La incertidumbre política en Honduras continúa. El Consejo Nacional Electoral (CNE) reactivó este domingo el escrutinio especial de 2.792 actas que presentaron inconsistencias técnicas tras los comicios del pasado 30 de noviembre. Este procedimiento es considerado la última aduana para determinar quién llevará las riendas del país en una elección marcada por la mínima diferencia entre los punteros.
Con casi la totalidad del sistema procesado, las cifras preliminares muestran una batalla voto a voto. A continuación, el estado actual de la contienda con el 99,87% de las actas computadas:
| Candidato | Partido | Porcentaje |
|---|---|---|
| Nasry “Tito” Asfura | Partido Nacional | 40,29% |
| Salvador Nasralla | Partido Liberal | 39,56% |
| Rixi Moncada | Libre | 19% |
El proceso de revisión se detuvo temporalmente debido a fricciones internas en el pleno del CNE. Las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López habían alertado sobre bloqueos y dificultades externas que impedían la fluidez del conteo, lo que generó un vacío de información durante el fin de semana.
Un botín de 900.000 votos en juego
El analista político Luis León subrayó que el volumen de sufragios contenidos en estas actas con inconsistencias asciende a cerca de 900.000 votos. Según el experto, este número es lo suficientemente alto como para «confirmar o revertir los resultados actuales», lo que obliga a una revisión minuciosa para evitar que escalen las denuncias de fraude.
La situación ha reavivado las críticas estructurales hacia el sistema electoral hondureño. León insiste en que el país requiere una reforma profunda donde los partidos políticos dejen de tener el control directo sobre el conteo de los votos. «Los entes integrados por cuotas partidarias han perdido la confianza de la ciudadanía», enfatizó.
Vigilancia internacional y clima de tensión
El Centro Logístico Electoral es hoy el epicentro de la atención nacional. Bajo la lupa de observadores internacionales y fiscales de todos los partidos, se busca garantizar la trazabilidad de cada voto recuperado. Para el analista Josué Murillo, la legitimidad de quien resulte ganador pende de un hilo si no se demuestra transparencia absoluta en esta etapa.
«La institucionalidad nos ha fallado a lo largo de esta contienda. El recuento debe realizarse con celeridad y sin interferencias políticas para que el ganador tenga el respaldo del pueblo y no de acuerdos de cúpulas», manifestó Murillo.
Pese a que el partido Libre ha cuestionado las cifras preliminares, la presidenta Xiomara Castro emitió un mensaje de calma, asegurando que respetará el fallo oficial del organismo electoral y que la transición del 27 de enero de 2026 se llevará a cabo de forma ordenada y pacífica.
El CNE tiene como plazo legal hasta el 30 de diciembre para realizar la proclama oficial de resultados, que no solo incluye la Presidencia, sino también 128 diputados, 298 alcaldías y representantes al Parlamento Centroamericano.
Fuente: Infobae