La reciente docuserie de Taylor Swift, «The Eras Tour Film», nos abre una ventana sin precedentes a la vida de la superestrella, revelando momentos de profunda emoción y agotamiento. En el primer episodio, las cámaras captan a la intérprete de éxitos mundiales justo antes de subir al escenario de un abarrotado estadio de Wembley. Ataviada con uno de sus icónicos trajes brillantes, Swift se sienta en un discreto sofá, visiblemente conmovida, hasta el punto de derramar lágrimas. Su madre, Andrea Swift, se acerca con un pañuelo, ofreciendo palabras de consuelo: «Sé que los ayudaste… aunque no parezca, sé que los ayudaste».
Este emotivo instante se produjo tras un encuentro privado con supervivientes y familiares de víctimas de una tragedia ocurrida semanas antes en Southport, Inglaterra. Un joven irrumpió en una clase de baile temática de Taylor Swift, cobrando la vida de tres niñas. Poco después, la artista se vio obligada a cancelar conciertos en Viena ante la amenaza de un atentado terrorista. Swift reflexiona sobre la presión: «Mentalmente, vivo en una realidad que la mayor parte del tiempo es muy irreal. Pero mi trabajo es manejar todos estos sentimientos y luego animarme de inmediato para actuar. Así tiene que ser». Segundos después, aparece en escena, sonriente ante miles de fans eufóricos.

La Eras Tour 2023-24 no solo ha sido un fenómeno, sino la gira de conciertos más exitosa de la historia, superando los 2 mil millones de dólares en ingresos y revitalizando las economías locales en cada ciudad visitada. La inclusión temprana de este momento de vulnerabilidad en «The Eras Tour Film», un documental de seis episodios que se estrenó en Disney+, subraya la dualidad de la artista: ofrecer un escape de la realidad para millones, mientras enfrenta sus propios horrores personales.
La serie marca la primera vez que Taylor Swift aborda públicamente la tragedia de Southport y los eventos de Viena. Aunque emitió comunicados escritos en su momento, su estatus de celebridad la somete a un escrutinio y aislamiento difíciles de comprender. Antes de reunirse con las familias de Southport, las cámaras la muestran conversando con su amigo Ed Sheeran, quien la acompañaría esa noche. Swift, aún afectada por la cancelación de conciertos en Viena y con un descanso de dos meses tras sus presentaciones en Londres, confiesa sentir «la necesidad de ir a algún lugar donde nadie pueda encontrarme. No quiero que me rastreen como a un animal. Últimamente me he sentido muy cazada». Sheeran, solidario, le recuerda: «Siento que la gente ha olvidado que también eres un ser humano en medio de todo esto». La tranquilidad no llega hasta que su mánager, Robert Allen, le asegura que «no pasó nada malo» durante su actuación.
La idea de la Eras Tour nació, según explica la propia Swift, de dos experiencias significativas: la controvertida venta de sus grabaciones maestras a Scooter Braun, que la impulsó a regrabar sus primeros seis álbumes y a celebrar su legado, y la pandemia, que canceló sus conciertos de 2020, generando una demanda reprimida por experiencias en vivo. Aún así, la artista se muestra sorprendida por el nivel de interés desatado, que generó un verdadero «caos» en la venta de entradas, tal como se refleja en breves fragmentos de noticieros mostrados en el documental.
El bajista Amos Heller, colaborador de Swift desde 2007, reflexiona sobre el fenómeno: «Es solo un espectáculo, es solo música, pero aquí está ocurriendo algo más profundo». La teoría de la artista atribuye el éxito a su discografía diversa, capaz de abarcar «todos los extremos dramáticos» de la vida, provocando así sentimientos de «alegría» y «euforia».

Una Gira Abrumadora
Los dos primeros episodios detallan la magnitud de la producción de la Eras Tour, desde los bocetos iniciales del escenario y el vestuario, hasta los ensayos y el aprendizaje de nuevo repertorio, incluyendo el impacto del álbum The Tortured Poets Department. Swift revela que inició su entrenamiento físico seis meses antes de los ensayos, mientras que su equipo tuvo semanas para dominar la música y la coreografía. Incluso se añade una coreografía para una colaboración especial con Florence Welch.
En un momento del documental, un miembro del equipo comenta a Swift que algunos técnicos de sonido se tatuaron símbolos en honor a la gira. La mención de la imagen de la Parca lleva a su madre a sugerir, con humor, que los espectáculos «casi los matan».
La Recompensa de la Gratitud
La serie confirma los rumores sobre las generosas bonificaciones de Taylor Swift a su equipo, incluyendo 100 mil dólares a cada conductor de camión. El documental la muestra escribiendo notas de agradecimiento personalizadas, selladas con cera. Agradece a sus bailarines de apoyo, y a uno de ellos, Kameron Saunders, se le pide leer un poema que aparecería en los sobres: «Viajamos por el mundo como nos propusimos. Deslumbramos al público, pero también extrañamos a la familia. Mi gratitud total no viene de un banco. Pero aquí tienes solo para decir gracias. Con amor, Taylor». Los jadeos de asombro y las lágrimas de los bailarines sugieren una suma considerable.

Travis Kelce, el Primer Fan
La relación entre Taylor Swift y el jugador de fútbol americano Travis Kelce se vislumbra en la docuserie. Él la había elogiado previamente en su pódcast, llamándola «la mejor compositora del mundo». En una escena, Swift recibe una llamada de Kelce mientras se dirige a Wembley. Él expresa admiración por la capacidad de Swift y Ed Sheeran para memorizar y ejecutar un popurrí complejo ante decenas de miles de personas, a lo que ella responde comparándolo con la memorización de «36.000 jugadas» en el fútbol americano: «Es lo mismo».
Preguntas en el Aire
Si bien las Swifties esperaban respuestas a preguntas clave como la ausencia de su álbum debut en las «eras» o la reducida presencia de Speak Now, la docuserie parece centrarse más en la logística de la gira que en la preparación detallada. Sin embargo, ofrece un vistazo al interior del carrito de limpieza utilizado para transportar a Taylor Swift al escenario cada noche.
Fuente: Infobae