La empresa pública Petroecuador informó que ha separado de sus funciones a 250 empleados como parte de un plan interno de reestructuración orientado a optimizar su operatividad. La decisión, anunciada el 26 de julio de 2025, se fundamenta en una revisión de la estructura organizacional y salarial, que habría evidenciado duplicidades y cargos sobrevalorados.
Esta medida se produce en medio de pronunciamientos de organizaciones sindicales del sector energético, que alertaron sobre el despido de personal técnico considerado estratégico para las operaciones petroleras del país. Entre los trabajadores desvinculados estarían profesionales especializados como geólogos, geofísicos e ingenieros, cuya ausencia, según advierten los gremios, podría afectar la producción, el transporte y la comercialización de crudo.
La controversia se suma a las críticas por una reducción sostenida del personal técnico en la industria, pese a que estudios previos indicaban que el sector ya enfrentaba un déficit significativo de trabajadores especializados.
Estas acciones se enmarcan en la política general de ajuste del Estado, que incluye recortes y fusiones institucionales como parte de los compromisos asumidos por el gobierno dentro de un programa crediticio de 5.000 millones de dólares acordado con el Fondo Monetario Internacional en 2024, con el objetivo de estabilizar las finanzas públicas y reducir el déficit fiscal.