Diciembre comenzó con un menor nivel de lluvias en la zona del Austro (centro sur de Ecuador), donde se ubica Paute, el principal Complejo Hidroeléctrico de Ecuador.
Y eso ha provocado una caída en el nivel de ingreso de agua al embalse Mazar, que justamente abastece de agua a Paute, un sistema de tres hidroeléctricas (Mazar, Paute y Sopladora) que tienen una capacidad máxima de 1.757 megavatios de energía.
Así, en los primeros días de diciembre, el nivel de ingreso de agua al embalse Mazar ha sido de 55 metros cúbicos por segundo en promedio, cuando en noviembre, el mes previo, fue de 97 metros cúbicos por segundo.
Reservas de agua garantizan que no habrá apagones
Aunque diciembre empezó con menos lluvias en el Austro, las precipitaciones de los meses previos permitieron llenar el embalse de Mazar, que está pocos centímetros de su nivel máximo: 2.153 metros sobre el nivel del mar.
Con ese nivel de agua, el escenario más probable es que no haya riesgos de apagones durante el estiaje, que se extenderá hasta marzo de 2026, dice el consultor eléctrico Ricardo Buitrón.
En eso coindice Rigoberto Guerrero, subgerente de Gestión Ambiental de ETAPA. Guerrero explica que que la zona suele tener dos picos de lluvias: entre abril y mayo —a veces hasta junio— y luego en octubre y noviembre. Por eso es normal que en diciembre se observe una baja en las precipitaciones.
Este año, octubre y noviembre estuvieron dentro de los rangos habituales, es decir, precipitaciones fuertes, con 125 milímetros de lluvia; lo atípico fue 2024, cuando en octubre y noviembre no se superaron los 25 milímetros, un déficit “brutal”, dice Guerrero.
En los últimos cuatro días de diciembre de 2025 no ha llovido y se han registrado cielos despejados, alta radiación y madrugadas frías en el cantón Cuenca, en donde nacen los pricipales ríos que abastecen al río Paute que, a su vez, alimenta al embalse de Mazar,
«Cuenca amaneció hoy con 5,3 °C y en las zonas altas la temperatura bajó hasta 3 °C. Para lo que resta de la semana, la probabilidad de lluvia es menor al 10%, por lo que prácticamente se descartan precipitaciones», añade Guerrero.
Aun así, las lluvias de octubre y noviembre dejaron reservas naturales —humedales, páramos y lagunas— llenas y saturadas, lo que permite afrontar una eventual sequía sin afectar el consumo de agua potable ni la generación eléctrica, concluye Guerrero.
Según datos del sistema europeo Copernicus, diciembre y enero presentarán déficit de lluvias, pero las precipitaciones regresarán en febrero y aumentarán hacia abril. El pronóstico puede variar a medida que se acerca la fecha, por lo que deben mantenerse los monitoreos.
En todo caso, esa dinámica evidencia la alta dependencia y vulnerabilidad del sistema hidroeléctrico frente a los cambios en las precipitaciones, dice Buitrón.
Las hidroeléctricas suelen cubrir hasta el 90% de la demanda eléctrica del país. Pero durante el estiaje su generación cae y su aporte baja a alrededor del 60%.
Como Ecuador no cuenta con suficiente energía de respaldo —particularmente termoeléctrica— para sustituir esa reducción, el sistema queda expuesto a riesgos de apagones.
Pero 2025 ha sido un año átipico, de fuertes precipitaciones que, por ahora, han alejado el riesgo de apagones.
Para hacer uso de este contenido cite la fuente y haga un enlace a la nota original en https://www.primicias.ec/economia/lluvias-hidroelectricas-mazar-austro-cortes-luz-apagones-sector-electrico-111047/