La conexión con la naturaleza, especialmente con sus espacios verdes y azules, ha sido consistentemente ligada a mejoras en la salud mental. Sin embargo, la ciencia ahora revela que no solo el entorno visual, sino también los sonidos de la naturaleza, como el murmullo del agua y, sorprendentemente, el canto de las aves, juegan un papel crucial en nuestra relajación y bienestar emocional.
Estudios recientes, publicados en importantes revistas científicas, han puesto de manifiesto que la exposición a audios grabados en entornos naturales produce efectos notables. Entre los principales hallazgos se destaca un significativo incremento en el bienestar general y una profunda sensación de relajación. Asimismo, se observa un aumento en los estados de ánimo positivos, acompañado de una marcada disminución de las emociones negativas tras escuchar estos sonidos.
El poder sanador del canto de las aves

La investigación científica ha avanzado en la comprensión del impacto directo que el canto de las aves tiene sobre nuestra salud mental. Un estudio realizado por Scientific Reports analizó los registros de 1300 personas a lo largo de dos semanas. Los resultados fueron reveladores: aquellos participantes que reportaron haber visto u oído aves experimentaron un mayor bienestar mental, incluso superando los beneficios percibidos al estar cerca de espacios verdes o azules.
Otro estudio publicado en la misma revista profundizó en este fenómeno. 295 participantes fueron expuestos durante seis minutos al canto de pájaros a través de auriculares. Las conclusiones fueron claras: quienes escucharon estos sonidos reportaron sentirse significativamente menos deprimidos, ansiosos y paranoicos. La investigación comparó el efecto de los paisajes sonoros urbanos, como el ruido del tráfico, con los sonidos naturales, hipotetizando y confirmando que el canto de las aves genera mejoras sustanciales en el estado de ánimo y la cognición.

Los autores del estudio destacaron: «Escuchar cantos de aves, independientemente de su diversidad, mejora la ansiedad, mientras que el ruido del tráfico, también independientemente de su diversidad, se relaciona con una mayor depresión. Además, por primera vez, se demostraron efectos beneficiosos de los paisajes sonoros del canto de aves, que reducen la paranoia«.
La Universidad Politécnica Estatal de California también aportó evidencia a esta conexión. Mediante la instalación de altavoces en senderos y la reproducción de un «coro fantasma» de aves, los científicos observaron que la riqueza de sonidos naturales potencia los beneficios psicológicos, corroborando los hallazgos previos y reforzando la idea de que la diversidad sonora de la naturaleza es clave para nuestro bienestar.
¿Por qué los sonidos naturales nos calman?

Expertos como el psicólogo Marco Murueta explican que el sonido de entornos naturales como los bosques tiene la capacidad de relajar la actividad cerebral y el sistema nervioso autónomo. Esto se debe a que los estímulos son rítmicos, lo que induce a un estado de serenidad. Los sonidos del agua, por ejemplo, tienden a crear una homogeneidad en el flujo de las ondas cerebrales, generando un efecto positivo.
Particularmente, los sonidos de las aves han demostrado una alta efectividad para reducir el malestar asociado al estrés y la ansiedad. Los resultados de investigaciones publicadas en la prestigiosa revista PNAS confirman que escuchar el canto de los pájaros puede ser una herramienta valiosa para la gestión de emociones negativas. Los investigadores concluyen firmemente que los sonidos naturales mejoran la salud, incrementan el afecto positivo y reducen el estrés y las molestias.
Avifauna sonora en Argentina

En Argentina, la diversidad de aves es asombrosa, con aproximadamente 1100 especies registradas. Solo en la ciudad de Buenos Aires, se contabilizan 361 especies. Entre las más comunes y cuyas melodías podemos disfrutar en plazas, parques y calles se encuentran:
- Benteveo
- Calandria grande
- Caburé chico
- Cabecitanegra
- Carancho
- Cardenal copete rojo
- Carpintero real
- Chimango
- Chingolo
- Gavilán mixto
- Cotorra
- Golondrina Parda
- Gorrión
- Hornero
- Jilguero dorado
- Picabuey
- Picaflor
- Torcaza común
- Tordo músico
- Tordo renegrido
- Zorzal colorado
Fuente: Infobae