Grasa abdominal y debilidad muscular: el combo que acecha a mayores de 50

Lo que muchos consideran un proceso natural del envejecimiento es, en realidad, una señal de alarma crítica para la medicina moderna. La coexistencia de grasa abdominal acumulada y la pérdida de masa muscular, fenómeno conocido técnicamente como obesidad sarcopénica, se ha revelado como una amenaza letal que incrementa drásticamente las probabilidades de fallecimiento en personas que superan los 50 años.

¿Qué es la obesidad sarcopénica y por qué es tan peligrosa?

Este cuadro clínico no se limita a un cambio estético; representa un deterioro funcional profundo. La obesidad sarcopénica ocurre cuando el cuerpo presenta un exceso de tejido adiposo en la zona media simultáneamente con una reducción severa del tejido muscular. Esta dualidad fragiliza al individuo, aumenta la probabilidad de caídas y compromete seriamente su autonomía física.

La peligrosidad radica en que, mientras la grasa fomenta una inflamación crónica en el organismo, la falta de músculo deja al cuerpo sin defensas metabólicas para combatir enfermedades o recuperarse de lesiones. El resultado es un círculo vicioso de deterioro funcional y vulnerabilidad extrema.

La obesidad sarcopénica compromete la autonomía, aumenta la fragilidad y expone a los adultos mayores a caídas y enfermedades asociadas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Resultados de una investigación de 14 años

Un extenso análisis basado en datos del Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (ELSA), que monitoreó a 5.440 participantes durante más de una década, arrojó cifras contundentes sobre los riesgos de mortalidad según la condición física de los adultos mayores:

Condición Física Incremento del Riesgo de Muerte
Obesidad Sarcopénica (Grasa + Falta de músculo) 83%
Únicamente Baja Masa Muscular 40%
Únicamente Obesidad Abdominal Sin cambio significativo

Los datos subrayan que la verdadera amenaza no es solo el sobrepeso, sino la pérdida de fuerza y músculo que lo acompaña. Es la sinergia de ambos factores lo que eleva la mortalidad a niveles alarmantes.

La obesidad abdominal aislada no incrementa la mortalidad, pero su combinación con sarcopenia multiplica el riesgo de complicaciones graves (Imagen Ilustrativa Infobae)

El impacto en el metabolismo

La Dra. Valdete Regina Guandalini, investigadora y experta en el área, señala que el exceso de grasa no es un tejido pasivo. Este tejido intensifica los procesos catabólicos, lo que acelera la destrucción del músculo y afecta el equilibrio endocrino e inmunológico. La infiltración de grasa en las fibras musculares reduce su calidad, limitando la capacidad de las personas para realizar tareas cotidianas.

“El exceso de grasa intensifica procesos inflamatorios y catabólicos, lo que agrava la pérdida muscular y repercute en el funcionamiento metabólico y endocrino”, explican los expertos sobre este deterioro progresivo.

Cómo identificar el riesgo en casa y en consulta

Afortunadamente, la ciencia propone métodos accesibles para detectar este riesgo sin necesidad de equipos de alta tecnología. Los criterios establecidos para identificar la obesidad abdominal y la sarcopenia son:

  • Circunferencia de cintura: Riesgo si es mayor a 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres.
  • Masa muscular esquelética: Se mide a través de ecuaciones clínicas; índices menores a 9,36 kg/m² en varones y 6,73 kg/m² en mujeres son señales de alerta.

La promoción de alimentación saludable y ejercicio físico es clave para prevenir la obesidad sarcopénica y preservar la calidad de vida (Imagen Ilustrativa Infobae)

Prevención: La clave está en el movimiento

Para los especialistas, el hallazgo es una oportunidad para la intervención temprana. La implementación de rutinas de ejercicio físico, especialmente de fuerza, junto con una orientación nutricional adecuada, pueden revertir o frenar este proceso. Mantener el músculo activo es, hoy más que nunca, una garantía de una vida más larga y con mayor bienestar para la población adulta en Ecuador y el mundo.

Incluir estas mediciones sencillas en los chequeos de rutina podría ser la diferencia entre un envejecimiento dependiente y una vejez plena y saludable.

Fuente: Infobae

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