Merengue, samples que son historia del género como Gasolina, algo de rap con mucho flow y hasta un pequeño rincón para el reggaeton clásico se suceden en una concatenación de beats que sirven como marco al renacimiento musical de un artista que se ha entregado a la religión como refugio y disfrute.
Sus ‘barras’ cristianas también están presentes en la canción (como ya vimos en su más reciente trabajo). «Si me pregunta’, a nadie yo le debo / Cuando me vaya de aquí, nada me llevo / Solo me voy con un amor verdadero / Los pies en la tierra, siempre mirando al cielo» o «Fino es el chamaco y se le nota el barrio / Mi flow es eterno, ya no es legendario / No te estoy hablando dólar, pero traigo el cambio / Es mi father quien llena el estadio» parecen seguir la línea del nuevo Daddy Yankee en este 2025.
Mensajes equiparándose a Rey Misterio de la WWE en la representación musical de su país con ese famoso código de prefijo telefónico 787. O la reivindicación de lo español en América haciéndose imparable para la patrulla fronteriza son también algunos de los mensajes que más van a dar que hablar de esta colaboración que, como se esperaba, se ha disparado al número 1 de las tendencias desde su estreno.
Lo de Daddy Yankee y Bizarrap es uno de esos juntes que permiten a distintas generaciones conectar de maneras inimaginables y percibir cómo, culturalmente, unos beben de otros. Lo dice el propio intérprete portorriqueño: «Mi flow es eterno, ya no es legendario«.
Fuente: Los40