Fuentes de inteligencia ucraniana han confirmado una audaz operación marítima en aguas internacionales del Mediterráneo. Se trata de un ataque con drones dirigido contra un petrolero ruso, identificado como parte de la llamada “flota fantasma”. El buque, según los informes, se encontraba sin carga en el momento del incidente.
Esta acción es descrita por una fuente del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) como una “nueva operación especial sin precedentes”. Subrayan que este marca el primer ataque de Kiev contra un petrolero ruso en el mar Mediterráneo, una operación llevada a cabo a una considerable distancia, aproximadamente a 2.000 kilómetros de las fronteras ucranianas.
La agencia de noticias Ukrinform ha detallado la intervención, señalando que el grupo “Alpha” del SBU ejecutó el ataque empleando drones aéreos. El objetivo fue el petrolero ruso denominado “Qendil”, perteneciente a la flota que Rusia utiliza para evadir sanciones.
Es crucial destacar que, al momento del ataque, el petrolero “no transportaba ninguna carga”. Por esta razón, las autoridades ucranianas enfatizan que “este ataque no representó ninguna amenaza para la situación ecológica de la región”.
Desde Ucrania se recuerda que este tipo de embarcaciones, como el petrolero atacado, son empleadas por Rusia para eludir las sanciones internacionales y, consecuentemente, obtener fondos destinados a financiar la guerra en Ucrania.
Una fuente del SBU afirmó contundentemente que, bajo la perspectiva del derecho internacional y las leyes de la guerra, “este es un objetivo absolutamente legítimo para el SBU”. Añadió con firmeza: “El enemigo debe comprender que Ucrania no se detendrá y lo derrotará en cualquier parte del mundo, dondequiera que esté”.
Como resultado directo de la operación ucraniana, el petrolero “Qendil” ha sufrido daños críticos, imposibilitando su uso para los fines previstos.
Rusia Reacciona en Conferencia Anual de Putin
El ataque ucraniano al petrolero ruso se produjo en un momento particularmente sensible: la celebración de la tradicional conferencia de prensa anual del presidente Vladimir Putin.
Durante su intervención, el mandatario ruso no descartó la posibilidad de avances en negociaciones de paz. Sin embargo, su discurso se centró en afirmar que las tropas rusas están logrando avances a lo largo de toda la línea de contacto en Ucrania, asegurando un control parcial sobre varias ciudades clave y describiendo al enemigo como “en retirada en todos los frentes”.
Putin destacó la situación en regiones como Donetsk y Járkov, y reiteró la disposición de Rusia para negociar la paz, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones específicas.
Detalló que las fuerzas rusas mantienen el control del 50% de las ciudades de Mirnograd (anteriormente conocida como Dimitrov) y Kostiantínivka, ambas situadas en la región de Donetsk.
Según sus declaraciones, Mirnograd se encontraría completamente rodeada, con tropas ucranianas intentando dispersarse en pequeños grupos. En cuanto a Kostiantínivka, el presidente expresó confianza en que el ejército ruso consolidará su dominio total sobre la localidad.
Respecto a Járkov, Putin aseguró que Kúpiansk ha estado bajo control ruso por varias semanas. Las fuerzas en esta área estarían concentradas en neutralizar a las tropas ucranianas atrincheradas en la orilla izquierda del río Oskil, donde, según datos rusos, existen unos 15 batallones ucranianos cercados, equivalentes a aproximadamente 3.500 militares.
En Pokrovsk, también en Donetsk, el presidente ruso afirmó que el ejército ucraniano está realizando intentos infructuosos por recuperar posiciones, sin éxito hasta el momento.
Putin insistió en que Ucrania está sufriendo “grandes pérdidas” en todos estos frentes y que sus reservas estratégicas se están agotando. Considera que esta situación podría ser un factor que impulse a Kiev a buscar una solución pacífica al conflicto.
Durante la conferencia, Putin mencionó haber recibido indicios de que Ucrania podría estar dispuesta a iniciar algún tipo de diálogo para poner fin a la guerra. No obstante, enfatizó que Kiev aún no acepta debatir la cuestión territorial, que él identifica como el principal obstáculo en las negociaciones.
El mandatario reiteró que Rusia se mantiene abierta a la resolución pacífica del conflicto, siempre que se respeten los principios ya expuestos por Moscú, incluyendo la retirada de las fuerzas ucranianas de las cuatro regiones que fueron anexionadas por Rusia en 2022.
Fuente: Infobae