En una maniobra estratégica que eleva la presión sobre los grupos extremistas en el Medio Oriente, el ejército de Israel confirmó la captura de un presunto operativo vinculado al Estado Islámico (ISIS). La operación terrestre se ejecutó en la localidad de Rafid, situada en el sur de Siria, tras lo cual el sospechoso fue trasladado a suelo israelí para enfrentar procesos judiciales.
Versiones encontradas en la frontera
Aunque el mando militar israelí detalló el éxito de la incursión, los medios estatales de Siria reportaron movimientos de tropas en la región fronteriza de Quneitra, pero evitaron mencionar la detención de algún individuo. Esta discrepancia resalta la complejidad diplomática y la falta de transparencia que domina las acciones transfronterizas en esa zona del mundo.
La respuesta de Washington tras el ataque en Palmira
La actividad militar no se limita a Israel. Estados Unidos ha intensificado drásticamente sus bombardeos tras el atentado del 13 de diciembre en Palmira, que cobró la vida de tres efectivos estadounidenses. El Comando Central de EE. UU. (Centcom) informó sobre una serie de ataques aéreos masivos que incluyeron:
- Uso de más de 100 municiones de precisión.
- Destrucción de 70 objetivos estratégicos, incluyendo infraestructuras y depósitos de armas.
- Un balance de 23 terroristas neutralizados (entre muertos y detenidos) en los últimos diez operativos conjuntos.
Bajas clave en la estructura yihadista
Según reportes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, los bombardeos se concentraron en las provincias de Homs, Raqa y Deir Ezzor. Entre los fallecidos se encontraría el líder de una célula especializada en el manejo de drones, una herramienta tecnológica que el Estado Islámico ha intentado perfeccionar para sus ataques.
Por su parte, el gobierno de Jordania manifestó su total respaldo a estas intervenciones. El ejército jordano enfatizó que estas acciones son necesarias para evitar que el sur de Siria sea utilizado como plataforma para exportar el terrorismo y amenazar la estabilidad regional.
Resiliencia en el desierto
A pesar de que el grupo terrorista perdió su dominio territorial años atrás, mantiene una preocupante capacidad operativa en las vastas zonas desérticas. La situación se ha vuelto políticamente sensible para Damasco, ya que el autor del ataque en Palmira era un miembro de las propias fuerzas de seguridad sirias, supuestamente influenciado por ideologías extremistas.
«Esta es una represalia muy seria», sentenció el presidente Donald Trump al referirse a la magnitud de los bombardeos recientes, subrayando el compromiso de su administración por erradicar las amenazas yihadistas remanentes.
La comunidad internacional permanece alerta ante la reconstrucción de células de ISIS, un desafío que obliga a una vigilancia constante por parte de las potencias globales y los países vecinos en territorio sirio.
Fuente: Infobae