Temporada de compras, temporada de plástico: el precio ambiental de las festividades

La temporada navideña y de fin de año en Ecuador se caracteriza por un auge en las compras, celebraciones y actividades sociales. Sin embargo, lo que muchas veces pasa desapercibido es el enorme costo ambiental que esto implica, especialmente en términos del incremento del consumo de plásticos de un solo uso. Esta problemática que afecta a las zonas urbanas del país también impacta directamente a ecosistemas frágiles como el de las Islas Galápagos, que terminan recibiendo una parte significativa de estos residuos, arrastrados por ríos y corrientes marinas desde el continente.

Según el Municipio de Guayaquil, en esta ciudad se recolectan diariamente unas 2.600 toneladas de basura, mientras que en Quito, la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (EMASEO) reporta un promedio cercano a las 2.000 toneladas al día. Estas cifras, ya de por sí elevadas, tienden a incrementarse notablemente durante la temporada festiva, reflejando el fuerte impacto que las celebraciones tienen en la producción de desechos urbanos a nivel nacional.

Recomendaciones para unas festividades más sostenibles: 

Las festividades no tienen porqué estar reñidas con el cuidado del planeta. A continuación Galapagos Guardians brinda recomendaciones con ideas prácticas para que la ciudadanía pueda celebrar con conciencia:

Fomentar la conciencia de compra: Antes de adquirir un producto, es importante preguntarse si realmente es necesario, si viene en un empaque reutilizable o si existe una alternativa más sostenible. Comprar con intención es una forma efectiva de reducir el desperdicio desde el origen.

Reciclar correctamente: Separar los residuos adecuadamente permite que materiales como plástico, cartón, vidrio y aluminio puedan reincorporarse al ciclo productivo. Conocer los puntos de reciclaje disponibles en la ciudad y mantener una correcta clasificación en casa es fundamental.

Reemplazar las decoraciones festivas de un solo uso por opciones sostenibles: Aunque sean visualmente atractivos, los globos son altamente contaminantes. Se recomienda utilizar decoraciones hechas con papel reciclado, telas, materiales naturales o luces LED que puedan volver a usarse año tras año.

Reducir y evitar plásticos de un solo uso: Usar bolsas reutilizables, evitar vajillas descartables, optar por botellas recargables y rechazar productos sobreempaquetados son acciones simples que disminuyen significativamente la generación de residuos plásticos.

Usar envoltorios reutilizables o reciclables: Optar por envolver los regalos en telas, periódicos decorados, cajas reutilizadas o frascos de vidrio es más amigable con el ambiente. Lo importante está en el gesto, no en el exceso de empaques.

Promover celebraciones con menos consumo y más significado: Una cena familiar sin desechables, un intercambio de regalos con objetos reutilizados o regalar experiencias (como talleres o paseos) son formas de disfrutar las festividades con un enfoque más consciente y sostenible.

Difundir el mensaje en el entorno cercano: Conversar con amigos, familiares o compañeros sobre estas prácticas ayuda a construir una cultura de consumo más responsable. Cada cambio individual puede influir en el comportamiento colectivo.

Para Andrea Lema, Directora País de Ichthion y Galapagos Guardians, repensar la forma de celebración es vital para el planeta. “En tiempos donde cada acción individual suma, las festividades deben ser vistas como una oportunidad para celebrar con conciencia. Disminuir el uso de plásticos, reutilizar recursos y optar por alternativas más sostenibles no significa perder la esencia de estas celebraciones, sino darles un nuevo sentido: uno que respete y proteja el entorno que compartimos. De esta forma colaboramos con el objetivo de evitar que más plásticos lleguen a ríos y océanos”, señala la experta.

Reducir el impacto ambiental durante las festividades no requiere grandes sacrificios a nivel individual, sino pequeños cambios con gran efecto. Detrás de cada compra, cada regalo y cada decoración, existe una decisión que puede contribuir a construir un futuro más limpio, más justo y más responsable para todos.

 

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