Una profesional de la salud con más de una década de experiencia ha dado un giro radical a su vida, abandonando la gratificante pero demandante labor de enfermería para adentrarse en el mundo empresarial. Con 38 años, esta estadounidense decidió explorar un camino diferente, encontrando el éxito y una considerable fortuna en un sector poco convencional: las lavanderías automáticas.
Lo que comenzó como una modesta inversión en octubre de 2020 se ha transformado en un próspero negocio que, tras cinco años de dedicación, le permite a esta emprendedora disfrutar de una notable libertad financiera. Hoy en día, su antigua profesión parece un recuerdo lejano, ya que su negocio le genera ingresos anuales superiores a los 500.000 dólares, dedicando tan solo unas cinco a seis horas semanales a su gestión. «Ahora solo trabajo entre cinco y seis horas a la semana», asegura la empresaria.
Sin embargo, este logro no fue un camino fácil. La empresaria recalca que el éxito actual es el resultado de cinco años de arduo trabajo y perseverancia. La recompensa, sin duda, ha valido la pena: «Es la primera vez que puedo volver a casa por Navidad, tener cada fin de semana libre», confiesa con satisfacción.
El Sacrificio Detrás del Emprendimiento

Tras trece años dedicados a la enfermería, y buscando una transición profesional sin la necesidad de volver a cursar estudios superiores, Cami identificó la creación de un negocio propio como su vía de escape laboral. «Sabía que mi única salida del trabajo era tener un negocio», comparte. Tras evaluar diversas opciones, desde el alquiler de almacenes hasta parques de casas modulares, el anuncio de una lavandería en venta captó su atención.
Un contacto cercano la conectó con el propietario de dos establecimientos de lavandería, quien la impulsó a invertir en este sector. Las palabras de este mentor resonaron profundamente en ella: «Si pudiera volver atrás, no iría a la universidad ni haría un máster. Solo compraría lavanderías, porque las lavanderías son sinónimo de dinero».
Para materializar su sueño, Cami decidió arriesgarlo todo. En abril de 2020, vendió su casa por 310.000 dólares, mudándose a un apartamento alquilado. Tras liquidar la hipoteca, contó con aproximadamente 150.000 dólares de capital, al que sumó 50.000 dólares de sus ahorros, realizando un pago inicial de 200.000 dólares en octubre de 2020. El saldo restante de 100.000 dólares fue financiado directamente por el vendedor a un 6% de interés anual, deuda que logró saldar en año y medio. «Vender mi casa no fue algo que me asustara. Me ilusionaba más ser propietaria de un negocio que de una vivienda», afirma.
El local, con más de veinte años de trayectoria, ya operaba de manera rentable al momento de su adquisición. Cami invirtió 20.000 dólares en mejoras, enfocándose en la iluminación, el suelo y la pintura para crear un ambiente más atractivo y acogedor.
Reconoce que su principal desafío inicial fue la falta de experiencia en gestión y liderazgo. Sin embargo, a través de un proceso de autoaprendizaje intensivo, recurriendo a podcasts, libros especializados y asistiendo a conferencias, fue adquiriendo paulatinamente los conocimientos necesarios para dirigir el negocio.
El Potencial Económico de una Lavandería en Estados Unidos
Los precios en su lavandería varían, con opciones como ciclos de secado por 25 centavos (aproximadamente 0.23 euros) por siete minutos, hasta cargas completas en lavadoras de gran capacidad por 12 dólares (unos 11 euros). El servicio de recogida y entrega a domicilio se ajusta a las tarifas según la complejidad del encargo.
Datos del sector, como los proporcionados por The Laundry Association, sugieren que una lavandería promedio puede generar un flujo de caja anual que oscila entre 15.000 y 300.000 dólares. Sin embargo, el caso de Cami supera estas cifras con creces. El último año, su negocio facturó 475.000 dólares, a lo que se suman cerca de 30.000 dólares provenientes del alquiler de un local contiguo ocupado por una peluquería. En total, sus ingresos anuales alcanzan los 505.000 dólares (aproximadamente 430.000 euros).
La estrategia de marketing digital también ha demostrado ser una fuente de ingresos adicional. Durante los primeros seis meses de 2024, Cami obtuvo alrededor de 22.000 dólares por su contenido en redes sociales, y proyecta alcanzar los 200.000 dólares en 2025 (alrededor de 184.500 euros).
Con esta proyección, Cami estima que podría jubilarse en unos seis o siete años, o bien mantener la propiedad delegando la gestión operativa. Otra de sus visiones a futuro incluye la adquisición de una segunda lavandería, ya sea comprando un negocio existente o abriendo uno nuevo, con el objetivo de expandir su portafolio y venderlo posteriormente con beneficios.
Si bien admite extrañar la camaradería del entorno hospitalario, Cami valora enormemente la flexibilidad y el equilibrio que su nueva faceta profesional le otorga. «Ya no tengo que pedir permiso a un jefe o a un responsable para hacer un viaje inesperado o cualquier otra cosa. Mi libertad de tiempo ha cambiado por completo», destaca.
Fuente: Infobae