Dos de las principales organizaciones sindicales del sector energético y petrolero de Ecuador denunciaron el despido de al menos 246 trabajadores de Petroecuador ocurrido la madrugada del sábado 26 de julio. En un comunicado difundido esa misma tarde, calificaron la medida como “cobarde”, señalando que se ejecutó “aprovechando la oscuridad para evadir la mirada de la opinión pública”, según lo expresado por la Asociación Nacional de Trabajadores de la Energía y el Petróleo (Antep) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de Petroecuador (Sintep).
Estos despidos se suman a los anunciados desde el pasado 24 de julio, fecha en la que la vocera del Gobierno, Carolina Jaramillo, informó sobre la salida de 5.000 servidores públicos como parte de un plan de eficiencia. Jaramillo especificó que quedarían exceptuados personal de salud, educación, fuerzas del orden y grupos vulnerables, y que los recortes se aplicarían principalmente al personal administrativo del Ejecutivo y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Aunque los sindicatos no vincularon directamente las desvinculaciones con este plan gubernamental, cuestionaron la medida argumentando que ya en 2022 un estudio internacional realizado por la consultora Arthur D. Little reveló un déficit de al menos 1.200 trabajadores en Petroecuador, lo cual comprometía el funcionamiento integral de la cadena productiva petrolera.
Según los gremios, la situación es aún más grave porque los despidos afectan a profesionales clave como geólogos, geofísicos, ingenieros, operadores y otros técnicos especializados, cuya labor resulta esencial para garantizar la producción, transporte y comercialización de hidrocarburos. “Es irracional prescindir de personal calificado justo cuando se requiere reforzar la operación para mantener y aumentar la producción, recuperar infraestructuras críticas como el SOTE y OCP y las refinerías, y garantizar la sostenibilidad financiera de la empresa y el país”, señalaron en el comunicado.