En una respuesta contundente a un ataque que segó la vida de tres ciudadanos estadounidenses, las fuerzas militares de Estados Unidos han iniciado una operación de gran envergadura en territorio sirio. El anuncio fue realizado por el jefe del Pentágono, quien detalló que la misión, denominada «Operación Ataque Ojo de Halcón», tiene como objetivo erradicar a los combatientes, la infraestructura y el arsenal del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).
El incidente que detonó esta acción militar ocurrió el pasado 13 de diciembre, cuando un presunto integrante de ISIS arremetió contra un convoy conjunto de efectivos estadounidenses y sirios en la ciudad de Palmira. El saldo fatal incluye a dos soldados del Ejército de EE.UU. y un intérprete civil. El atacante fue neutralizado posteriormente por fuerzas aliadas, según informó el Mando Central Militar estadounidense (CENTCOM).
El ataque se produjo en un momento delicado, poco más de un mes después de que Siria formalizara un acuerdo de cooperación política con la coalición anti-ISIS liderada por Estados Unidos. Este acercamiento había coincidido con una visita oficial del presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, a la Casa Blanca.
Fuentes locales, citadas por medios internacionales, sugieren que el agresor podría haber sido un miembro de las propias fuerzas de seguridad sirias. Sin embargo, el portavoz del Ministerio del Interior sirio, Noureddine el-Baba, aclaró que el individuo no ostentaba un cargo de liderazgo y que se estaba evaluando la posibilidad de que albergara «ideas extremistas». Según El-Baba, Siria había alertado previamente sobre posibles amenazas de ISIS en la región, señalando una presunta falta de atención por parte de las fuerzas de la coalición a dichas advertencias.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó enérgicamente el atentado a través de su plataforma digital, prometiendo una «represalia muy seria» y lamentando la pérdida de «tres grandes patriotas». Trump calificó el suceso como un «ataque terrible».
Por su parte, el embajador estadounidense en Turquía y enviado especial a Siria, Tom Barrack, expresó sus condolencias y deseó una pronta recuperación a los soldados sirios heridos. Barrack reiteró el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo en colaboración con sus socios sirios.
Los efectivos heridos fueron trasladados vía aérea a una base estadounidense ubicada en la región de Al-Tanf, cercana a la frontera con Irak. La coalición internacional, liderada por Estados Unidos, mantiene una presencia activa en Siria, realizando operaciones aéreas y terrestres contra objetivos del Estado Islámico, a menudo en coordinación con las fuerzas locales. En paralelo, el gobierno sirio ha intensificado sus esfuerzos, con una reciente campaña de detenciones que ha resultado en el arresto de más de 70 personas bajo sospecha de vínculos con el grupo extremista.
Actualmente, Estados Unidos mantiene personal militar desplegado en el noreste de Siria, apoyando una fuerza local kurda en su lucha contra organizaciones yihadistas, una iniciativa que se ha prolongado durante la última década.
Fuente: Infobae