DEBUT INOLVIDABLE|| Messi, y su primera vez con Argentina que terminó en expulsión

El 17 de agosto de 2005, en un amistoso disputado en Budapest contra Hungría, Lionel Messi vivió su esperado debut con la selección mayor de Argentina. Apenas con 18 años, el joven que deslumbraba en el Barcelona ingresó al minuto 63, en reemplazo de Lisandro López, con la ilusión de mostrar su talento en el plano internacional. El ambiente era de expectación: se trataba del primer partido oficial de quien ya era considerado una promesa mundial.

Sin embargo, el sueño se transformó en pesadilla en cuestión de segundos. Tras recibir su primer balón, Messi intentó dejar atrás al defensor húngaro Vilmos Vanczák, quien lo sujetó de la camiseta. En su intento por zafarse, el rosarino movió el brazo hacia atrás y golpeó accidentalmente al rival. El árbitro alemán Markus Merk interpretó la acción como agresión y le mostró la tarjeta roja directa, dejando a Messi expulsado a los pocos segundos de su ingreso.

La escena marcó un debut tan inesperado como doloroso, aunque con el tiempo se transformó en una anécdota dentro de su gloriosa carrera. Años después, Messi confesó que lloró toda la noche tras aquel partido, pero esa frustración temprana sirvió de motivación para consolidarse como el máximo referente de la selección argentina. Lo que comenzó con una expulsión terminó con una historia legendaria: campeón de América, del mundo y considerado por muchos como el mejor futbolista de todos los tiempos. (NLA)

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