La mayoría de PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria se ha impuesto a los 171 votos en contra del PP, Vox y UPN.
Pedro Sánchez lo volvió a conseguir. Teniendo en cuenta el escenario previo al 23 de julio, contra todo pronóstico, ha vuelto a ser investido presidente del Gobierno por una amplia mayoría absoluta en el Congreso. Eso sí, tras la celebración de la cita con las urnas, el secretario general del PSOE era quien más opciones tenía en la carrera por la Moncloa al no conseguir el PP una mayoría suficiente para sumar junto a Vox.
El líder socialista vuelve a tener la confianza de la Cámara Baja. Lo hace con 12 apoyos más que en 2020, cuando fue investido por mayoría simple. En esta ocasión, además de los votos del PSOE, Sánchez ha conseguido aunar a fuerzas de diferentes sensibilidades ideológicas, pero unidas por el carácter plurinacional. Los diputados del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria han sumado 179 votos a favor frente a los 171 votos en contra del PP, Vox y UPN.
La sesión de investidura de este miércoles y jueves ha estado marcada por la amnistía a los encausados por el procés catalán, la medida que ha capitalizado además las negociaciones y ha permitido el voto favorable de Junts, cuyo apoyo permite a los de Carles Puigdemont pasar a la senda de la gobernabilidad, el camino que emprendió ERC hace cuatro años. La necesidad de los votos de los partidos independentistas ha obligado al PSOE a recular y aceptar la medida de gracia, materializada en una proposición de ley registrada finalmente en solitario por los socialistas, pero que cuenta con el respaldo de todos los partidos que han apoyado a Sánchez, a excepción de Coalición Canaria (178 votos en total).nn
En su discurso de investidura de este miércoles, Sánchez explicó que el olvido penal es “perfectamente legal y acorde con la Constitución”. Al tramitarse la medida de gracia en el Parlamento, el secretario general socialista recordó que “se va a aprobar bajo luz y taquígrafos”. En este sentido, ahondó que “no será un ataque a la Constitución del 78, sino todo lo contrario, una muestra más de su fortaleza y vigencia”.
Con todo, el líder del PSOE abrazó por primera vez en el Congreso la amnistía, después de que a finales de octubre lo hiciera en el Comité Federal, y la justificó “en el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la concordia entre españoles”. Además de poner en valor su utilidad para “solucionar el conflicto político” en Cataluña, la ley se erige como condición de gobernabilidad para “evitar que España retroceda, para lograr que nuestro país siga avanzando y que sea una inspiración también para otras muchas sociedades europeas que ven cómo avanza la ola reaccionaria”.
Hostigamiento a diputados socialistas
Tanto las las negociaciones como el debate de investidura han estado envueltos en un ambiente de crispación, con pequeñas concentraciones en los aledaños de un Congreso blindado, y la continuación de las protestas en la sede central del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz. En medio de esta tensión, agitada por la ultraderecha, dirigentes socialistas han sufrido ataques y acoso. Este hostigamiento también se ha producido en el segundo día de la cita de la investidura, cuando los diputados Herminio Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià han sido acosados e insultados antes de su llegada a la Cámara Baja.
“Los diputados han avisado a la Policía, que les ha escoltado hasta el Congreso. Todo ello entre gritos, insultos, amenazas y lanzamiento de huevos, uno de los cuales ha impactado contra la cabeza del diputado Sancho. Los agresores han sido identificados por la Policía y el PSOE interpondrá la consiguiente denuncia”, han narrado fuentes socialistas.
A ellos se ha dirigido el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, en su intervención, y el presidente del Gobierno en su discurso para cerrar el debate. Y es que, a lo largo de los últimos días, socialistas de diferentes circunscripciones han sido intimidados para votar en contra de la investidura de Sánchez. El líder del PSOE ha agradecido a todos ellos y a los militantes socialistas su “confianza”. “Una negociación que recuperase la normalidad política y permitiera la continuación de un gobierno de progreso necesitaba discreción, y esa discreción ha sido usada” por la derecha para “verter falsedades de toda lisa”, ha afeado Sánchez.
A pesar de todo, casi cuatro meses después de las elecciones, Pedro Sánchez ha sido proclamado presidente del Gobierno, dando continuidad al Ejecutivo de coalición formado por PSOE y Sumar. A diferencia de la legislatura pasada, el Parlamento está menos fragmentado, pero los socialistas son conscientes de que ahora es “más complejo”, pues necesitarán todos los votos en todas las votaciones para sacar adelante sus propuestas. Como han recordado varios portavoces a lo largo del debate de investidura: ahora más que nunca, es el tiempo de la política.