Las unidades que recorren la parroquia La Aurora, en Daule, dejaron de usar climatización por los costos del combustible, específicamente el diésel. Las operadoras aseguran que trabajan a pérdida y solicitan un ajuste tarifario.
Los usuarios expresan preocupación por el calor y por un eventual incremento del pasaje.
Las reacciones están divididas, aunque entre usuarios reconocen el impacto en la comodidad que representaba movilizarse con la climatización.
Una pasajera, Patricia Medina, comentó que el viaje se ha vuelto más incómodo. “Andar así con este sol y este calor es insoportable. Por aire sí pagaría un poco más, porque es un beneficio para nosotros mismos”, manifestó.
Vanessa Paredes, otra usuaria, afirmó que cada recorrido se ha vuelto agotador. “Con este sol uno llega sofocado, mareado. El bus se siente como un sauna en las horas pico”, lamentó.
Otros rechazaron un posible incremento, alegando dificultades económicas. Carlos Molina, residente del sector, expresó su preocupación por aquello. “No estamos de acuerdo con que suba, porque eso nos perjudica económicamente”, agregó.
Andrea Castillo, madre de dos niños, detalló que el posible cambio afectaría a las familias del sector. “Cada centavo cuenta. Subir el pasaje nos haría un hueco en el bolsillo”, dijo.
Algunos pasajeros añadieron que la incomodidad genera incluso problemas a nivel de la salud. Jorge Herrera, adulto mayor, mencionó que el calor dentro de las unidades agrava su condición. “Soy hipertenso y a veces siento que me falta el aire. Antes con la climatización se viajaba tranquilo”, expuso.
Mario Domínguez aseguró que “para los recorridos tan cortos los $ 0,30 están bien. No es justo que suba si ni siquiera hay aire”.
Otros usuarios también expresaron su inquietud por la seguridad dentro de los buses. Algunos pasajeros consultados mencionaron que al viajar con ventanas abiertas sienten mayor exposición.
Carolina Estupiñán refirió: “Sin aire y con las ventanas abajo uno va más pendiente de los robos. Se siente menos seguro”.
También hay quejas por el tiempo de espera y la acumulación de pasajeros en las denominadas horas pico. Lydia Ríos afirmó que cuando las unidades van llenas se vuelve más complicado movilizarse sin aire acondicionado.
“Cuando el bus viene atestado, el calor es desesperante. Es difícil respirar”, reclamó.
Otros usuarios aseguraron que la experiencia se vuelve más desgastante para quienes viajan con niños o adultos mayores. Karen Bravo, quien se moviliza con su hija de 5 años, relató: “La niña se desespera por el calor. Suda muchísimo. Viajar así se ha vuelto un problema diario”.
Pese a la molestia generalizada, varios pasajeros, como Daniel Aguilar, dijeron comprender la situación económica de las operadoras, aunque no comparten que la solución recaiga en el bolsillo del usuario.
“Sabemos que el diésel subió, pero no puede ser que siempre paguemos nosotros”, sostuvo.
Climatización se volvió inviable, dicen choferes
Luis Hidalgo, gerente de Lojastrans, detalló que un bus consume 33 galones diarios sin aire, pero con climatización sube a 43. Aseguró que la subida del combustible “los afectó de forma directa” y que la compensación estatal apenas cubre $ 23 al día.
Los conductores afirmaron que el servicio opera con pérdidas y en medio de una pugna económica.
Juan López, chofer de la ruta, explicó que el alza del diésel los dejó “trabajando casi a pérdida”.
Los estudios técnicos respaldaron un pasaje más alto que el actual, indicaron. Hidalgo recordó que los análisis nacionales ubican la tarifa para buses con aire entre $ 0,45 y $ 0,56, pero en Daule solicitan únicamente $ 0,40, valor que —según apuntó— permitiría sostener el servicio.
La Autoridad de Tránsito de Daule confirmó que ya trabaja en un estudio técnico y que se espera que esté listo en unos dos meses.
Mientras tanto, el servicio sigue operando en un clima de tensión entre la incomodidad y la incertidumbre.
Entre viajes más calurosos, temores de seguridad y opiniones divididas, los ciudadanos continúan esperando una resolución que permita recuperar la climatización sin comprometer su economía.
Fuente: El Universo
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