El turismo nacional se movió en su mayoría en la Sierra, especialmente en las provincias de Azuay y Tungurahua, que juntas acogieron a al menos 500.000 visitantes, durante el feriado de Día de los Difuntos, que inició el jueves pasado y concluyó ayer.
El movimiento turístico hacia estas provincias se dio, analizan hoteleros y autoridades de dichas localidades, por los conciertos de Luis Fonsi, quien cantó en Cuenca el 3 de noviembre, por las fiestas de los 203 años de Independencia de esa ciudad, y que replicó en Ambato, capital de Tungurahua.
En Cuenca, los visitantes sobrepasaron los 130 mil y provenían de Guayas, El Oro, Quito, Loja y Ambato, que coparon un poco más del 98 % de la capacidad hotelera de la ciudad, que además ofreció más de 400 eventos por sus fiestas patronales, según informó Juan Pablo Vanegas, presidente de la Cámara Provincial de Turismo. “Resultados positivos y halagadores cumplieron las expectativas”, destacó. (Lea además: “La presencia policial y militar dio un respiro a los balnearios de Santa Elena”)
Asimismo, se estima que al menos unas 300 mil personas visitaron los diferentes cantones de la provincia de Tungurahua, especialmente en las ciudades de Ambato, Tisaleo y Baños de Agua Santa. Además de los artistas internacionales, las más de 12 ferias productivas y los deportes extremos fueron el enganche para los turistas que llegaron en su mayoría de la Costa.
En Baños de Agua Santa incluso las reservas de hoteles están en un 70 % para diciembre. Un punto turístico que ha tenido masivas visitas todo el año, mencionaron los hoteleros. Pero también hubo un factor clave para el éxito del turismo en la Sierra, dicen sus autoridades: la seguridad.
“La inseguridad de la Costa nos beneficia porque la gente quiere disfrutar de paz y tranquilidad que acá les brindamos. Se puede caminar con libertad y disfrutar en los más de 400 emprendimientos que se esmeran en dar la mejor de la atención a los visitantes”, detalló Juan Pablo Andino, director de la Dirección de Cultura y Turismo de Baños.
No así ocurrió en la Costa ecuatoriana donde, si bien en ciertas zonas hubo aglomeraciones, como en Limones- Esmeraldas, por la procesión de San Martín de Porres, en la mayoría de las playas el comercio y las ventas no cumplieron sus expectativas, además de que ciertos balnearios populares estuvieron marcados por los delitos, pese a los controles policiales.
El detalle
Cuenca. De los sitios más visitados, fue el pesebre artesanal, el más grande de Latinoamérica, expuesto en la Catedral Vieja.
Fuente: Expreso