que el paciente termine en un hospital.
Seguridad y efectos secundarios
En cuanto a la seguridad, el reporte indica que los efectos adversos son generalmente leves y transitorios, tales como dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza y molestias musculares. La tasa de reacciones alérgicas graves es extremadamente baja, situándose en 1,9 casos por cada 100.000 dosis aplicadas, sin que se hayan reportado muertes vinculadas a la vacuna.
«La vacunación es una estrategia complementaria vital. No reemplaza el control del mosquito vector, pero es fundamental para evitar que los casos se vuelvan fatales», concluye el informe médico.
Finalmente, los expertos instan a la población a aprovechar los periodos de baja transmisión para iniciar la inmunización y combatir la desinformación que suele circular en redes sociales respecto a la seguridad de las nuevas vacunas.
Fuente: Infobae