El lanzamiento del misil Bulava se produce días después de que el presidente ruso firmara la revocación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. La prueba se llevó a cabo desde un submarino nuclear.
Rusia anunció el domingo (05.11.2023) que realizó con éxito un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental capaz de transportar ojivas nucleares desde un submarino nuclear de cuarta generación.
«El nuevo submarino nuclear estratégico Emperador Alejandro III disparó con éxito el misil balístico intercontinental Bulava» desde el Mar Blanco, informó el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
El misil alcanzó su objetivo, situado en un campo de pruebas en la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, «a la hora prevista», añadió.
8.000 kilómetros y diez cabezas nucleares
Con un alcance de 8.000 kilómetros y una longitud de 12 metros, el Bulava (SS-NX-30 en la clasificación de la OTAN) puede equiparse con diez cabezas nucleares.
El submarino Emperador Alejandro III, de clase Borei, está equipado con 16 misiles Bulava, según el ejército ruso.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, altos funcionarios rusos amenazaron en varias ocasiones con utilizar el arma nuclear, aunque en otras oportunidades el mandatario ruso, Vladimir Putin, mostró cautela al respecto.
Moscú desplegó armas nucleares tácticas en Bielorrusia, su aliado más cercano, en el verano de 2023.
Retirada del CTBT
El lanzamiento del misil Bulava, el primero en aproximadamente un año, se produce poco después de que Putin firmara la revocación de su ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés).
Aunque este tratado nunca entró en vigor, el acuerdo fue ratificado por 178 países, incluidas las potencias nucleares Francia y Reino Unido, y tiene un valor simbólico.
Sus defensores afirman que establece una norma internacional contra los ensayos con armas nucleares, pero sus detractores afirman que el potencial del acuerdo sigue sin materializarse sin las ratificaciones de las principales potencias nucleares.