El consumidor es el principal motor del cambio hacia una moda más sostenible

La moda sostenible se ha consolidado en los últimos años como una tendencia en expansión, cuyo impacto va más allá de la innovación industrial y sitúa al consumidor en el centro del cambio. Así lo afirma Juan Ferrando, director del Grado en Diseño de Moda de la Universidad Nebrija, quien sostiene que “el consumidor es el último eslabón y pieza clave de este paso hacia una moda más consciente”, ya que la industria terminará de transformarse cuando se adopten hábitos de consumo responsable, sostiene.

La adopción de hábitos de compra conscientes por parte del consumidor global supondrá el “cierre del cambio y lo que hará que el sistema de consumo sea revertido”, opina el experto. Aunque aún quedan muchas personas por concienciar, Ferrando percibe un fenómeno de reeducación y apunta a que las nuevas generaciones “están llegando con una nueva mentalidad, cambiando el sistema, y contagiando a los mayores”.

El sector de la moda es responsable del 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, según el World Economic Forum y datos del Banco Mundial (2019). En línea con el Acuerdo de París de 2016, esta industria adoptó la Carta para la Acción Climática en la Moda (2018), que exige transformaciones profundas hacia modelos de bajas emisiones y fija como metas reducir un 30 % de los gases de efecto invernadero para 2030 y alcanzar cero emisiones netas antes de 2050.

Entre las principales iniciativas que se están implementado para generar una moda más circular, se destaca la reutilización y el reciclaje de materiales como el poliéster, que puede provenir de desechos plásticos, y la puesta en marcha de programas de recolección y reventa de prendas. A ello se suman acciones orientadas al uso de energías limpias, eliminación de químicos tóxicos, reducción de microplásticos, apuesta por materiales sostenibles, producción ética y establecimiento de salarios dignos.

En el contexto de Latinoamérica, Ferrando subraya que tiene un rol creciente dentro del movimiento sostenible, pero apunta a los desafíos aún persistentes, como el caso del desierto de Atacama en Chile, que recibe cerca de 60.000 toneladas anuales de ropa desechada proveniente de diversas partes del mundo.

En este contexto, la Universidad Nebrija cuenta con un compromiso en la formación de profesionales responsables a través del Grado en Diseño de Moda, que ofrece una visión integral del sector, incorpora fundamentos teóricos y promueve espacios de debate sobre sostenibilidad y su impacto en la industria.

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