Del terrorismo en frontera a los ataques en áreas urbanas de Ecuador: ‘Hay una evolución, una especialidad, esto tiene conexión con grupos criminales de alta experiencia’

El amanecer del 27 de enero de 2018 marcó un precedente en Ecuador. Un coche bomba detonó y causó destrozos en el 95 % de un cuartel policial de San Lorenzo y dejó 28 heridos.

Ese fue el primer atentado a gran escala registrado en una zona fronteriza de Ecuador.

El 20 de marzo de 2018tres marinos ecuatorianos murieron producto de la detonación de un artefacto explosivo en una vía donde se realizaba un operativo militar. Mientras que, seis días después, tres integrantes del diario El Comercio fueron secuestrados y luego ejecutados.

Estos episodios de violencia se atribuyeron al Frente Oliver Sinisterra, una de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En diciembre de 2018, alias Guacho, uno de los cabecillas de ese grupo, fue abatido.

Desde ese entonces, la violencia no paró, el país ha convivido con episodios puntuales, atentados en cuarteles de la Policía Nacional, centros penitenciarios y en barrios, como Cristo del Consuelo, donde se confrontan las bandas delictivas para la lucha por el territorio.

Luego de seis años, un atentado con coche bomba remeció una zona comercial y turística de Guayaquil. Un caso inimaginable antes. Inicialmente se generó un incendio y luego explotó.

Además de una nube radiante, la onda expansiva sembró el pánico en la gente en la avenida Joaquín Orrantia, en una zona de alto movimiento comercial y turístico, la noche del pasado 14 de octubre.

El saldo fue de un muerto y una veintena de heridos.

Ya los ataques pasaron de áreas fronterizas, como San Lorenzo, o barrios periféricos a zonas del casco urbano. En este último hay una muestra más agresiva de la violencia, según expertos.

En la zona, además, se encontró un segundo automotor que no detonó, por lo que se evitó que los daños fueran mayores, indicó la Policía.

El Gobierno atribuye el atentado al grupo Los Lobos, que habría resultado afectado por intervenciones contra la minería ilegal en Buenos Aires (Imbabura).

La escala de violencia, según expertos y autoridades, devela una mayor tecnificación de los grupos criminales.

Javier Gutiérrez, experto en seguridad, expuso que se evidencia una evolución del tipo de demostración de la capacidad de los grupos criminales y el daño que buscan causar con el fin de provocar terror en la sociedad. Hay mayor sofisticación diversificación en los actos de violencia, expuso.

En el último mes hubo más alertas, un primer ataque con un carro incendiado con tanques de gas en una discoteca del centro de Guayaquil, además de otro coche bomba en la cárcel Regional. Mientras, se evitó que otro auto detonara afuera de la Penitenciaría del Litoral.

Tras el reciente atentado, al amanecer de este miércoles, 15 de octubre, otros explosivos estallaron en el puente de Churute (Naranjal).

En ese sentido, Gutiérrez recordó que anteriormente los ataques eran dirigidos a la víctima por temas de ajustes de cuentas y no había daños colaterales, luego han escalado a eventos múltiples sin importar las personas presentes.

“La evolución del tipo de crimen tiene que ver por el nivel de afectación a sus negocios lucrativos, en el caso de una mina ilegal, una exportación de droga que logra ser capturada en el puerto o un cabecilla apresado, todo eso se traduce en una demostración de capacidad de violencia”, manifestó.

En ese sentido, la violencia escala a otro nivel con tácticas de desestabilización y presión a nivel político hacia el Estado, ya que incluso sufre cuestionamientos de su rol para prevenir estos hechos.

En esa misión, las redes criminales acceden a estrategias y conocimientos sobre material, montaje y desmontajes y tácticas con ‘capacitadores’ que tienen especialidad en los procesos logísticos y técnicos de este tipo de explosivos, explicó.

“Va más allá de la improvisación aislada, definitivamente hay una evolución, nos demuestra que hay una especialidad, esto tiene conexión con grupos criminales de alta experiencia de otras ciudades de Latinoamérica, especialmente de Colombia México”, comentó Gutiérrez.

La especialista en conflicto y violencia Michelle Maffei señaló que la reciente explosión de un coche bomba no es solo un acto de violencia, sino una declaración de poder y un mensaje “escalofriante” orquestado por grupos de delincuencia organizada.

Para Maffei, cada atentado con un coche bomba representa una inversión significativa para los grupos criminales, no solo en explosivos y vehículos, sino en el pago a las personas que ejecutan la acción.

Por lo tanto, el acto debe ser un “mensaje eficiente” que busca múltiples destinatarios: el Gobierno y el Estado, la ciudadanía —para causar terror— y el submundo criminal. El objetivo de estos atentados además busca reconfigurar el panorama criminal en el país, agregó.

“Es una demostración de fuerza, especialmente de grupos como Los Lobos, que buscan consolidarse como el grupo de delincuencia organizada con más potencia, más miembros y con la capacidad de establecer una gobernanza criminal en Guayaquil. Este es un punto de inflexión, dado que previamente el control de Guayas para las rutas de droga solía recaer en Los Choneros”, manifestó.

La experta apuntó que el atentado también puede interpretarse como una respuesta directa a los “bombardeos”, en alusión a las intervenciones militares en la zona minera de Buenos Aires (Imbabura).

Añadió que la escalada de violencia y el cambio de estrategia, que incluye el uso de coches bomba, son una “evolución” esperada en el mapa criminal de Ecuador.

La especialista atribuyó directamente esta escalada a la extradición de Adolfo Fito Macías, cabecilla de Los Choneros. Su ausencia generó la fragmentación del grupo y permitió que Los Lobos establecieran alianzas criminales con células disidentes de Los Choneros, como los Chone Killer, y con otros grupos, como Los Tiguerones (la facción de los Igualitos).

Esta reconfiguración no solo altera las rutas del crimen, sino también el tipo de delito y la intensidad de la violencia, sostuvo.

Ante el reciente atentado, el ministro del Interior, John Reimberg, expuso en una entrevista que desde el Estado se responde con toda la fuerza de sus entidades de seguridad.

Puntualizó que se trabaja con el eje investigativo para dar con los responsables, además se aplican operativos focalizados en distintas partes del país y en ciertos lugares estratégicos se han dispuesto controles para evitar que se repitan actos terroristas.

Como retos, Gutiérrez sugirió que se deberían aplicar controles en las cadenas de suministro, fortalecer la inteligencia financiera y logística para detectar compras inusuales, vigilar movimientos de vehículos pesados y almacenamientos clandestinos.

Si ellos (grupos criminales) se están capacitando, fortaleciendo, cómo no hacerlo a nivel del Estado, lo que pasa es que ellos dan diez pasos y nosotros un paso, luego damos el segundo y retrocedemos otro, debemos acelerar eso”, sentenció.

Apuntó a invertir en laboratorios para detectar el origen de estos artefactos y cómo se organizan las redes de abastecimiento, educación ciudadana, canales para denuncias anónimas, puntos de comunicación directa entre sociedad, comercios y autoridades.

Otros hechos con uso de explosivos y coches bomba

Coche bomba en una unidad policial

El 29 de mayo de 2022, un vehículo estalló afuera de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de la Florida, en el norte de Guayaquil.

Bomba en barrio popular

El 14 de agosto de 2022 se produjo un atentado con explosivos en Cristo del Consuelo. El hecho dejó cinco fallecidos y una veintena de heridos, así como casas destruidas.

Ataques seguidos en Durán

A inicios de noviembre de 2022 en Durán se replicó una serie de atentados contra unidades policiales, servidores de la institución y predios privados. Se usaron artefactos explosivos en estos hechos.

Atentado contra entidad en Quito

El 31 de agosto de 2023 hubo un ataque con coche bomba contra las instalaciones del Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI). Una camioneta robada fue usada para cometer el atentado.

Disputa de bandas en El Oro

En los recientes años, Puerto Bolívar ha tenido escenarios de atentados con explosivos. El 5 de octubre de 2024, un estallido dejó dos muertos, siete heridos y tres casas destruidas. 

Fuente: El Universo

ra

COMPARTIR ESTA NOTICIA

Facebook
Twitter

FACEBOOK

TWITTER