Cuando una persona cercana a la edad de jubilación pierde su empleo, lo primero que debe hacer es evaluar con objetividad su situación financiera y sus metas personales.
Algunas personas optan por acogerse a una jubilación anticipada, si sus ahorros y pensión se lo permiten, sin embargo en muchos casos, mantenerse activo laboralmente no solo es una necesidad económica, sino también una fuente de bienestar emocional y propósito personal, indica la directora de Operaciones de SGF Global Ecuador, Viviana Rodríguez.
Y es que en Ecuador, la jubilación patronal y por vejez son complejas, de acuerdo con la abogada laboral Vanessa Velásquez.
Dice que en el primer escenario están las personas que se encuentra en esta brecha tan compleja, que están por los 18, 19 años con el mismo empleador y la decisión del empleador frente a un costo elevado que constituye la jubilación patronal. “El pago de un valor mensual de por vida hasta que muere el trabajador hace que los empleadores tomen las decisiones tan fuertes de decir: ‘no va más’ y terminar la relación laboral a los 18 a 19 años”, sostiene.
Señala que muchos de esos casos coincide con quienes están cerca de cumplir 60 o 65 años para poder acceder también a la jubilación por vejez.
En ese contexto, indica que son personas que se quedan en un mercado laboral muy complicado por el tema etario, de edad, por lo que ya es muy complejo conseguir empleo y que no ven otra salida en volcarse a una afiliación voluntaria para alcanzar el número de imposiciones necesarias para lograr la jubilación por vejez, aunque ya perdieron la jubilación patronal.
Indica que en las mesas de diálogo del Ministerio de Trabajo, en el Consejo Nacional del Trabajo, se habla que apenas entre un 2 % en el sector privado y un 4 % en el sector público son los que llegan a recibir una jubilación patronal, mientras que el resto no lo logra.
Otro punto a considerar -según Velásquez- es que hay personas que empezaron a trabajar muy joven, a los 18, 20 años, tiene las 360 imposiciones, pero tiene 55, 58 años y no tiene de otra que continuar con la aportación de forma voluntaria para llegar al pago de la jubilación por vejez, porque no tienen otra opción, puesto que es el único ingreso que los ecuatorianos tienen proyectados para la última fase de la vida.
Y por eso dice que se habla tanto en las mesas de diálogo sobre la necesidad de crear este fondo que no necesariamente es esta jubilación patronal como funciona en Colombia, en Perú, en España, en el que la persona decide aportar voluntariamente una suma de dinero a un fondo privado que va generando intereses para que se vaya guardando una pensión que sea adecuada y digna.
De acuerdo con Velásquez, en el sector privado son quiénes más cuidan de no pagar jubilación patronal y por eso hay personas que son desvinculadas con edades de 48, 50 años teniendo aún una brecha muy larga para el pago de la jubilación por vejez y lo único que les queda es hacerlo voluntariamente y como consecuencia crece la afiliación, pero no porque se generan empleos.
Señala que nuevamente hay considerar una dificultad real, el problema de que se vinculen por un tema etario. “Se habla mucho y se hace mucho en legislación para la contratación de jóvenes, pero tienes una sola norma, que es la Ley de no discriminación a personas mayores de 40 años ( Ley Orgánica Reformatoria a Varias Leyes Respecto de la Discriminación por Edad en el Sistema Laboral), pero que al final no se ha visto resultado”, comenta.
Según Velásquez, no está establecido aún si se ha hecho una parametrización de cuántas personas mayores de 40 años han logrado ser contratadas desde que existe la nueva ley y tampoco nadie está haciendo la revisión de las capacitaciones.
Para Velásquez si se iba a hacer tantos cambios también se debió implementar opciones para quienes efectivamente necesitan volver a trabajar y poder jubilarse.
Indica que todas las personas que han sido desvinculadas del sector público con tal expertise deberían ser cotizados hoy en el sector privado por toda la información importante que tienen.
Cita como ejemplo, alguien que trabajó durante muchos años en la Superintendencia de Compañías. “Probablemente es un recurso muy valioso. El tema es que estamos con el estigma de mira: ‘cómo los desvincularon, diciendo que eran los vagos, los corruptos y que por eso están fuera, y eso es falso”, sostiene.
Agrega que estas desvinculaciones debieron haber sido mucho más inteligentes, mucho más razonadas, con observaciones y con evaluaciones adecuadas de tal manera que la gente diga: ‘bueno, no pasó la evaluación y perfecto, fue despedida y les dejan las puertas abiertas para poder ir a trabajar en cualquier lugar y no lo que está pasando ahora.
‘Trabajos puente’
La directora de Operaciones de SGF Global Ecuador señala que una opción válida es buscar a los que se denomina ‘trabajos puente’, que son empleos temporales, a medio tiempo o con menor presión operativa, pensados para transitar hacia la jubilación de forma más gradual.
Señala que también hay personas que eligen emprender, compartir sus conocimientos como consultores o dar clases, lo cual les permite capitalizar su experiencia.
Señala que lo más importante es entender que, incluso a esta edad hay opciones reales para reinsertarse: programas de reinserción, trabajo remoto, o incluso explorar sectores nuevos.
En la entidad que representa, dice que por ejemplo trabajan con perfiles senior que aportan mucho valor en áreas como mentoría, supervisión de calidad, o funciones administrativas. “Hoy, la experiencia es una ventaja competitiva si se combina con disposición al cambio y aprendizaje continuo”, afirma.
Por dónde empezar
Según la ejecutiva, el primer paso es reconocer que el mercado laboral ha cambiado y que volver a insertarse requiere una estrategia clara y ante ello recomienda comenzar con una actualización de habilidades, sobre todo en lo digital, desde el manejo de herramientas colaborativas como Google Workspace o Zoom hasta aprender a usar portales de empleo y redes como LinkedIn.
Lo segundo -dice- es hacer una evaluación personal: ¿Qué experiencia tengo?, ¿qué me gustaría hacer?, ¿en qué sectores puedo aportar más? Y a partir de ahí sugiere diseñar una hoja de ruta que incluya capacitación, networking, sobretodo, fortalecer la marca personal. “Es increíble el impacto que tiene un perfil bien trabajado en LinkedIn, por ejemplo”, indica.
Además, dice que existen redes y programas diseñados específicamente para apoyar al talento senior. “En SGF Global hemos visto casos exitosos de personas mayores de 50 años que encontraron empleo con apoyo profesional, solo necesitaban reencauzar su búsqueda”, afirma.
Y agrega: “empezar con humildad, pero también con confianza. A veces aceptar un empleo temporal o de menor responsabilidad puede ser el trampolín ideal para volver a posicionarse y demostrar el valor que se tiene”.
Fuente: El Universo