Guápulo, el barrio de residencia del presidente electo, Daniel Noboa, en el centro oriente de Quito, pide más seguridad

Entre las sinuosas y antiguas vías del tradicional barrio de Guápulo se ubica la Quinta Huasipungo, un lugar privado que actualmente se ha convertido en la residencia del presidente electo, Daniel Noboa.

La calma de este sector se mantiene, aunque ahora existe un tramo que luce rodeado de vehículos blindados, sin placas, personal militar, policial y de seguridad privada.

Está ubicada en el centro oriente de Quito, las abultadas casas al pie de pequeñas calles de piedras milenarias forman un mosaico que entretiene a quien viaja por ellas. Las calles tienen curvas pronunciadas, se dividen rodeando quintas con belleza arquitectónica única, una de ellas, la Quinta Huasipungo.
Los vecinos comentaron que este lugar fue parte de la residencia de la Embajada de Bélgica, luego fue comprada por la familia Páez Veintimilla, un tiempo funcionó como lugar de recepciones y restaurante hasta que tomó su nombre actual. No estaba abierta al público hasta que decidió alquilar la familia Noboa.

Son vecinos de la residencia de la Embajada de España, también a media cuadra está la iglesia de Nuestra Señora de Guápulo. Este templo religioso,fundado en 1620, es considerado una de las siete maravillas de Quito. Su arquitectura, valor histórico y ubicación vuelven a este santuario un lugar obligatorio para el turismo.

Esta iglesia tiene a su costado una de las facultades de la Universidad Internacional SEK. En el sector se ha generado congestión vehicular, pues los automotores de la seguridad se ubican en las veredas de la quinta y en los dos espacios que permite el parque de la iglesia y centro de estudios.

Los militares lucen su uniforme verde caqui, colgando sus armas caminan alrededor de la puerta principal. Los agentes, con ternos formales lucen sus gafas, auriculares de comunicación y armas de mano.

Miran a todos los lados, cada cierto tiempo salen por la puerta celeste otros funcionarios a cargo de la logística y seguridad, coordinan una acción y vuelven a entrar.

Un grupo de monjas esperaba en los exteriores de la quinta, luego de unos diez minutos se aprobó su ingreso. Después lo hicieron otras personas. Ese es el ambiente natural que se vive en el sector que ahora será la residencia del presidente electo.

Los habitantes de Guápulo han señalado que uno de los problemas que llegó a su barrio fue la inseguridad, antes de la llegada de Daniel Noboa. En la tarde y noche se han registrado asaltos a las personas que caminaban por las calles, algunas de ellas sin iluminación.

Una mujer que pidió mantener su nombre bajo reserva señaló que en los 49 años que ella vivió en este sector nunca había visto tanta presencia policial y militar, pero que tampoco antes habían pasado problemas de inseguridad.

Era un barrio muy tranquilo en el cual todos se conocían. “Esperamos que con esta presencia de militares tengamos más seguridad y no sea lo contrario, que pueda sufrir algún atentado o que vengan personas que tengan malas intenciones en este sector”, expresó la señora.

Jaime Prado, presidente del cabildo de Guápulo, informó a este Diario que al finalizar la primera vuelta de las elecciones presidenciales tuvo una reunión Daniel Noboa. En esa entrevista, dijo, le notificó que tienen algunas necesidades como barrio, especialmente en cuanto a seguridad.

Prado comentó que como tienen vías muy sinuosas no es fácil que la Policía se encuentre en todos los sectores o que incluso la seguridad privada y militar que hay en los exteriores de una calle pueda controlar todos los demás sectores.

Reclamó que solo existe un policía en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC). Que el agente no cuenta ni con una motocicleta con la cual pueda trasladarse por las diferentes calles de Guápulo.

Ha solicitado que la Secretaría de Seguridad done una motocicleta y también pidió que se destinen más efectivos a su barrio. (I)

Fuente: El Universo

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