El presidente electo, Daniel Noboa, anunció en Washington que Ecuador corre el riesgo de incurrir en default de la deuda pública en 2026 o 2027 si el país no aumenta los ingresos públicos. Estos ingresos públicos se incrementarían, según el mismo Noboa lo ha indicado, a través de una reforma tributaria que se espera aprobar en diciembre. Así consta en el reporte de la agencia económica Bloomberg que ha registrado la visita del presidente electo a EE. UU.
Noboa ha hablado de las dos primeras leyes que presentará ante la Asamblea: una reforma tributaria para incrementar impuestos, y la otra, una ley de energía que sería enviada en enero. Previamente, el presidente Noboa ha dicho que buscará aprobar varias leyes económicas urgentes durante el año y medio de mandato para el que ha sido electo.
Además, Noboa aseguró que necesitará un préstamo puente por nueve meses tanto de prestamistas como de países extranjeros.
De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, lo más relevante de las declaraciones de Noboa es que está mencionando que en diciembre se haría la reforma tributaria para incrementar los ingresos fiscales con el fin de evitar un default. Para Acosta Burneo, la declaración es totalmente preocupante, porque si Ecuador llegara a caer en default, se cerraría nuevamente el mercado financiero.
Sin embargo, la solución planteada por Noboa Azín es también preocupante, dice Acosta Burneo, pues considera que incrementar los recursos fiscales vía impuestos es contrario a la reactivación de la economía, baja la inversión y el ahorro de la sociedad. Para Acosta, Noboa debería trabajar, más bien, en bajar el gasto público. Pero lo que se ve al momento es que este está subiendo en al menos $ 1.500 millones. Invitó al nuevo presidente a que reflexione sobre que el costo político de una reforma de este tipo y que otros políticos van a aprovechar la profunda pérdida de popularidad que representará el incremento de impuestos.
Esto, dice, ya se vio con la anterior reforma tributaria que aprobó el presidente Lasso y que, por ejemplo, el correísmo no rechazó (abstención). En el fondo, este tipo de reformas favorece a quienes quieren un Estado más grande, añadió.
Adicionalmente, considera que para inversionistas y para los multilaterales sí podría ser considerada una buena noticia que se trabaje en una reforma tributaria, pues esto garantizaría el pago de deuda a futuro.
Sobre el préstamo puente que ha mencionado Noboa Azín, dijo Acosta Burneo, debe ser entendido como un financiamiento rápido que podría pedirse con base en cupos que existen porque se ha ido pagando parte de la deuda.
Sobre el tema, Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), consideró que si el presidente electo requiere ayuda de los multilaterales lo que debe hacer es presentar un programa fiscal serio y sostenible y explicar qué medidas va a tomar el Gobierno para que ese plan sea sostenible.
Sin embargo, para ello, dice que el nuevo Gobierno debe primero decirle a la ciudadanía cómo recibe el país, las cuentas públicas, las cuentas por pagar. Con esos datos claros debe armar un programa fiscal para el 2024 y el próximo año 2025.
Sobre la nominación de Sariha Moya como nueva ministra de Economía y Finanzas, Carrera opinó que no es una persona conocida por lo que se deberá esperar que asuma para saber cómo actúa frente a la situación fiscal que es extremadamente crítica. En todo caso, considera que lo que se requiere en este momento es un fuerte liderazgo y la convicción del Gobierno de manejar de manera responsable las cuentas públicas.
La situación fiscal del país que deja el Gobierno es compleja, peor aún si se observa que desde los diversos sectores sociales y políticos “hay irracionalidad e inconsciencia de la crisis fiscal”, comenta.
Explica, por ejemplo, que el reclamo de los GAD por recursos fiscales no tiene asidero. Esto, porque la ley indica que el Gobierno debe asignar 21 % de los tributos y 10 % del crudo. Si estos recursos bajan por efectos de la falta de producción y por el menor precio de esa materia prima, no hay otra opción que reliquidar.
Sin embargo, plantean reclamos. “Los gobiernos seccionales fundados en una autonomía creen que los recursos salen de los árboles”, dice. Advierte que este problema lo tiene Lasso y lo va a tener Noboa mientras las cuentas no sean sostenibles. (I)
Fuente. El Universo
