El seleccionado argentino volverá al lugar en donde empezó su saga ganadora de los últimos dos años con la obtención de la Copa América en 2021, Brasil y su mítico escenario, el estadio Maracaná, para enfrentar a un disminuido y convulsionado representativo local por la sexta fecha de Eliminatorias, en la que los dirigidos por Lionel Scaloni son líderes y los de Fernando Diniz se ubican quintos.
“Volando a Río” fue una película de época de mediados de los años 30 que catapultó a la fama a dos icónicos bailarines estadounidenses como Ginger Rogers y Fred Astaire, cuyo objetivo en la trama del film era impedir en esta ciudad carioca una boda, algo muy parecido, obviamente en términos futboleros, a lo que desde las 21.30 Argentina tiene la gran chance de lograr ante los brasileños.
Y esto pasa no solamente por repetir en el Maracaná una victoria sobre Brasil como la alcanzada el 10 de julio de 2021 (1 a 0, con gol de Ángel Di María, en la final de la Copa América), sino porque está ante la gran oportunidad de despojar a los dueños de casa de una de las pocas marcas importantes que les quedan en Eliminatorias: su invicto como locales.
Por eso, no solamente el segundo triunfo consecutivo en el estadio “mais grande do mundo” será histórico, sino justamente lo que vendrá aparejado con ello, y máxime con Argentina luciendo su condición de vigente campeón del mundo.
Para los capitaneados por Lionel Messi esta ocasión luce inmejorable, es un “aquí y ahora”, ya que su último rival de este 2023 llega muy golpeado a este compromiso, con tres partidos sin ganar y las últimas dos derrotas en fila frente a Uruguay y Colombia. Previamente había empatado con Venezuela como local.
Esto provocó que la indefinida situación de Diniz, quien cumple un aparente interinato de larga duración mientras se espera para el año próximo la llegada del italiano Carlo Ancelotti, que se desvincularía de Real Madrid, sea cada vez más complicada por los cuestionamientos que recibe desde todos los sectores de la opinión pública y los medios locales el también entrenador de la Copa Libertadores con Fluminense.
Y esta tarea “part time” se le dificulta sobremanera a partir de que media docena de las principales figuras de la selección están lesionadas y no podrá contar con ellas para el superclásico sudamericano.
Esos seis ausentes con nada menos que los “Juniors”, Neymar y Vinicius, los dos principales referentes de su ataque, a los que se suma Richarlison, más el “equilibrista de la mitad de la cancha”, Casemiro, y dos puntales de su defensa como el arquero Everton y el central Danilo. Demasiado para sostener en el tiempo una estructura de juego sólida.
Y a todo esto le sumará Argentina, con otro triunfo, “sacarse de encima” los rubores de la derrota sufrida frente al Uruguay de Marcelo Bielsa en la Bombonera el jueves pasado, cuando mostró algunos puntos flacos tanto en lo individual como en lo colectivo, lo que lo hizo sucumbir ante un conjunto oriental más joven y más dinámico.
Este partido también representa la disputa de un partido de Eliminatorias entre ambos protagonistas del “superclásico sudamericano” en Brasil después de ocho años, puesto que en la clasificación para Qatar 2022 el encuentro que debía desarrollarse en San Pablo fue interrumpido apenas cinco minutos después de comenzado, cuando un funcionario de ANVisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) ingresó al campo.
La prevención sanitaria imperante a raíz de la pandemia de coronavirus aun en ese mes de septiembre de 2021 hizo que finalmente el partido no continuara y la delegación argentina regresó a Ezeiza sin jugar.
Y finalmente ese partido nunca más se disputó, porque los puntos que hubieran sumado uno u otro equipo no habrían tenido incidencia alguna en la clasificación de ambos para el Mundial qatarí.
Entonces, en un hecho inédito, un partido oficial entre los dos gigantes de la región fue desechado por ser considerado “innecesario”, algo que claramente no ocurrirá ahora, en el que especialmente los locales se juegan mucho más que esos tres puntos, ya que una derrota puede significar la confirmación del ciclo de Diniz al frente del “scratch”.
En tanto que Argentina ganó solamente cuatro veces en la historia en el Maracaná en 13 partidos ante los brasileños, acumulando siete derrotas y dos empates.
Y pensando en todo esto, Scaloni piensa un par de retoques para este partido, que dependiendo de los nombres también variaría el natural esquema de juego 4-3-3 a un 4-4-2.
Es que más allá de la sempiterna duda de Lautaro Martínez o Julián Álvarez para el centro del ataque, no será obviamente lo mismo que Di María reemplace a Nicolás González, lo que sería un cambio puesto por puesto, a que lo haga Leandro Paredes por el atacante de la Fiorentina, de Italia,
Si ocurre esto último, con un 4-4-2 las posibilidades de Lautaro Martínez por encima de las de la “Araña” Álvarez crecerán ostensiblemente, ocurriendo lo contrario si el que va de arranque es “Fideo”. También podría ir Paredes por Alexis Mac Allister, lo que no cambiaría nada.
Paredes, como Mac Allister y Enzo Fernández cargan con una tarjeta amarilla sobre sus espaldas y una más los dejará afuera del partido como locales de la séptima fecha ante Chile, pero para eso faltan nada menos que 10 meses, “toda una vida” en términos futbolísticos. Por eso, para Argentina es “aquí (el Maracaná) y ahora (este martes 21)”.
Y así lo dieron a entender los dos Lionel, el capitán Messi y el entrenador Scaloni, después de la caída ante Uruguay, la primera en 14 partidos después de la obtención del Mundial de Qatar, esa conquista que todo lo pudo, y todo lo puede
–Posibles formaciones–
Brasil: Alisson Becker; Emerson, Marquinhos, Gabriel Magalhaes y Renán Lodi; Bruno Guimaraes, André y Douglas Luiz; Raphinha, Gabriel Martinelli y Rodrygo. DT: Fernando Diniz.
Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister y Enzo Fernández; Lionel Messi, Lautaro Martínez o Julián Álvarez y Ángel Di María o Nicolás González. DT: Lionel Scaloni.
Estadio: Maracaná (Río de Janeiro).
Árbitro: Piero Maza (Chile).