El Banco Central del Kremlin achaca el debilitamiento de su divisa a la caída de los ingresos por exportaciones y la recuperación de las importaciones, pero un asesor dijo que la culpa era de la política monetaria laxa, una señal de discordia entre las autoridades
La moneda rusa rompe este lunes la barrera psicológica de los 100 rublos por dólar en la Bolsa de Moscú pese a las medidas introducidas por el Banco Central para frenar su devaluación.
El rublo alcanzó este lunes en el parqué moscovita las 100,18 unidades por dólar estadounidense, la cifra más baja desde finales de marzo de 2022.
El punto más bajo de la divisa rusa se alcanzó el 11 de marzo de 2022, dos semanas después del inicio de la guerra en Ucrania, cuando cayó a 120 rublos por dólar estadounidense.
Además, el rublo también siguió debilitándose frente al euro, ya que en la bolsa se cotizó a 109,81 rublos por cada moneda europea, su punto más bajo desde el 23 de marzo del pasado año.
El rublo no ha dejado de depreciarse desde la rebelión del Grupo Wagner, cuando el líder mercenario Yevgeny Prigozhin protagonizó el pasado 23-24 de junio una fallido alzamiento armado.
Con todo, el vicepresidente del Banco Central de Rusia (BCR), Alexéi Zabotkin, aseguró este viernes que la entidad emisora no ve riesgo para la estabilidad financiera, aunque no descartó un subida de los tipos de interés debido al aumento de la inflación.
El rublo, que ya cayó un 7,7 % en julio en comparación con el mes anterior, se ha devaluado un 26,4 % durante los primeros siete meses de este año.
La tendencia a la baja del rublo no se vio revertida por la decisión esta semana del BCR de suspender desde el 10 de agosto la compra de divisas en el mercado interno para “reducir la volatilidad de los mercados financieros”.
El BCR ha señalado que el principal factor de la caída del rublo sigue siendo el desequilibrio en la balanza comercial, resaltando que el valor de las exportaciones se ha reducido en un tercio desde la segunda mitad de 2022. Precisamente, en diciembre de 2022 es cuando las potencias occidentales impusieron un tope de 60 dólares al precio del petróleo ruso, la principal fuente de divisas del país.
No obstante, un asesor del Kremlin dijo el lunes que la culpa era de la política monetaria laxa, una señal de discordia entre las autoridades monetarias de Rusia.
El rublo, ya presionado por la fuerte demanda de divisas y la limitada oferta de las empresas exportadoras, no se ha beneficiado de la fortaleza de los precios del petróleo. Un operador de un gran banco ruso dijo a Reuters que el mercado estaba confuso: “Todo el mundo está preparado para la entrada de ingresos procedentes de un petróleo caro, pero parece que está colgado en alguna parte, y nuestros reguladores son en cierto modo indiferentes, no hay nada en lo que confiar”.
Las sanciones occidentales redujeron notablemente los ingresos por la exportación de hidrocarburos -el gas cuesta diez veces menos que el pasado año-, mientras las importaciones se acercan a los niveles anteriores al inicio de la contienda.
Fuente: Infobae