Everton inauguró su nueva casa, el Hill Dickinson Stadium, con una victoria por 2-0 frente al Brighton & Hove Albion, en un ambiente cargado de emoción y simbolismo. Iliman Ndiaye se convirtió en el autor del primer gol oficial en este recinto, definiendo en el minuto 23 tras una asistencia de Jack Grealish. James Garner amplió la ventaja al inicio del segundo tiempo, ejecutando un potente disparo asistido nuevamente por Grealish .
Jack Grealish, cedido desde el Manchester City, fue la figura indiscutible, aportando dos asistencias en su primer partido como titular con el Everton y reencontrando su mejor nivel tras una etapa gris. El portero Jordan Pickford, selló el triunfo con una parada clave en un penalti ejecutado por Danny Welbeck en el minuto 77, ya que Brighton había generado varias oportunidades, incluida otra acción peligrosa que pegó en el poste. Con esta actuación, Everton pasó la prueba bajo presión y demostró gran carácter defensivo.
Este triunfo marca más que tres puntos: simboliza un nuevo capítulo para el club bajo la tutela de los nuevos dueños y el renovado staff técnico. Grealish, en particular, manifestó que era un «día enorme», señalando lo que aporta al equipo desde su llegada y cómo este partido sirvió para reconectar con sus ganas de reactivar su carrera. Aunque Brighton dominó ciertos tramos del partido en posesión y oportunidades, Everton supo aprovechar lo esencial: marcó en sus ocasiones y mantuvo la portería en cero. (NLA)