El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, participó activamente en el acto oficial para celebrar la renovación de contrato de Lamine Yamal hasta 2031, coincidiendo con la mayoría de edad del jugador y la entrega del mítico dorsal 10.
En ese contexto, Laporta cerró filas con el talento catalán, manifestando plena confianza en su proyección futura y destacando que el club apuesta firmemente por su continuidad .
Aunque el evento estuvo rodeado de controversia por la fiesta con estética mafiosa —denunciada por haber contratado a personas con enanismo en un contexto legalmente sensible—, Laporta evitó profundizar sobre el tema públicamente hasta ese entonces. Ahora dijo: «Me sabe mal no haber ido a la fiesta de Lamine Yamal». No añadió más comentarios directos sobre la polémica, pero su presencia reafirmó el respaldo institucional al futbolista al más alto nivel .
En el plano deportivo, Laporta recalcó que Yamal representa el relevo generacional en el Barça, afirmando que aunque Messi trazó su camino con el «número 10», ahora corresponde al joven canterano construir su propia trayectoria sin comparaciones.