Han transcurrido 26 días desde que comenzaron las movilizaciones convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie); una crisis que ha paralizado, fundamentalmente, a la provincia de Imbabura. Sin embargo, la Asamblea Nacional ha limitado su accionar en aprobar seis resoluciones de respaldo al presidente Daniel Noboa, de rechazo a la violencia y apoyo a los sectores productivos.
La bancada oficialista Acción Democrática Nacional no ha mostrado su intención de actuar como mediadora o de liderar un proceso de concertación nacional.
Dos expresidentes de la Asamblea: César Litardo y Virgilio Saquicela, que en el 2019 y 2022, enfrentaron una paralización de actividades convocada por la misma Conaie, coinciden en que el Parlamento no puede limitarse a ser un espectador más del conflicto, sino que debe tomar una posición activa para garantizar el diálogo, canalizar demandas sociales y promover salidas democráticas.
El exlegislador Jorge Peñafiel también señala que en estas tres semanas de paro, la Asamblea Nacional olvidó su papel de eje articulador y de eje centrista del debate, puesto que ha perdido la capacidad de conexión con la ciudadanía.
César Litardo, expresidente de la Asamblea Nacional en el periodo 2019-2021, recuerda que en el paro de octubre de 2019 estaba sitiada la ciudad de Quito e incluso un grupo de manifestantes ingresó a la Asamblea, pero la intención de tomarse el edificio no prosperó. Los asambleístas intentaron sesionar en Quito y en Santa Elena, pero no pudieron, porque la mayoría de legisladores no podían trasladarse y aún no se activaban las sesiones virtuales.
A excepción del correísmo, añade, la Asamblea sacó varios comunicados pidiendo al Gobierno el diálogo y presentando el respaldo a la democracia, porque hubo riesgo de desestabilización, pero finalmente se terminó en una mesa.
Para lo que está sucediendo en el país en este 2025, la medida debería ser el diálogo, apunta Litardo, quien también hace un llamado a los manifestantes a sacar de sus filas a los infiltrados, que en el 2019 afectó mucho el avance de un acuerdo, porque se quemó el edificio de la Contraloría del Estado.
Los diálogos, añadió, deben darse con quienes representan realmente a los grupos sociales, y el Gobierno debe buscar la forma cómo las compensaciones hacia los sectores sociales sean más efectivas y directas, por la eliminación del subsidio al diésel.
Virgilio Saquicela, expresidente de la Asamblea entre mayo de 2022 a mayo de 2023, recuerda que el país enfrentaba varios días de paralización y que el 20 de junio de 2022 con 81 votos, la legislatura aprobó una resolución donde se disponía convocar al máximo representante de la Iglesia católica, del sistema de Naciones Unidas, del Comité Internacional de Cruz Roja, de las universidades, cámaras de la producción, entre otros, para instalar una mesa de diálogo para proponer mecanismos de solución a la crisis política.
Eso fue el inicio de lo que más tarde fue el levantamiento del paro, anota. Las reuniones entre el Gobierno y la Conaie se produjeron en la Basílica del Voto Nacional en Quito; aunque aclara que no pudo suscribir los acuerdos porque el presidente de la República en ese tiempo, Guillermo Lasso, tenía animadversión con él.
Hoy, octubre de 2025, el exlegislador Virgilio Saquicela considera que es menester que la misma Iglesia católica sea la llamada a convocar un diálogo al Gobierno nacional y a los líderes indígenas, y establecer con claridad las medidas de compensación donde el Gobierno debe estar dispuesto a abrir el abanico.
Aclara que está de acuerdo con la eliminación del subsidio al diésel, pero que el Gobierno tiene que dar paso a las compensaciones reales al sector campesino y agrícola del país; pero añade que debería haber un actor externo, y la Asamblea Nacional en esta ocasión no sería la más opcionada a llamar al diálogo, porque está a lado del Gobierno. “No creo que la Asamblea tenga la confianza de parte del sector indígena, porque es la misma carta del Gobierno, y se necesita a alguien equilibrado”, subraya.
Jorge Peñafiel, exlegislador del periodo 2021-2023, señala que la actual Asamblea Nacional no ha actuado en lo absoluto en este paro. “Más allá de pronunciamientos vagos o pronunciamientos accesorios, no ha hecho nada más”, pues en un paro o en cualquier tipo de protesta, la Asamblea debería ser el centro donde se debate y se discuten los argumentos de los manifestantes y de los oficialistas, para contribuir a una solución.
En el caso de la Asamblea dirigida por Niels Olsen, ha decidido no formar parte de la dinámica, apunta el exasambleísta. “Ha dejado, por un lado, al presidente solo en la disputa, y por otro, no ha tenido oídos para las demandas sociales que están exigiendo las fuerzas sociales”, alerta.
Peñafiel, que fue parte de la bancada Construye, manifiesta que al presidente no es que hay que ayudarle, sino que hay que tomar partido por una visión que va más allá de la del presidente; pues como primer poder del Estado tiene al menos que llamar al diálogo o llamar a detener la confrontación.
Peñafiel considera que en estas tres semanas de paro, la Asamblea perdió su papel como eje articulador y como eje centrista del debate, puesto que ha perdido la capacidad de conexión con la ciudadanía.
Las resoluciones realizadas por la Asamblea constituyen “un respaldo vago, es lírico, es un respaldo en papel”, pero que en términos reales, no ha armado una sola comisión para llevar a cabo un acercamiento entre las posiciones de los contrincantes, pues al país le falta política.
Peñafiel afirma que es el miedo a salirse de la línea de comunicación del Gobierno lo que ha impedido que la Asamblea operativice un diálogo con las partes en conflicto; tampoco una de las dos bancadas con mayor número de legisladores (RC y ADN) están representando bien a las facciones que están en disputa en este momento.
Seis resoluciones aprobadas
En el periodo legislativo presidido por Niels Olsen, la Asamblea Nacional frente al paro nacional convocado por la Conaie y que se inició el 21 de septiembre pasado, se ha limitado a aprobar seis resoluciones de respaldo al presidente Daniel Noboa, de rechazo a la violencia y apoyo a los sectores productivos.
Los textos aprobados son los siguientes:
- Resolución para requerir al Consejo Metropolitano de Quito para que, en el marco de sus competencias y atribuciones, dé estricto seguimiento a los planes y protocolos orientados a proteger y prevenir cualquier acto de violencia, interrupción de las vías de acceso o daño contra la infraestructura pública y privada de la capital de los ecuatorianos, aprobada el 14 de de octubre de 2025, con 78 votos.
- Resolución que expresa el apoyo y solidaridad de la Asamblea Nacional con los productores, comerciantes, transportistas y familias ecuatorianas que han visto afectada su economía y su vida cotidiana como consecuencia de las paralizaciones y hechos violentos, aprobada el 13 de octubre de 2025, con 79 votos.
- Resolución que rechaza el ataque al convoy humanitario que llevaba alimentos, medicinas y combustibles a las comunidades y habitantes de la Sierra norte del Ecuador integrado por representantes del cuerpo diplomático, personas y autoridades del Gobierno Nacional, aprobada el 13 de octubre de 2025, con 76 votos.
- Resolución para rechazar el intento de desestabilización del país a través de organizaciones políticas infiltradas en la protesta social, aprobada el 8 de octubre de 2025, con 76 votos.
- Resolución mediante la cual la Asamblea Nacional reconoce el aporte fundamental del sector productivo a la economía nacional y a la generación de empleo, expresa solidaridad con los trabajadores productores y exportadores del sector, y rechaza de manera categórica los actos de violencia y los bloqueos de vías que vulneran el derecho constitucional al trabajo, aprobada el 1 de octubre de 2025, con 80 votos.
- Resolución que rechaza y reprueba enérgicamente las acciones de ataque a la red de distribución de agua potable, ubicada bajo el puente de Rumipamba, parroquia La Esperanza, cantón Ibarra, provincia de Imbabura, aprobada el 1 de octubre de 2025, con 76 votos.
Fuente: El Universo